EN UGANDA, SEGUNDA ESCALA DE SU GIRA AFRICANA, PREDICO CONTRA LA INJUSTICIA SOCIAL El Papa pidió ayuda para los refugiados En Kampala, el presidente Yoweri Museveni, en el poder desde hace 28 años, mostró su gratitud ante la presencia del pontífice. El papa Francisco elogió la labor de Uganda como país receptor de migrantes de países vecinos.
El papa Francisco llegó ayer a Uganda, segunda escala en su gira por el continente africano, donde elogió la labor del país como receptor de refugiados. Jorge Bergoglio aterrizó en la capital ugandesa, Kampala, tras abandonar Kenia, donde brindó un discurso ante una multitud en el que llamó a las autoridades a que garanticen educación y trabajo a los jóvenes para evitar que se dejen seducir por los grupos violentos que los reclutan en el nombre de la religión.
El Pontífice aterrizó en el aeropuerto internacional de Entebbe cerca de las cinco de la tarde. Allí, el Papa saludó a las autoridades políticas, civiles y militares, que lo esperaban para darle su recibimiento. El mismo consistió en bailes y música de los tambores de la tribu Kiganda y veintiún disparos de cañón al aire. Luego se trasladó junto a su comitiva a la casa presidencial, donde el mandatario Yoweri Museveni, en el poder desde hace 28 años, mostró su gratitud ante su presencia. Francisco dio un breve discurso ante las autoridades del país, en el que elogió la labor de Uganda como país receptor de refugiados que se reintegraron a la sociedad. “El mundo, atrapado en guerras, violencia, y diversas formas de injusticia, es testigo de un movimiento de personas sin precedentes”, dijo. “La manera como los tratamos es una prueba de nuestra capacidad de humanidad, de nuestro respeto por la dignidad humana y, sobre todo, de nuestra solidaridad con estos hermanos y hermanas necesitados”, señaló. “Aquí, en Africa del Este, Uganda mostró una gran preocupación excepcional por acoger a los refugiados, para que puedan reconstruir con seguridad y con el sentido de la dignidad que proporciona el ganarse el sustento mediante un trabajo honrado.” Además, Francisco llamó a los líderes nacionales a redoblar sus esfuerzos por combatir la pobreza. “Aunque mi visita sea breve, deseo seguir alentando los muchos esfuerzos que de modo discreto se están realizando en favor de los pobres, los enfermos y todos los que pasan dificultades.” Por otro lado, instó a las autoridades a preservar la riquezas naturales del país. “Uganda ha sido beneficiada por Dios con abundantes recursos naturales, que ustedes tienen el cometido de administrar con responsabilidad”, dijo. “Nuestro mundo experimenta hoy un crecimiento armónico, al mismo tiempo, sin embargo, vemos con preocupación la globalización de la cultura del descarte”, señaló. El Santo Padre señaló a los líderes ugandeses la necesidad de gestionar de forma transparente. “Hay que garantizar un desarrollo humano integral, una amplia participación en la vida nacional, así como una distribución racional y justa de los bienes.”
Las palabras del Papa en Uganda despiertan gran expectación especialmente en el seno del colectivo homosexual del país, muy perseguido y hostigado, y espera que un mensaje de tolerancia del Papa les ayudaría a mejorar sus condiciones de vida. El motivo principal del periplo de Francisco por Uganda es el 50 aniversario de la canonización de 22 mártires ugandeses, ejecutados entre 1885 y 1887, por no renunciar a su fe. “Los mártires, tanto católicos como anglicanos, son verdaderos héroes nacionales y dan testimonio del lema de Uganda: ‘Por Dios y mi país’”, dijo al respecto.
Previamente, Francisco terminó su visita en Kenia con un esperado discurso en el estadio Kasarani de la capital, donde miles de jóvenes y personalidades religiosas se acercaron para escucharlo. El Papa puso de relieve que la pobreza, el no tener nada para alimentarse, termina logrando que los jóvenes acaben reclutados por grupos extremistas. El Pontífice llamó también a superar las barreras del tribalismo. “Vencer el tribalismo es un trabajo de todos los días”, dijo. La corrupción también ocupó parte de su mensaje. “La corrupción es una dulce y fácil tentación que acabará por volver a las personas y a los países diabéticos”. En su metáfora, instó a los presidentes a ser un ejemplo para su pueblo. “No le tomen el gusto a ese azúcar que se llama corrupción.”
Bergoglio comenzó su segundo y último día en Kenia en un suburbio de Nairobi, ya que quería conocer de primera mano las condiciones de vida con las que lidia la mayor parte de la población africana. Una comisión de religiosos le agradeció al Pontífice que los haya incluido en su visita cuando generalmente son excluidos a nivel político y social.
Para Bergoglio es su undécimo viaje internacional y el primero a Africa, y durante el mismo recorrerá 11.727 kilómetros y pronunciará 18 discursos entre homilías y saludos. De esta forma, se convirtió en el cuarto papa que viaja a este continente después de Pablo VI (Uganda, 1969), Juan Pablo II, que visitó 42 países africanos, y Benedicto XVI. El Vaticano confirmó en varias ocasiones la intención del pontífice argentino de visitar los tres países, incluida la República Centroafricana (RCA), a pesar de que en los últimos meses se han vivido nuevos brotes de violencia, así como ante las amenazas de posibles atentados. A ese país llegará mañana y llevará a cabo una visita a un campamento de refugiados, víctimas de la guerra civil, en un paso fugaz para partir al día siguiente de regreso al Vaticano.
Sábado, 28 de noviembre de 2015
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