EL MASSISMO Y LOS PERONISTAS DISIDENTES ADELANTARON SU AVAL AL PROYECTO EN DIPUTADOS PARA PAGARLES A LOS HOLDOUTS Todo listo para que los buitres canten victoria Massa jugó con el suspenso y finalmente anunció su acuerdo con el proyecto luego de que lo modificaran para, supuestamente, minimizar el riesgo de nuevos juicios. El kirchnerismo quiere dar la discusión y se anticipa una sesión maratónica.
El Gobierno terminó de garantizar ayer el quórum para la sesión especial de hoy al mediodía en la Cámara de Diputados en la que todo indica que tiene los votos para dar media sanción a la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, que reclama el juez Thomas Griesa para avalar el acuerdo de pago a los fondos buitre. Para eso, Cambiemos tuvo que aceptar modificaciones en la redacción del proyecto original para “minimizar” el riesgo de litigiosidad futura, luego de que la Cámara de Apelaciones de Nueva York puso en suspenso la orden de Griesa de levantar el embargo de la ruta de pago a los bonistas que ingresaron al canje de los gobiernos kirchneristas en 2005 y 2010. Desde el macrismo decidieron modificar sobre la marcha su estrategia parlamentaria dado que la oposición “dialoguista” que encabeza Sergio Massa se abroqueló en reclamar “garantías” para dar quórum y aprobar la iniciativa oficial: los negociadores del gobierno terminaron de pactar con el líder del Frente Renovador las modificaciones al artículo dos del proyecto –cuyo texto final todavía se desconoce– y evitar así la posibilidad que el kirchnerismo forzara modificaciones en el recinto durante la discusión del articulado.
Luego del escándalo por el chat de la semana pasada con el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, los peronistas disidentes de Diego Bossio también darán su apoyo. Del lado opositor solo quedaron el Frente para la Victoria (FpV), el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Proyecto Sur y Libres del Sur –aunque los representantes de esta fuerza darán quórum–, quienes coinciden en advertir no solo la avalancha de nuevos litigios, sino las consecuencias para las futuras generaciones el endeudamiento que propone Macri. Temas que estarán en discusión en una sesión que promete ser maratónica.
La decisión de la Corte neoyorquina a horas del debate parlamentario desató nuevos reparos en la oposición dialoguista, que ya habían conseguido algunas modificaciones al proyecto durante el debate del plenario de comisiones de la Cámara baja. Al compás de la justicia estadounidense, el Gobierno organizó de urgencia varias rees con los opo-aliados para ayer por la mañana en la presidencia de Diputados con el aporte de funcionarios, entre ellos el economista Luis Caputo y el abogado Eugenio Bruno que participaron de las negociaciones con los buitres.
Los encuentros fueron fructíferos para el oficialismo. “El Gobierno plantea que los riesgos (de nuevos litigios) son mínimos”, dijo a la prensa el sindicalista mecánico Oscar Romero, que junto a Bossio le ratificaron al Gobierno que el Bloque Justicialista –que rompió con el FpV– dará quórum hoy para sesionar y respaldará el proyecto oficial. Del encuentro del que también participaron el titular de Diputados, el macrista Emilio Monzó, los jefes de los bloques del oficialismo: el radical Mario Negri y el macrista Massot, el mismo que le mandó mensajes de WhatsApp a Bossio diciéndole que los quería “secar” y que los quería arreglar con “5 sanguchitos de miga y tres mates fríos”. El diálogo derivó en una denuncia penal realizada por diputados del Frente para la Victoria.
El macrista Eduardo Amadeo, que preside la comisión de Finanzas, afirmó que el socialismo y el GEN también seguirían los pasos que los peronistas rupturistas, al tiempo que reconocía que los massistas habían faltado al encuentro pero que mantenían abiertos los canales de negociación. Amadeo insistió en que aun sin la presencia de los renovadores en el recinto, Cambiemos tendría quórum. Aunque, de verdad, los números eran muy finos y arriesgados para el oficialismo.
El massismo había postergado su definición en una reunión de bloque que arrancó después de las 17 en el Anexo C de Diputados. Las críticas públicas de Macri al líder renovador –”A veces me parece que privilegia demasiado el corto plazo y su protagonismo personal en vez de pensar en la Argentina del Futuro”, dijo el Presidente– ayudaron a endurecer la postura massista aun más que las propias amenazas de Macri que pronosticó un “ajuste mayor” e “hiperinflación” si no hay acuerdo con los fondos buitre. “Nos quieren llevar (al recinto) a los sopapos”, replicó la jefa del bloque massista, Graciela Camaño.
