Por el Amado Groncho Un Hombre popular, querido por los buenos, odiado por los malos Después de haber escuchado a la prensa oficialista, a la que no, también (la negociada). Ya que los atrevidos cuestionan de donde surgieron, paso a paso, el camino es hermoso, sigue latente, sigue vigente, y en su defecto, una pena para ustedes, está el Groncho. Ellos que se cuestionan al padre de la democracia, al gran Alfonsín. Ninguno de los dirigentes que levanta la prensa de libres, representan y jamás lo harán, es decir el ideario de renovación y cambio.
Construcción que no merece el silencio actual, política que creó Don Carlos Sanabria y el entonces Diputado Nacional Raul Alfonsín.
Al Don Carlos se le sumaron dirigentes locales de la talla de: Marieti, Don Otho Garay, el querido Dr. Flaschlann, el padre de Pecho Acosta, Don Alvez y uno de los personajes alegres que pasan nuestros días, el hijo de Baez, el primer afiliado de la juventud de renovación y cambio de la Mesopotamia.
Eran tiempos difíciles, porque hablar de libertad, de democracia significaba ser enemigo del imperio, de la violencia, “del estado”.
A 30 años de democracia, ningún dirigente de la UCR puede hablar de libertad, porque ellos usufructuaron los valores de la democracia como el ex Senador Vischi y los que vinieron después. Ellos navegaron y lo siguen haciendo en el nombre de una construcción que fue la derrota del 2002. Los comités de Libres nunca le rindieron honor a los revolucionarios del 33, como tampoco a los posteriores que acabo de mencionar.
Simplemente porque aspiran a la política sin raigambre, para construír una sociedad sin memoria.
Para que todos piensen que la política es el arte fortuito y que la libertad en definitiva no es un acto moral, sino que nos llega por acaso, como si sacáramos una lotería. El hecho central está en negar, que la libertad es construída por hombres que sacrifican su tiempo, esclavizan su dinero porque siguen creyendo hasta hoy que la sociedad se merece una historia distinta.
Este es el recuerdo vivo que le deja el Groncho a los militantes: radicales, socialistas, peronistas, comunistas, etc, o cualquier ciudadano que se detenga a pensar en el derecho de los otros.
Gracias por 30 años de democracia.
Miércoles, 13 de noviembre de 2013
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