Luciano Figueroa Seleccion Argentina (Eliminatorias)  A un dÃÂa del choque ante Bolivia, el delantero Luciano Figueroa piensa que en la selección argentina la exigencia es siempre la misma, se juegue en la altura o en el llano, y afirma que está bien la decisión de haber formado un equipo para cada encuentro Luciano Figueroa ya no se acomoda su lacia melena rubia detrás de las orejas. Ahora se pasa la mano por el despoblado cuero cabelludo y se toma a risa la pregunta sobre si el pelo largo quedó atrás o si se trata sólo de una promesa. "Si me crece, no hay problema. Pero no creo que me crezca mucho", dice antes de soltar una carcajada.
En las antÃÂpodas de Sansón, desde que se rapó, este batallador goleador recuperó la fuerza que expresa en un Villarreal que cada vez es menos sorpresa en la Liga de España y en la Copa UEFA. Superó una lesión que lo alejó casi dos meses de las canchas, volvió con su intacto olfato dentro del área adversaria y ahora tiene la oportunidad de prolongar el buen momento con la camiseta celeste y blanca de la selección.
El tramo final de las eliminatorias es una etapa decisiva. No sólo para el seleccionado, sino también para cada uno de los jugadores. Todos, equipo y futbolistas, tienen el mismo objetivo: estar en el Mundial de Alemania el año próximo. En eso anda ahora Figueroa.
"Veo que estamos bien. Somos los lÃÂderes y tenemos que seguir haciendo las cosas como hasta ahora para lograr el objetivo", dice Lucho, que hoy partirá con otros dieciocho compañeros hacia Santa Cruz de la Sierra, escala previa al partido de mañana frente a Bolivia. Es el turno de la referencia personal: "Y... se piensa en el Mundial. Es lindo estar acá, ser convocado y tener la posibilidad de mostrarse para luchar por un lugar en el Mundial, que es el sueño de todos. Cada partido es una gran prueba".
Como buen canalla, el delantero cuenta que no olvida a Rosario Central y que cada vez que puede ve los partidos, como el último triunfo ante San Lorenzo. "Está bien el equipo", dice convencido.
Pero el tema es la selección. Su cabeza está puesta en el choque ante los bolivianos, en los 3600 metros de altura de La Paz, en los dos equipos formados por el técnico para los partidos ante Bolivia y Colombia.
Figueroa es un fiel reflejo de la postura general: nada de psicosis. "Por más que se juegue en la altura, no deja de ser un partido de fútbol en el que somos once contra once", reflexiona con precisa sencillez. Y no se queda en eso, sino que además saca pecho en referencia a la división del plantel para uno y otro choque: "Esta es la selección argentina y la exigencia es la misma para todos, juguemos contra Bolivia, en la altura, o contra Colombia, en el llano. La camiseta es siempre la misma y vamos a defenderla a muerte.
"La que va a Bolivia no es una selección B. Acá el tema es que, después de jugar en la altura, algo que implica un desgaste muy importante, no es fácil estar nuevamente bien a los tres dÃÂas para otro compromiso tan importante. Me parece bien lo que hizo José (Pekerman, el DT) de formar dos equipos. Los que juguemos en La Paz tendremos que aprovechar la oportunidad", explica Lucho, convencido de la propuesta del entrenador.
Cada cuestión que incluya a Figueroa tiene incorporado el gol. Lucho es sinónimo de grito. "Imaginate que quiero, como siempre, hacer algún gol. O varios. Pero no me desespero. Lo importante es que la selección gane. Y si puedo convertir, que le sirva al equipo"..
La Nación Deportiva
Sábado, 26 de marzo de 2005
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