DANIEL SCIOLI ENCABEZA LOS SONDEOS SUPERANDO A MAURICIO MACRI, QUIEN GANA LA INTERNA DE CAMBIEMOS Los últimos números antes de la veda La fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini suma alrededor del 38 por ciento, superando por unos 12 puntos a Mauricio Macri-Gabriela Michetti. Aunque el total de Cambiemos llegaría al 30 por ciento. Seis fórmulas superarían el piso. En las dos últimas encuestas procesadas 72 horas antes de las elecciones, la fórmula Daniel Scioli-Carlos Zannini redondea cerca del 38 por ciento de los votos, con alrededor de 12 puntos de ventaja sobre el binomio Mauricio Macri-Gabriela Michetti. Si se hace la sumatoria de toda la alianza Cambiemos, el conglomerado opositor llega al 30 por ciento, entre siete y ocho puntos por debajo de la fórmula del Frente para la Victoria (FpV). En los últimos días, Una Nueva Alternativa (UNA) avanzó un par de puntos y sostuvo sus posiciones en alrededor del 20 por ciento, mientras que Progresistas, el frente que lidera Margarita Stolbizer, se ubica algo por encima del cuatro por ciento. Una vez más, las encuestas encargadas por las distintas fuerzas políticas exhiben pocas diferencias y, además, en casi todas se refleja que no hubo cambios significativos en la última semana, después de las denuncias que produjeron tanta repercusión mediática. Las conclusiones surgen de los sondeos realizados por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman, y el que hizo la consultora Hugo Haime y Asociados. El CEOP entrevistó a 1500 personas en todo el país mientras que Haime y Asociados lo hizo con 1400. En ambos casos las entrevistas fueron telefónicas, con respecto a las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
“No veo grandes cambios –señala Bacman–. Hay leves reducciones tanto en Scioli como en Macri y hay un pequeño ascenso de Massa. En todos los casos estamos hablando de uno, dos, a lo sumo tres puntos. Cambios que se vienen dando desde principios de julio, en el último mes. No veo cambios por las denuncias mediáticas porque, básicamente, para quienes votan al FpV esas denuncias no son creíbles. Hay casi un 40 por ciento que no las cree ni mínimamente y esa parte del electorado es la que apoya a la fórmula Scioli-Zanini. Si tuviera que hablar de rangos, los datos de mi última encuesta, proyectados los indecisos, ubican al FpV en un rango que está entre el 39 y el 41 por ciento de los votos. La alianza Cambiemos puede estar, con la proyección, entre el 30 o 32 y UNA entre el 20 y el 22 por ciento. Habrá que tener en cuenta el margen de error de la encuesta, pero eso es lo que vemos hoy.”
Hugo Haime transita por un camino muy similar. “Diría que el rango del FpV está entre el 36 y el 39 por ciento; el de Cambiemos entre el 30 y el 33 y UNA entre 19 y 22 por ciento”, diagnostica Haime. En su última encuesta, proyectada en forma directa, Scioli consigue 37,9, Macri el 26,2, es decir que hay casi 12 puntos entre uno y otro. El total de Cambiemos trepa al 31,3 por ciento, lo que significa que la alianza se ubica a unos siete puntos de diferencia. Por su parte, el frente UNA consigue el 21,3 por ciento, mejorando lo que viene teniendo en los últimos tiempos, con clara preeminencia de Sergio Massa (15 por ciento) por sobre José Manuel de la Sota (6,2 por ciento).
Tanto para el CEOP como para Haime, Progresistas, de Margarita Stolbizer, está en el 4,3 por ciento y respecto de las demás fuerzas, sólo Haime concretó un análisis: para el consultor, pasarían el piso del 1,5 por ciento de los votos válidos, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), con Jorge Altamira ganándole a Nicolás Del Caño, y Compromiso Federal de Adolfo Rodríguez Saá.
“Es cierto que con estos datos se podría abrir un panorama algo distinto –reflexiona Bacman–. Massa entró en un terreno más competitivo por los votos de la oposición. No es casual que haya bastante paralelismo entre lo que subió Massa y lo que bajó Macri. Esto significa que se vuelve a la idea de que el voto opositor se divide y que ya no está tan claro que Cambiemos llegue en octubre al 30 por ciento. Tendrá que pelear fuerte con UNA. Del otro lado, esto le abre la puerta al FpV para ganar sin ballottage con el 40 por ciento de los votos y con diez puntos de diferencia respecto del segundo. Ojo, que igual a Massa le va a costar remontar la diferencia que hoy tiene con Macri, pero es cierto que los votantes de Massa aparecen como un bloque bastante consolidado. Habrá que ver después de las PASO.”
Desde el punto de vista de los consultores, no es del todo metodológicamente lícito sumar en forma directa a los votantes de las distintas alternativas de Cambiemos. “En los últimos días, vemos que Macri sufrió una baja y que hay un leve crecimiento de Ernesto Sanz, en especial en Córdoba, Santa Fe y Mendoza. La lógica es que buena parte del voto de Sanz y Carrió se sumen a Macri en octubre, pero es posible que una parte del voto radical vaya para Margarita Stolbizer. Habrá que verlo con detenimiento después de las PASO. En UNA pasa algo similar. Si Massa le gana, como dice nuestra encuesta, a De la Sota, la lógica es que el tigrense se quede con buena parte de los votos del cordobés. Pero también es posible que una parte emigre hacia Scioli o, en menor medida, hacia Macri. En resumen: habrá que evaluar de nuevo las intenciones de voto después de las PASO.”
Haime, por su parte, no registra el crecimiento de Sanz y percibe una situación de empate entre el radical y Carrió, ambos con el 2,5 por ciento de los votos. Ninguno de los dos amenaza, ni remotamente, la preeminencia de Macri dentro de Cambiemos.
Con estos datos, la esperanza de Massa consiste en derrotar a Macri y entrar a un eventual ballottage. La encuesta lo muestra a ocho o nueve puntos del hombre del PRO, un desafío difícil, aunque no imposible. Hay que ver el impacto de los resultados del domingo. En 2011, Eduardo Duhalde salió segundo en las PASO, pero sus votantes quedaron decepcionados por la baja votación. Eso hizo que Hermes Binner, que salió tercero, pasara al segundo puesto en la primera vuelta.
En el análisis por franjas de la población, Scioli-Zanini alcanzan más del 50 por ciento de los votos en los sectores económicos de menores recursos, donde más que duplica el voto de Macri. Por el contrario, entre los sectores acomodados, el candidato del PRO se impone a Scioli.
Hoy por hoy, el voto en blanco es casi mínimo, está algo por abajo o algo por arriba del dos por ciento, desmintiendo el mito de que con los años de democracia habría un mayor descreimiento y, por lo tanto, más voto en blanco. En 2011 el voto blanco trepó al 4,4 por ciento, muy lejos de los picos que alcanzó en 2001 cuando llegó a más del 15 por ciento. Los indecisos tampoco son muchos: para Haime y Bacman totalizan más o menos un cuatro por ciento. Muestra altos niveles de politización y de definiciones en la gran mayoría de la población.
A 48 horas de las PASO no parece haber guerra de encuestas. Casi todos los estudios de opinión están en línea con lo que diagnostican Haime y Bacman. La lógica indica que en la grilla de partida hacia la primera vuelta de octubre habrá seis candidatos y que la elección, contra lo que se creía, aún no está tan polarizada.
Sábado, 8 de agosto de 2015
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