LA HAYA Triunfo diplomático de Evo La decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya de declararse competente en relación al diferendo marítimo entre Bolivia y Chile puede ser visto como un primer triunfo diplomático sobre el tema del Estado boliviano, y particularmente, de Evo Morales Ayma, el estadista que planificó desde el Palacio Quemado la estrategia internacional del caso en cuestión.
Con una mayoría contundente -14 votos contra 2- los integrantes de la CIJ rechazaron la objeción preliminar impuesta por Chile, aceptando entonces la validez de la demanda boliviana presentada en abril de 2013. "La Corte concluye que los asuntos en litigio no son asuntos ya resueltos por arreglos o acuerdos de las partes" confirmó el fallo.
En términos procedimentales, Chile tendrá ahora unos siete meses para presentar su memoria sobre el tema, con formato similar a la planteada por Bolivia en 2014, momento en el cual Evo Morales viajó a La Haya.
Varias conclusiones pueden extraerse de esta situación. En primer lugar, que la posición diletante de Santiago -bajo la idea de, en términos futbolísticos, “patear la pelota para adelante”- sufrió un duro revés preliminar. ¿Significa esto una derrota de fondo de la diplomacia de Bachelet, afincada ahora en una posible rápida resolución del tema? No, hay que esperar el desenlace final, que será largo y tendrá sus bemoles, pero sin lugar a dudas la decisión de la CIJ favorece a La Paz -en términos reales y también simbólicos- en aquel histórico litigio.
Además, Santiago ya había aceptado la jurisdicción de la CIJ en una demanda similar con Lima, resuelta años atrás. Este fallo se complementa también con aquel antecedente.
En segundo lugar, que la simpatía cosechada por la demanda boliviana en la región amplificó el reclamo, que incluyó eventos como el recientemente realizado por Morales en Buenos Aires. “Es un tema pendiente en el continente” dijo en relación a este planteo el presidente boliviano, tras conocer el fallo, afirmando luego que“si llegamos donde hemos llegado, es gracias a la estabilidad política. Reconozco a los movimientos sociales”.
Con esas palabras, Morales da cuenta que la demanda se ha convertido en un pedido regional, apoyado por buena parte de las organizaciones sociales y políticas del campo nacional, popular, el progresismo y las izquierdas del continente -incluso del propio Chile-.
En tercer lugar, que primó el papel de los liderazgos: Morales supo nuclear a un ejecutivo equipo que tomó aquella demanda con precisión, encabezado por el canciller Choquehuanca, pero además contando con la presencia de diversos sectores políticos -incluso del ex presidente Mesa, quien también tuvo un rol importante allí-. Al abrir el juego, ser audaz, y no intentar mezquindades, Evo consiguió un primer paso de importancia innegable, que fue celebrado por el pueblo boliviano en la Plaza Murillo, de La Paz.
De aquí en más se abrirá un tiempo importante para el avance del caso en sí, una vez ratificada la competencia por parte de la CIJ, en un procedimiento que podría durar hasta unos tres años. Sin embargo, Bolivia ya puede adjudicarse un primer triunfo parcial, que le servirá de reimpulso para continuar su exigencia histórica de salida soberana al Pacífico. Y Evo, en lo personal, una nueva reivindicación internacional, para intentar con más fuerza la reforma constitucional que pueda posibilitar -siempre que el apoyo popular lo amerite en las urnas- su continuidad en el Palacio Quemado.
Sábado, 26 de septiembre de 2015
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