La Presidenta “no aguantaba más” la internación y pedía irse de la clínica CRISTINA PEDÍA IRSE DE LA CLÍNICA Cristina concluyó su estadía en la Fundación Favaloro junto a sus hijos y con un fuerte operativo de custodia. “La señora quería irse, no aguantaba más acá adentro. Es comprensible: no para nunca”, confesó a Clarín una fuente oficial refiriéndose a la salida de la Presidenta, Cristina Kirchner, de la Fundación Favaloro, que dejó ayer luego de que los médicos le otorgaran el alta. La permanencia de Cristina en el sexto piso de la clínica -donde fue operada el lunes para extraerle un hematoma en la cabeza- finalizó, no así el monitoreo del cuerpo médico que incluirá durante un mes “estrictos controles” en la Quinta de Olivos.
Ayer, poco después del mediodía, Cristina dejó la clínica en una pequeña caravana de cuatro autos oficiales. Su favorable evolución determinó que el cuerpo médico le diera el alta, algo que estaba previsto desde el martes, el día en que fue operada.
En su salida, la Presidenta estuvo acompañada por sus hijos: Máximo pasó la noche con ella y Florencia llegó por la mañana. Hubo un fuerte operativo de seguridad y Cristina se fue aplaudida por un grupo de militantes kirchneristas que la esperaba afuera del edificio.
A media mañana, el movimiento de autos, personal de seguridad presidencial y de la Policía Federal se hizo más intenso. Fueron dos horas que tomó el equipo de seguridad para organizarse y ultimar detalles: “ Si ustedes la quieren cuidar no encierren el auto, miren que ella (por la Presidenta) no se puede estresar ”, fue el pedido de un alto oficial de la policía a los militantes kirchneristas. La solicitud se extendió a la prensa pero por parte de personal de Presidencia: “No se tiren por favor arriba del auto, va a pasar despacio”.
A las 13:30 se abrió el portón del estacionamiento de la clínica y una fila de cuatro vehículos oficiales salió del lugar custodiados por la policía. El primer auto fue el Audi color gris que trasladó a la Presidenta. Sus hijos la escoltaron en el segundo vehículo.
Hubo un fuerte operativo de seguridad, superior a los días anteriores, y aunque fue menguando la cantidad de militantes con el correr de los días desde el lunes, ayer un grupo de cien personas esperó la salida de Cristina e hicieron un cordón por donde circularon los autos de la comitiva. La aplaudieron y cuando se retiró comenzaron a cantar. La agrupación Tupac Amaru fue la protagonista: acampó durante los seis días de internación. “Ahora sí vamos a poder descansar un poco”, confesó ayer uno de sus referentes a Clarín.
La Presidenta pasó su última noche en la Fundación Favaloro junto a su hijo Máximo. Florencia, su hija menor, llegó ayer temprano. Los hijos de la Presidenta se habían alternado para permanecer cada noche de las seis que duró la internación en la clínica.
Ofelia Wilhelm, la madre de Cristina, no estuvo ayer, pero cada día la visitó a primera hora: se iba siempre a las tres de la tarde. Giselle Fernández, la hermana de la Presidenta, fue de las personas que más tiempo pasó con ella, al igual que Alicia Kirchner, cuñada presidencial y ministra de Desarrollo Social.
Fuente: Clarín.
Lunes, 14 de octubre de 2013
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