UN CONTUNDENTE TRIUNFO EN EL 4J LO PROYECTA A OCTUBRE Camau se hace fuerte en Capital El candidato a Gobernador del frente opositor es consciente de la importancia electoral del principal distrito que concentra el 38% del padrón provincial. Sabe que en Capital sigue pisando fuerte y apuesta a que un buen resultado en las elecciones anticipadas lo coloquen como el favorito para la pelea de fondo. En este contexto trabajará y mucho para garantizar un triunfo que trasciende a la propia Capital. En tanto, Ricardo sigue dominado por las contradicciones, iniciando una semana en la que todos lo mirarán a la espera que dé algo más que pistas de lo que hará para salir de la encrucijada en la que se metió al promover, anticipadamente, su propia sucesión y demorar la bendición del heredero que correrá con los colores de Encuentro por Corrientes.
TRES PIEDRAS EN EL ZAPATO DEL GOBIERNO. La relación de los tres con el Gobierno nacional incomoda y mucho a un Ricardo que tiene demasiados cabos sueltos y al que el tiempo de las definiciones se le acerca. Camau, que pico en punta, espera consolidar desde la Capital su proyecto político con un triunfo que lo proyecte como el candidato natural para octubre. Si ello se produce, el Gobierno Nacional podría terminar largándole la mano a la troupe colombista. Una decisión natural si se considera que Corrientes es después de la Provincia de Buenos Aires la mas importante vidriera electoral del país, a tres semanas de las elecciones nacionales. El Presidente necesita ser parte de un esquema ganador.
El miércoles será el discurso de despedida del aún hoy hombre fuerte de Corrientes, que tras doce años dejará el Gobierno y el poder el próximo 10 de diciembre.
Sin internas, el radicalismo espera el dedo de su líder, quien alienta a unos y a otros estimulando una puja sórdida y desordenada que hace crujir al radicalismo por dentro y salpica de lleno a la alianza gobernante, donde conviven socios ansiosos en la repartija del poder comenzando por el propio Gustavo Canteros, que ha dicho con todas las letras y en sucesivas oportunidades que espera sea su turno para lo que se preparó toda la vida.
Con mayor cautela, aunque sin perder esperanzas, están Perucho Cassani, virtual candidato a la Vicegobernación pero al que no le disgustaría reemplazar a Colombi y el propio senador nacional Pedro Braillard Poccard, un hombre de suerte que se bautizó en el Salón Amarillo y que nunca desde entonces se alejó del poder.
Entre los radicales no es un secreto que es el Presidente del partido quien corre con claras ventajas. Fiel exponente de la poderosa Cooperativa Universitaria, su candidatura se ha afianzado como algo natural en el recambio que se dará dentro del radicalismo. De hecho tendrá su impronta propia, personalidad clara y un respaldo partidario que supera al de otros pretendientes.
Desde atrás corren Peteco Vischi, y el aún rezagado Gustavo Valdez no pierde esperanzas. Por el costado, Enrique Vaz Torres, un hombre al que no hay que descartar en función a que su perfil es el que más se acomoda a las propias necesidades de Colombi de mantener vigencia y protagonismo en el tiempo que se viene. Y por último Carlos Mono Vignolo, un hombre de reserva, siempre pronto, que cuenta tanto como Vaz Torres y Vischi con las simpatías del poder central y que registra en su haber el hecho no menor de haber sido el soporte del retorno de Ricardo al Gobierno en el 2009. El Mono es hoy por hoy el número dos del esquema gubernamental, para muchos un tablero de doble comando más allá de que se entiende por señas con Ricardo, quizás tanto como Vaz Torres.
Mientras Camau sigue corriendo solo, con claras ventajas comparativas y con una llegada privilegiada, y quizás hasta poco conocida con el Gobierno federal, Ricardo tiene que lidiar con varios frentes abiertos, en los cuales todos tienen que ver con todos.
Por un lado, el candidato, la decisión más traumática a partir del la experiencia con Arturo en el 2005. Luego, su propia relación con la Casa Rosada, que se caracteriza por los vaivenes y donde está claro que no sólo hay una línea abierta y fuerte con Camau sino que se alienta, sin disimulo a Antonio Tarrago Ros y a Ingrid Jettter como expresión de la renovación dentro de la política correntina.
En este marco, Colombi ni su troupe representan un modelo que entusiasme al número uno del poder en la Argentina,
Al tema candidato, al tema relación con el poder central se suma una decisión de alto riesgo como es la de aprobar el desdoblamiento legislativo.
Lo imaginado para perjudicar a la oposición podría terminar siendo aún mayor el daño en sus propias filas al descubrir las cartas antes de tiempo, defraudando expectativas y resintiendo la capacidad de fuego de la alianza gobernante. En el medio, y en el caso de que se avance con el desdoblamiento, está la definición de la fecha.
Los capitalinos le reclaman que sea coincidente con la elección del 4 de junio. Husmean en que podría haber un acuerdo no escrito para entregar la Capital. Colombi, fiel a su estilo enigmático, quiere aparentar una seguridad que pareciera no tener. "Quédense tranquilos", dice una y otra vez a una dirigencia que ha visto una sucesión de errores en los últimos meses que los mueve a la preocupación.
Con el inicio de marzo asoman las decisiones. Ya no hay más margen. La hora de la verdad parece haber llegado.
Lo notable es que el propio Ricardo ha estimulado una pelea que no le será fácil controlar cuando el testamento se lea y se conozca al heredero y menos cuando se conozca la lista de candidatos a legisladores provinciales y nacionales que dejará un tendal de heridos por fuera y por dentro.
Los que de política y sucesiones saben admiten que lo del Gobernador es un claro caso de mala praxis. Se ha encargado de dividir la familia con una zanahoria que puso por delante con demasiada anticipación y con demasiada demora en la definición.
Habrá un solo dueño, luego de lo cual no será fácil juntar la tropa. ¿Cómo convencer a los demás de que no ha sido una decisión arbitraria?
Lunes, 27 de febrero de 2017
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