Corrientes El nuevo arzobispo de la provincia intensificará el camino de apertura  Monseñor José Larregain resaltó la necesidad de recibir a las personas tal como son. "Se debe abrir las puertas y caminar junto a la gente".
Los desafíos actuales y la organización de la Iglesia católica de Corrientes, sus preocupaciones por la pobreza, las adicciones, la relación con monseñor Andrés Stanovnik y la salud del papa Francisco fueron algunos de los temas que abordó monseñor José Larregain en declaraciones radiales.
Este sábado último, monseñor Larregain asumió como nuevo Arzobispo de la Arquidiócesis de Corrientes. La noticia fue dada a conocer simultáneamente en Roma y Buenos Aires por el Nuncio Apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk.
Larregain hizo declaraciones ayer en Radionord sobre su visión pastoral y los desafíos que enfrenta al relevar a monseñor Stanovnik.
Durante la charla, el nuevo prelado de la Iglesia católica en Corrientes, expresó que, aunque su nombramiento implica cambios en la animación pastoral, la estructura básica de la Iglesia no se modificará significativamente. "La idea es continuar con lo que veníamos haciendo, aunque siempre es necesario renovar el enfoque para poder afrontar los nuevos desafíos", explicó.
Una de las principales improntas de monseñor Larregain será la sinodalidad, un concepto central en la Iglesia actual promovido por el papa Francisco. "La sinodalidad implica caminar juntos, pero no sólo en el sentido de seguir un camino claro, sino de construirlo juntos, en comunidad", señaló. Según el arzobispo, la sinodalidad requiere una apertura que permita escuchar y recibir a las personas tal como son, algo fundamental para enfrentar los desafíos actuales, como el crecimiento de otras religiones y la falta de conexión de la Iglesia con ciertos sectores de la sociedad.
UN HOSPITAL DE CAMPAÑA
También reflexionó sobre la importancia de la escucha y la empatía, y cómo muchas veces las personas se sienten rechazadas por no ser comprendidas. "La Iglesia debe ser un hospital de campaña, un lugar donde se reciba a todos, sin importar su situación", afirmó, subrayando que la apertura no sólo es una cuestión de discurso, sino de actitud.
Al ser consultado sobre las políticas del papa Francisco, quien pidió a los sacerdotes salir al encuentro de los fieles, monseñor Larregain coincidió plenamente: "No es suficiente con abrir las puertas, también hay que salir a buscar a la gente", comentó, resaltando que la Iglesia debe estar presente en la vida de las personas, no esperar que ellas lleguen por sí solas.
En cuanto a los temas actuales que afectan a la sociedad, el nuevo arzobispo mostró su preocupación por la creciente pobreza, las adicciones y las dificultades que atraviesan muchas familias. "Es un momento complicado, se ve mucho dolor, pobreza, y situaciones difíciles en la calle. Es preocupante", expresó.
Sobre su relación con el Obispo Emérito Andrés Stanovnik, monseñor Larregain destacó el respeto mutuo y el proceso sereno y tranquilo que se dio en la transición.
EL DESAFÍO DE LLEGAR A LOS MÁS JÓVENES
En cuanto a los planes futuros, mencionó la organización de una peregrinación juvenil en Corrientes como uno de los proyectos más cercanos, reconociendo que los jóvenes representan un desafío importante para la Iglesia, especialmente en tiempos donde su participación es cada vez menor en algunas comunidades.
Monseñor Larregain también habló de la salud del papa Francisco, que atraviesa un estado delicado. "Estamos rezando mucho por él, pidiéndole a la Virgen de Itatí por su salud", señaló, mostrando su apoyo y solidaridad con el Papa en estos momentos difíciles.
Por último, en referencia a su futuro trabajo con los jóvenes y la comunidad, enfatizó la importancia de caminar juntos, construyendo el camino entre todos, con apertura, escucha y acción concreta. "La iglesia tiene que ser un lugar donde todos se sientan bienvenidos y puedan crecer juntos en la fe", concluyó.
Jueves, 27 de febrero de 2025
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