EL CUESTIONARIO QUE EL PAPA MANDO A LOS FIELES DE TODO EL MUNDO SOBRE LOS TEMAS MAS RISPIDOS DE LA IGLESIA Las preguntitas de Francisco Bergoglio envió a todos los obispos 39 preguntas que deben ser respondidas antes del sínodo del año próximo. Consulta sobre los divorciados vueltos a casar, el matrimonio entre personas de igual sexo, el aborto, los métodos anticonceptivos. Aquí, el cuestionario.
“¿Existe en el país una ley civil de reconocimiento de las es de personas del mismo sexo equiparados, de algún modo, al matrimonio?”; “¿qué atención pastoral es posible desarrollar en relación a las personas que han elegido vivir según este tipo de es?”; “¿cómo es anunciada a los separados y a los divorciados casados de nuevo la misericordia de Dios?”. Ayer se dieron a conocer las preguntas que preparó el papa Francisco para los fieles de todo el mundo sobre temas cuya reflexión considera “urgente y necesaria”: el matrimonio igualitario, el control de natalidad, el aborto, la adopción por parte de las parejas del mismo sexo, el divorcio, la maternidad subrogada, entre otros. El cuestionario está dirigido a las distintas conferencias episcopales para elaborar un documento introductorio con vista al Sínodo de Obispos Extraordinario sobre la familia que se realizará el año próximo en Roma. Las respuestas podrán ser enviadas al Vaticano hasta enero del 2014 y se recomienda a los obispos consultar con sus fieles.
La encuesta está conformada por 39 preguntas que apuntan a permitir a las iglesias particulares “participar activamente en la preparación de un sínodo extraordinario”, según señaló en conferencia de prensa su secretario general, Lorenzo Baldiserri. La reunión con los obispos y cardenales de todo el mundo, convocada por Francisco el mes pasado, se celebrará del 5 al 19 de octubre del año próximo en el Vaticano. “Para iniciar el proceso de consulta se invitó a las diócesis a difundir el documento de forma capilar en los decanatos y parroquias con el fin de obtener datos concretos y reales”, agregó Baldiserri.
Previo a las preguntas, el documento enviado a los obispos plantea un cuadro de situación: “En el tiempo que estamos viviendo, la evidente crisis social y espiritual llega a ser un desafío pastoral, que interpela la misión evangelizadora de la Iglesia para la familia, núcleo vital de la sociedad y de la comunidad eclesial. La propuesta del Evangelio sobre la familia en este contexto resulta particularmente urgente y necesaria”. Y, en el mismo tono, más adelante agrega: “Hoy se presentan problemáticas inéditas hasta hace unos pocos años, desde la difusión de parejas de hecho, que no acceden al matrimonio y a veces excluyen la idea del mismo, a las es entre personas del mismo sexo, a las cuales a menudo es consentida la adopción de hijos”. El documento enumera otras “problemáticas inéditas” que surgieron en el último tiempo como “los matrimonios interreligiosos”, “la difusión del fenómeno de la maternidad subrogada”, las “formas de feminismo hostil a la Iglesia” y el “pluralismo relativista en la concepción del matrimonio”. Sin embargo, el escrito reconoce que la urgencia para plantear estas cuestiones se debe a “la debilitación o el abandono de la fe en la sacramentalidad del matrimonio”.
Entre las preguntas, se indagan cuestiones como el porcentaje estimado en cada comunidad de parejas separadas y divorciados vueltos a casar, qué piden esas personas a la Iglesia y qué actitud asumen las iglesias particulares ante esta situación. “¿Existe una pastoral orientada a la atención de estos casos?”, interroga el escrito.
En el apartado titulado “Sobre el matrimonio según la ley natural”, se pregunta: “¿Es comúnmente aceptado, en cuanto tal, el concepto de ley natural en relación a la unión entre el hombre y la mujer, de parte de los bautizados en general?”. Y: “¿Cómo es contestada, en la práctica y en la teoría, la ley natural en lo que respecta a la unión entre el hombre y la mujer en vista de la formación de una familia?”.
En otro de los apartados, referido a las enseñanzas de la Iglesia, la encuesta se pregunta si éstas “son integralmente aceptadas” y si “se verifican dificultades para ponerlas en práctica”. “¿Cómo se difunden las enseñanzas de la Iglesia en el contexto de los programas pastorales?”. “¿En qué medida dichas enseñanzas son realmente conocidas, aceptadas, rechazadas y/o criticadas en ambientes extra eclesiales?”
La Conferencia Episcopal Argentina –que preside monseñor José María Arancedo– se encuentra reunida esta semana en Pilar analizando el cuestionario para poder remitir una respuesta al Vaticano.
La convocatoria al sínodo fue realizada por Francisco el pasado 8 de octubre. Este tipo de asamblea, de la que participan obispos, arzobispos y presidentes de las conferencias episcopales del mundo, se llevó a cabo solo en dos ocasiones: en 1969 y en 1985. De acuerdo con los estatutos del Sínodo de Obispos, la asamblea general extraordinaria se reúne “cuando los temas a tratar, aunque relativos al bien de la Iglesia Universal, requieren una solución rápida”.
En el apartado titulado “Sobre la apertura de los cónyuges a la vida”, se interroga sobre la postura de la Iglesia en torno del aborto y los métodos anticonceptivos no naturales, contenida en la encíclica Humanae Vitae:
- ¿Tienen los cristianos un real conocimiento de la doctrina de la Humanae Vitae sobre la paternidad responsable? ¿Qué conciencia se tiene del valor moral de los diferentes métodos de control de los nacimientos?