Al tiempo que el diputado renovador Alejando Grandinetti, que participó de la reunión de labor parlamentaria, ratificaba ante los periodistas parlamentarios que la participación del massismo en la sesión todavía estaba en duda, cuando apareció en escena Massa en el Salón de los Pasos Perdidos para anunciar el consenso con el oficialismo. “Acordamos un cambio para garantizar que el acuerdo (con los holdouts) se haga en el marco de una ley seria que dé garantías”, dijo Massa y agregó que “el acuerdo con los holdouts quede condicionado a que quede firme el fallo” de Griesa que dejó en suspenso la corte de Nueva York. Massa dijo que esto quedará redactado en el artículo dos del proyecto y que acompañará también la derogaciones de las leyes Cerrojo y Pago Soberano. Con eso, Cambiemos se garantizó la aprobación.
Del lado opositor quedaron el FpV, el FIT, Proyecto Sur y Libres del Sur, quienes darán quórum pero votarán en contra, según confirmaron a Página/12.
“Es una prueba más de que fue una pésima negociación. Hay inseguridad no solo con relación al 93 por ciento de los acreedores reestructurados sino también con los actuales porque el que apeló es (Paul) Singer. ¿A qué acuerdo llegaron si apeló Singer?”, dijo el jefe del bloque del FpV, Héctor Recalde. Y agregó: “hay que hacer borrón y cuenta nueva. Mañana no puede haber sesión. Tenemos que mandar nuevos negociadores porque el Congreso, que es el órgano soberano para resolver la deuda externa le dijo no, y que negocien de otra manera, que minimicen el riesgo a su máxima expresión”.
“El quórum es la herramienta que nosotros encontramos para que la sociedad tome conocimiento de lo que está pasando. Es un tema muy técnico y difícil de comprender pero que condena el futuro de los argentinos. La gente tiene que estar atenta, no a cómo votan los diputados, sino a quienes son los que se sientan y dan quórum, porque estas leyes se votan con mayoría simple”, sumó la secretaria parlamentaria del FpV, Teresa García. Un tema que la bancada del FpV terminará de resolver hoy si logra vencer la resistencia de algunos gobernadores peronistas que quieren que den quórum en la sesión, aunque prima entre la mayoría de sus diputados rechazar con el voto la propuesta macrista.
RESPUESTAS AL ULTIMATUM DEL PRESIDENTE POR LA SESION DE LOS BUITRES
“El ajuste ya está en marcha”
El presidente del bloque del FpV le contestó así a Mauricio Macri, quien dijo que si el Congreso no aprobaba la ley para arreglar con los holdouts las consecuencias serían hiperinflación y ajuste.
El presidente Mauricio Macri continuó con sus advertencias para que el Congreso derogue las leyes de Pago Soberano y Cerrojo y permita el endeudamiento para pagarle a los fondos buitre. Luego de afirmar que si no se pasa esa iniciativa oficial vendrán “el ajuste y la hiperinflación”, Macri aseguró ayer en la Bolsa de Comercio de Rosario: “La Argentina no sale adelante si seguimos empecinados en discusiones que nos separan, nos dañan y nos recuerdan cosas que nos han lastimado”. Desde la oposición el diputado Axel Kicillof sostuvo que “es más fácil una plaga de langostas que la hiperinflación que pronostica Macri”.
Luego de advertir la catástrofe económica que sobrevendría, a su criterio, si no se le paga a los fondos buitre, Macri estimó ayer que “la Argentina está en un momento en que necesita sanar esas heridas y darle la oportunidad al otro, de mostrar cuáles son sus intenciones”.
A la voz del presidente se sumó la de una de sus aliadas, que salió a respaldar la sesión express para pagarle a los buitres: Elisa Carrió insistió que “el fallo de la Cámara (de Apelaciones de Nueva York) no altera en nada las negociaciones”. “El senador Pichetto no leyó bien el fallo –sostuvo Carrió–. Nos parece que los resquemores del senador Pichetto, luego propagados por el Bloque Justicialista, el Frente Renovador y otros peronistas disidentes, sólo busca eludir la confrontación con los kirchneristas más acérrimos del FpV, siendo meras excusas para no comprometerse con la política del Ejecutivo.” “No es preocupante, si no más bien todo lo contrario”, dijo Carrió.
