PASO DE LOS LIBRES Colectivero apuñalado mientras conducía, perdió la vida el viernes El chofer de una línea urbana de pasajeros de la ciudad de Paso de los Libres perdió la vida ocho horas después de sufrir múltiples puñaladas(por lo menos 11), asestadas mientras estaba conduciendo, por jóvenes que viajaban como pasajeros. Ulises José Bravo, de 37 años, sufrió once lesiones punzo cortantes en distintas partes del cuerpo, una de ellas a la altura del corazón que finalmente terminó por causarle la muerte. Por el caso, la Policía detuvo a los dos presuntos homicidas, un adolescente de 16 años y un amigo de 18. Los encontraron dos horas después de la agresión en medio de un intenso rastrillaje y persecución en un campo lindero a una ruta, al cual ingresaron para esconderse y tratar de rodear la ciudad.
El presunto móvil del crimen serían los “celos” que el jovencito de 16 años (sospechado como el autor principal) sentía hacia una mujer con la cual mantenía una relación sentimental abierta. Supuestamente, según se investiga, a oídos del menor llegó la versión de que su novia mantendría un cierto grado de “acercamiento” con el colectivero.
El viernes, alrededor de las 15, Bravo manejaba el interno 12 de la empresa “TIG”. Al final del recorrido en una rotonda de la Ruta número 117, próxima al predio de la Sociedad Rural de Libres, ambos jóvenes que habían ascendido como pasajeros en el barrio Las Flores (ubicado al otro lado de la ciudad) lo atacaron desde atrás. Mientras la víctima estaba sobre el asiento con el colectivo aún en marcha comenzaron a provocarle las puñaladas. Nadie más iba en el colectivo.
De acuerdo a información conocida por este medio, durante la agresión el chofer hizo una maniobra brusca y alcanzó a retroceder el vehículo hasta salir de la calzada y quedar sobre el pasto. Lo habría hecho a la vez que trataba de defenderse.
COLECTIVOS DE LA VÍCTIMA (EN EL PASTO) Y EL DEL TESTIGO QUE VIO A LOS DELINCUENTES.
— Bravo sufrió un corte en la cabeza, puntazos encima del omóplato, una profunda herida en el costado izquierdo del pecho, otra en la región intercostal y también tenía cortes en una mano porque en una reacción instintiva habría agarrado la hoja del cuchillo con el cual lo agredían. Justo en el momento que apuñalaban a Bravo un compañero de trabajo llegaba al lugar para hacer un intercambio de unidades, puesto que uno de ellos debía regresar a la terminal de la empresa.
El testigo observó a los asesinos bajarse por la puerta delantera y correr hacia una zona de campos. Entonces al acercarse y ver a su amigo malherido y empapado en sangre comenzó a llamar a los servicios de emergencia.
En una ambulancia condujeron al chofer apuñalado hacia el Hospital San José. Ingresó en estado crítico y por ello los médicos tenían decidido la derivación a Corrientes, aunque la víctima no resistió y cerca de las 23 se produjo su fallecimiento.
Búsqueda
Autoridades de la comisaría Segunda tomaron cartas en el asunto e iniciaron una rápida pesquisa. Luego, en base a los dichos del hombre que vio escapar corriendo a los delincuentes, realizaron un procedimiento de rastrillaje con la colaboración de efectivos de la comisaría Primera y de la Sección Investigaciones de la Unidad Regional Cuarta.
Los intensos movimientos de la Fuerza de seguridad comenzaron a cercar poco a poco a los fugitivos hasta localizarlos un rato antes del oscurecer, a las 17:30 aproximadamente, a un costado de la ruta de acceso al aeropuerto, continuación de la avenida Genaro Berón de Astrada. No ofrecieron resistencia. Estaban agitados. Querían llegar al barrio donde tomaron el colectivo.
Evidencia
Los investigadores secuestraron el arma usada. Se trata de un cuchillo de tamaño mediano que terminó sobre el piso del colectivo con la hoja quebrada. Sangre salpicada en los vidrios junto al asiento del chofer dan una clara muestra de lo salvaje de la agresión. Con ese escenario se encontró el compañero de Bravo cuando llegó mientras todavía lo apuñalaban. Desde la Fuerza de seguridad descartaron cualquier hipótesis de robo desde el principio de la pesquisa. Al momento de la captura, los presuntos criminales(serían uno del barrio Plurianual y otro del 60 viviendas ,que serían de apellidos Leal y Bompland) llevaban una mochila con ropas ensangrentadas. Y adentro de un campo los detectives hallaron un trapo también con manchas de sangre que habrían usado para limpiarse.
Martes, 14 de junio de 2016
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