PELEA ENTRE EL ALFONSINISMO Y EL SECTOR DE MOREAU Y STORANI POR EL PASE DE DIRIGENTES AL MASSISMO Los radicales bonaerenses se dan Massa El alfonsinismo pidió la expulsión de los radicales que saltaron al Frente Renovador. La oposición interna, en cambio, reclamó la renuncia del titular del partido, Alejandro Armendáriz, por el “estrepitoso fracaso electoral”. El martes habrá un plenario. El flojo resultado de la lista encabezada por Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín en la provincia de Buenos Aires y la fuga de dirigentes del radicalismo provincial hacia la filas del massismo profundizaron las diferencias entre los distintos sectores internos de la UCR de cara al plenario convocado por el Comité bonaerense para el próximo martes. El pase de legisladores e intendentes al Frente Renovador renovó el histórico enfrentamiento interno entre el alfonsinismo y el sector de Nuevos Aires –conducido por Leopoldo Moreau y Federico Storani–, que salió a pedir la renuncia del titular del radicalismo bonaerense, Alejandro Armendáriz, por el “estrepitoso fracaso electoral”. Por su parte, la Convención partidaria reclamó formalmente al Tribunal de Disciplina la expulsión de legisladores, mientras se avanza en dar de baja la ficha de afiliación de los intendentes Gustavo Posse (San Isidro) y Carlos Oreste (Coronel Pringles) por saltar al massismo.
El 11,8 por ciento obtenido por la alianza entre el radicalismo y el GEN en Buenos Aires reavivó la pelea entre el alfonsinismo, que actualmente comanda la UCR, y la oposición encabezada por Moreau y Storani. El martes próximo a las 19 se verán las caras en el plenario convocado en la sede porteña del comité provincial. Para calmar los ánimos antes del encuentro, el partido ya inició acciones contra los radicales massistas. Pesa sobre seis legisladores un pedido de expulsión. Se trata de Roberto Costa (del possismo) y de Malena Baro, quien responde al intendente de Junín, Mario Meoni. Ambos senadores fueron reelectos integrando listas del Frente Renovador. También serán apartados de las filas del radicalismo los diputados provinciales Walter Carusso (Posse) y Valeria Arata (Meoni), quienes tienen dos años por delante en sus bancas, además de Ricardo Jano, que integraba las filas del Modeso, de Leopoldo Moreau, y de Laura Esper (Posse), quien en diciembre próximo asumirá una banca como diputada nacional por el FR.
Días atrás el propio Alfonsín salió a criticar la situación, pero poniendo el eje sobre el massismo y no sobre los dirigentes que pegaron el salto. “En rigor, están haciendo lo mismo que ya hicieron cuando formaban parte del kirchnerismo: con discursos que invocan amplitud y apertura política, disfrazan lo que no es otra cosa que una inescrupulosa maniobra de cooptación de dirigentes y desmembramiento de partidos políticos”, se quejó el diputado nacional, quien reclamó que el Frente Renovador proponga un “diálogo institucional” si es que desea “reunir diferente tradiciones políticas”. “Eso sería respetar las instituciones y es lo que haría un auténtico político republicano”, remató Alfonsín.
Para la ex diputada provincial y secretaria general del partido, Cecilia Moreau, el alfonsinimo utiliza la expulsión de esos dirigentes “como una maniobra destinada a impedir un debate profundo sobre la grave crisis que desde hace tiempo atraviesa el radicalismo bonaerense”. En ese sentido, sostuvo que de cara al plenario del próximo martes, la conducción partidaria “busca desviar el eje de discusión del fracaso político que significó la contundente derrota electoral” en los comicios de octubre, en los que Stolbizer y Alfonsín quedaron muy por debajo de Sergio Massa y del kirchnerista Martín Insaurralde.
En ese contexto, Moreau cuestionó la estrategia electoral que llevó adelante el alfonsinismo “basada en proscripciones, en garantizar la reelección para cuatro o cinco vivos, sin planificación ni discusión interna, y que significó un retroceso en la cantidad de bancas radicales tanto en el Congreso Nacional como en la Legislatura provincial”. Además, reclamó que Armendáriz dé un paso al costado y “renuncie” a la titularidad del partido, que –consideró– “desde hace años dejó de ser competitivo electoralmente” y cuestionó a la cúpula de la UCR nacional por “plantear que el radicalismo se recuperó, cuando en Buenos Aires está a punto de su disolución”.
Fuente: Página12.
Jueves, 14 de noviembre de 2013
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