Una operación con un buen pronóstico SALUD PÚBLICA Ante la aparición de una sensación de hormigueo en el brazo, los médicos decidieron extirpar el hematoma a la Presidenta. Según los especialistas, la operación no reviste gravedad. Boudou asumió interinamente el Ejecutivo. Finalmente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner será operada hoy del hematoma craneal que se le diagnosticó durante el fin de semana. “La Presidenta está bien, está tranquila junto a su familia. Lo único que preocupa es la actitud irrespetuosa de parte de la oposición”, aseguraban anoche en la Casa Rosada sobre el estado de salud presidencial y mostraban enojo por las especulaciones políticas en torno del cuadro médico que se modificó ayer al continuar los dolores de cabeza y sumarse un “hormigueo en el brazo izquierdo”, señales que determinaron la operación. Con el vicepresidente Amado Boudou ya a cargo del Poder Ejecutivo, en los alrededores de la clínica comenzaron a acercarse vecinos y militantes para sumar su apoyo.
“Frente a dicho cuadro clínico, este equipo indica la intervención quirúrgica. La misma consiste básicamente en la evacuación quirúrgica de dicho hematoma. La intervención tendrá lugar el martes 8 de octubre de 2013 en horas de la mañana.” El parte médico emitido por el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro informaba ayer a media tarde que Fernández de Kirchner iba a ser operada hoy luego de que el diagnóstico inicial “con fundamento en el hematoma subdural crónico, debió ser modificado debido a que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó en el día de ayer, domingo 6 de octubre a las 19.30, una sensación de ‘hormigueo’ en su brazo izquierdo”. Ante los nuevos síntomas se modificó la propuesta inicial de “reposo y observación” por la de intervención quirúrgica, como informaron las autoridades del hospital Manes, director del Instituto de Neurociencias de la fundación, y Gerardo Bozovich, director médico de la institución.
Después de que se le detectara el hematoma a la Presidenta el sábado por la noche y se recomendara reposo, un equipo médico se trasladó el domingo hasta la Quinta de Olivos ante la insistencia del cuadro al que se sumó el malestar en el brazo izquierdo. Los médicos realizaron un “examen físico-neurológico constatando una transitoria y leve pérdida de la fuerza muscular del miembro superior”, en el que sentía un leve cosquilleo. Ante la nueva sintomatología, se trasladó al hospital al mediodía de ayer para realizarse los estudios prequirúrgicos y luego quedar internada a la espera de la hora de la operación.
“La Presidenta está muy tranquila y lúcida. Está acompañada por su familia y sólo tiene palabras de agradecida por los saludos y el apoyo que ha recibido de la gente en estos días”, señaló un dirigente kirchnerista a este diario. A pesar del diagnóstico y el cambio de tratamiento, en el Gobierno apuntaban a “desdramatizar” la situación porque “se trata de una operación de bajo riesgo y además están asegurados los canales institucionales para que la Presidenta pueda sobrellevar el problema de salud con menor presión y facilitar su recuperación”, haciendo foco en la toma de funciones del vicepresidente Amado Boudou y el trabajo conjunto del Gabinete, “que tiene bien claro cuál es el rumbo elegido por la Presidenta y no se va a modificar”.
Al arribar la presidenta al Hospital Universitario en Entre Ríos y Belgrano, recibió el saludo afectuoso de algunos vecinos que se acercaron a saludarla y darle apoyo. “Fuerza, Presidenta, fuerza!”, arengó un hombre al ver pasar el auto y Fernández de Kirchner contestó con un saludo con la mano en alto. Con el transcurrir del día fueron llegando familiares como la madre de Fernández de Kirchner, Ofelia Wilhelm; su cuñada Alicia Kirchner y el vicepresidente Boudou, quienes se sumaron a la compañía de su hijo Máximo Kirchner. A medida que se afianzaba la información de la internación presidencial, algunas agrupaciones se acercaron para saludarla y mostrarle su apoyo. La Tupac Amaru que lidera la dirigente jujeña Milagro Sala fue una de las primeras en llegar, al igual que algunas banderas del Movimiento Evita se iban colgando en los alrededores. Sin embargo, el kirchnerismo se organizó para no molestar en la zona, pero sí mostrar apoyo.
“No puede ser que frente a un hecho de esta naturaleza, algunos no puedan dejar de lado aunque sea por un momento sus habituales mezquindades”, sostuvo el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, apuntando a dirigentes y grupos mediáticos que no tuvieron reparos en especular con la información de la salud de la Presidenta. “Un jefe de Gobierno que sostiene que se puede violar la Constitución por una sospecha mediática sobre el vicepresidente cuando él mismo sigue ocupando su cargo estando procesado por la Justicia, nos tiene que llamar la atención como sociedad”, continuó el funcionario poniendo en contraste las sospechas de Mauricio Macri con su propia situación con la Justicia.
Acompañando a Boudou en los primeros actos de la agenda política del Poder Ejecutivo, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, destacó en la explanada de la Casa Rosada que había que “darle confianza a la gente de que este equipo está más unido y comprometido que nunca”. Luego del acto en el que se entregaron patrulleros a la Gendarmería, Scioli destacó que iban “a redoblar los esfuerzos”, e insistió en que había que “estar más unidos que nunca y seguir adelante la agenda de gestión porque así es este equipo”. Luego, en un salón de la Casa de Gobierno se sumaron además distintos integrantes del gabinete como Abal Medina; el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; el de Justicia, Julio Alak, y el de Turismo, Enrique Meyer.
La operación estaba programada para las 8 y el primer parte oficial se espera para cuando finalice la intervención y la Presidenta deje la sala de cirugías. El vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, se instalará en el hospital con su equipo para dar a conocer los distintos partes médicos y se especula que alrededor de mediodía se conocerán las primeras informaciones médicas.
Fuente: Pagina12.
Martes, 8 de octubre de 2013
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