Desde la oposición, una serie de dirigentes salieron a responder. A la cabeza fue el ex ministro de Economía, Axel Kicillof: “Macri me sorprendió mucho hablando de la hiperinflación. Nosotros creemos que hay que arreglar con los holdouts, pero decir eso es sólo meter miedo. Macri debería explicar ahora cuáles son los factores hiperinflacionarios. ¡Son las 10 plagas de Egipto! Yo veo que están intentando apretar al Congreso con miedo porque quieren hacer ver que estamos frente a un precipicio”, aseguró el diputado.
“Nosotros estamos de acuerdo con que hay que arreglar este tema. Pero en condiciones claras y ventajosas para la Argentina. Lo que se propone es cualquier cosa ya que no evalúa qué riesgos jurídicos puede traer y qué condiciones económicas se les conceden a los acreedores como Paul Singer”, remarcó. “Es un mal acuerdo con quitas muy inferiores a las prometidas. No hay seguridad jurídica de que el resto de los bonistas no accionen judicialmente como ya lo han planteado ante la Cámara de los Estados Unidos. Y, por fin, no quedan claras las condiciones de negociación con muchos puntos oscuros, como el pago de 236 millones de dólares a abogados de Singer que no se detallan ni justifican”, remarcó.
Por su parte, el jefe de bloque del kirchnerismo en Diputados, Héctor Recalde, le respondió al Presidente que “con dos devaluaciones con más de 120 mil despidos y cesantías el ajuste ya está. Que no venga a decir ‘si no vamos a ajustar’ porque es una amenaza vana que ya está”. Para el dirigente opositor, el fallo de la Cámara de Apelaciones “es una prueba más de que fue una pésima negociación. Hay inseguridad no solo con relación al 93 por ciento de los acreedores reestructurados sino también con los actuales porque el que apeló es Singer. ¿A qué acuerdo llegaron si apeló Singer?” “Hay que hacer borrón y cuenta nueva. Mañana (por hoy) no puede haber sesión. Tenemos que mandar nuevos negociadores que vayan a negociar porque el Congreso que es el órgano soberano para resolver la deuda externa le dijo no y que negocien de otra manera, que minimicen el riesgo a su máxima expresión”, destacó.“Es la primera vez que escucho a un presidente extorsionar al Congreso de esta manera”, aseguró la diputada María Teresa García.
En tanto, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, se mostró a favor de “debatir y ver cuáles son las condiciones y si son razonables, con un acuerdo que permita salir de este estado en el que estamos sin tantos costos internos”. “Todos coincidimos que hay que pagarles, pero hay que ver en qué condiciones y viendo la forma de proteger la calidad de vida de todos los argentinos”, señaló. “Hay situaciones nuevas que ameritan a que haya alguna explicación, como la Cámara de apelaciones del juez Griesa que está pidiendo tiempo. Habría que pagar después de que ese fallo quede firme”, indicó el ex gobernador José Luis Gioja.
“Podríamos estar tirando 15 mil millones de dólares para pagarles algunos bonistas y no está totalmente cerrado el acuerdo con el resto”, advirtió el diputado Juan Cabandié, quien consideró injustificadas las declaraciones del presidente: “El ajuste se implementó desde el día que empezó a gobernar Macri y fue progresivamente creciendo. Se devaluó 60 por ciento, hubo aumentos de luz, gas, peajes, más de 100 mil despedidos, se retrotrajo la economía. El ajuste ya está plasmado”.
Gambeta del procurador
Pese a que en el Gobierno esperaban un dictamen contundente que acompañara su iniciativa en el Congreso, el procurador del Tesoro, Carlos Balbín, evitó ponerle la firma a la opinión de que no hay riesgos de nuevos litigios por parte del 93 por ciento de los bonistas que entraron en los canjes de deuda y que podrían apostar a cobrar lo mismo que los fondos buitre. Balbín dictaminó que la opinión en ese sentido del bufete de abogados que contrató la Argentina (Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton) corre por cuenta de ellos. En una carta al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, Balbín sostuvo, como jefe de los abogados del Estado, que no tiene competencia para pronunciarse sobre la opinión de ese bufete de abogados.
Martes, 15 de marzo de 2016
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