MONSEÑOR CASTAGNA La complicidad con los corruptos afecta credibilidad de la fe “Nadie debe extrañarse que, en virtud de la palabra evangélica, la Iglesia denuncie el engaño y la corrupción como oposición directa a la Verdad que tiene el grave deber de exponer y testimoniar”, aseguró el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, y exclamó: “¡Cómo afecta a la credibilidad de la fe el escándalo de la pedofilia o de la complicidad con los corruptos, aunque se recurra, a veces, a una cierta y discutible ingenuidad”.
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, advirtió que únicamente desde la perspectiva de la fe podrán entenderse correctamente las palabras y gestos del papa Francisco, y aseguró que “no ocurre así, según lo evidencian los últimos acontecimientos, algunos bochornosos -por su voltaje de alta corrupción- que han salpicado a una Iglesia consternada”.
“Es el momento de poner las cosas en su lugar, y de renovar la fidelidad a los contenidos esenciales de la fe. La ‘transparencia’ está en la enseñanza y en los gestos del Divino Maestro. Los escribas y fariseos fueron severamente amonestados por Jesús, a causa de la hipocresía que los caracterizaba. El Evangelio - o sea, Cristo - no tolera la mentira, el fingimiento y la hipocresía”, sostuvo.
“Los cristianos, sea cual fuere la misión que les corresponda desempeñar en la sociedad, deben asegurar ese comportamiento en sus relaciones, tanto con el mundo como con la Iglesia misma. Nadie debe extrañarse que, en virtud de la palabra evangélica, la Iglesia denuncie el engaño y la corrupción como oposición directa a la Verdad que tiene el grave deber de exponer y testimoniar”, agregó.
El prelado afirmó que “afecta a la credibilidad de la fe el escándalo de la pedofilia o de la complicidad con los corruptos, aunque se recurra, a veces, a una cierta y discutible ingenuidad”.
“Cristo no quiso presentarse como fiscal o juez de los hombres. Su misión, Él mismo lo ha dicho, ‘no es juzgar sino salvar’. La Verdad que expone, identificada con Él por el Misterio de la encarnación, se constituye en el verdadero juez de la conducta humana. Únicamente la Verdad, que preserva y ‘hace libre’, juzga y condena a quienes la contradicen”, aseveró en su sugerencia para la homilía dominical.
Viernes, 24 de junio de 2016
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