- ¿Es aceptada la mencionada doctrina moral? ¿Cuáles son los aspectos más problemáticos que dificultan la aceptación en la gran mayoría de los matrimonios?
- ¿Qué métodos son promovidos de parte de las iglesias particulares para ayudar a los cónyuges a aplicar la doctrina de la Humanae Vitae?
- ¿Cómo se puede promover una mentalidad abierta a la natalidad? ¿Cómo se puede favorecer el aumento de los nacimientos?
Las es de hecho
Respecto de lo que el cuestionario define como “situaciones matrimoniales difíciles” se incluyen las siguientes preguntas:
- ¿Es una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular la convivencia ad experimentum? ¿Es posible estimar numéricamente un porcentaje?
- ¿Existen es libres de hecho, sin reconocimiento religioso ni civil? ¿Hay datos estadísticos confiables?
- ¿Son una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular los que están separados y los divorciados casados de nuevo?
- ¿Qué piden las personas divorciadas y casadas de nuevo a la Iglesia a propósito de los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación?
- ¿Podría ofrecer realmente un aporte positivo a la solución de las problemáticas de las personas implicadas la agilización de la praxis canónica en orden al reconocimiento de la declaración de nulidad del vínculo matrimonial?
Para estar más cerca de la gente
Por Washington Uranga
La Iglesia Católica ha iniciado el proceso de preparación del sínodo extraordinario –un encuentro mundial de obispos– que se celebrará en octubre del 2014 y cuyo tema central será la familia. En ese camino, el Vaticano lanzó una consulta dirigida a los fieles. Si bien no es la primera vez que la Iglesia Católica recurre al método de la consulta –en la Argentina se ha ensayado en diferentes ocasiones–, lo novedoso es el contexto que le brinda el pontificado de Francisco y la disposición manifiesta del Papa para hablar de todos los temas. Esta es la instrucción que Bergoglio les ha dado a sus colaboradores, que no haya temas vedados. En ese marco lo que cambian son las preguntas, varias de las cuales salen de la retórica para ir a cuestiones de fondo.
El sínodo es una asamblea de los obispos a la que concurren representantes de las conferencias episcopales de todos los países y normalmente está destinado a un tema específico. Es una instancia de reflexión e intercambio que luego presenta sus recomendaciones al Papa quien, en la mayoría de los casos, termina redactando un documento con recomendaciones para toda la Iglesia. El sínodo es un organismo creado por el papa Pablo VI en 1965, cuando estaban concluyendo las sesiones del Concilio Vaticano II y con la intención de generar mayores espacios de participación en las decisiones. Francisco, que ha insistido en la responsabilidad colectiva de los obispos en la conducción de la Iglesia, recurre ahora a esta asamblea extraordinaria para buscar respuestas a temas que han sido espinosos y difíciles para el catolicismo en los últimos tiempos: la familia, las relaciones de pareja, el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Lorenzo Baldisseri, el secretario del sínodo, dijo al presentar el encuentro que tendrá por tema la familia, que a Francisco le interesa que el trabajo de esta asamblea episcopal sea “permanente”. Doble mensaje: que los obispos asuman la corresponsabilidad de las decisiones que se tomen y que se dediquen todos los esfuerzos a buscar respuestas a varios de los dilemas de la Iglesia.
A pesar de ser un organismo de participación, el sínodo seguirá siendo, al menos por ahora, una instancia episcopal. Aun cuando el tema sea la familia, la intervención de los laicos, especialmente de las mujeres, será muy reducida. Baldisseri fue terminante cuando se lo consultó al respecto: “Se trata del sínodo para los obispos, no del sínodo para los laicos”.
Las 39 preguntas que se someten a consulta se refieren a nuevos problemas y situaciones que “exigen la atención y el compromiso pastoral de la Iglesia”. Por ese motivo no se eluden varias de las cuestiones que, sin duda, resultan molestas para las miradas más tradicionales. Se pide opinión sobre “la convivencia ad experimentum”, sobre la es libres o de hecho, sobre los divorciados y vueltos a casar. Llama particularmente la atención una de las preguntas en la cual se interroga acerca de si “¿podría ofrecer realmente un aporte positivo a la solución de las problemáticas de las personas implicadas (los divorciados) la agilización de la praxis canónica en orden al reconocimiento de la declaración de nulidad del vínculo matrimonial?”. Como se sabe, la Iglesia no admite el divorcio pero, en determinados casos, el derecho canónico contempla la posibilidad de declarar nulo el matrimonio, lo que redunda, en la práctica, en el mismo efecto y habilita a los cónyuges a un nuevo casamiento en el marco religioso. Si bien las nulidades –antes sumamente restringidas– se han ido extendiendo, todavía es una práctica muy restringida. ¿Sería éste un camino para convalidar las separaciones? El cuestionario pregunta incluso “¿en qué forma?” podrían ofrecerse tales nulidades.
Tampoco se omiten las preguntas sobre “las es de personas del mismo sexo” y la atención que la Iglesia debería prestar a esta nueva realidad.
¿Cambio de doctrina? La respuesta la brindó el cardenal de Budapest, Peter Erdo, relator del sínodo: “No tenemos la voluntad de replantear todo el discurso sobre la doctrina católica, sino que, con base en el enfoque pastoral, queremos considerar todas las situaciones”. De hecho éste es el mismo planteo de Bergoglio. La idea no es cambiar la doctrina, pero sí interpretar su modo de aplicación práctica. También partiendo de la base de que en muchos casos la Iglesia interpretó la doctrina en forma “restrictiva” y “fundamentalista”. Cambiar el “enfoque pastoral” es la manera que, según Francisco, la Iglesia Católica se puede acercar a la realidad de la gente.
Jueves, 7 de noviembre de 2013
|