POLÍTICA NACIONAL El fantasma desestabilizador, las tardes de Cristina y el Quinteto de Gabinete “Esto es más grave de lo que pensábamos”, se sinceró uno de los kirchneristas más influyentes de la provincia de Buenos Aires ante el conflicto con los policías acuartelados.
Sorprendido con el viaje de Daniel Osvaldo Scioli a Brasil en medio de la tensión social -para una foto con William Jefferson Clinton- el kirchnerismo encontró un eje en estos acuartelamientos: un intento de desestabilización contra el Gobierno nacional.
El accionar frenético de Sergio Alejandro Berni, imparable y omnipresente, sumó al desconcierto de quienes necesitan, en medio de este conflicto de fin de año, señales claras y órdenes exactas. Un ejemplo palmario de eso lo vivió un gobernador, mientras estuvo reunido la semana pasada con el flamante jefe de Gabinete: el secretario de Seguridad entró 3 veces al despacho de Capitanich sin tocar la puerta.
Con los cambios realizados por Cristina, se dejó de tener cinco ministros de Economía pero se pasó a tener cinco delegados de la Presidenta. La necesaria atención de su salud generó que se pase de la aparición cotidiana de la jefa de Estado a la presencia de varios hombres que se adjudican tener la “representatividad” y llevar la orden inmediata de la mandataria.
Jorge Milton Capitanich, Carlos Zannini, Máximo Kirchner, Eduardo “Wado” De Pedro y Berni se manejan con la impronta de ser cada uno de ellos, el delegado del mandato de “La Jefa”.
El fantasma de un intento desestabilizador fue anticipado hoy por “Coqui” y será el eje que mañana, en el acto por los 30 años de democracia, llevarán los cánticos de La Cámpora, conducida por De Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque. También se subió a esa lógica Sergio Daniel Urribarri: tras la muerte de una persona en un saqueo, el gobernador entrerriano habló de “instigación política” en los disturbios.
Capitanich comparte las tardes de Cristina desde que se desató el conflicto en Córdoba. Ese repaso de todos los temas con el nuevo funcionario nacional es, junto a un recurrente llamado , lo central de la actividad vespertina de Cristina.
La comunicación telefónica llega desde Roma y es la palabra de Francisco, la que contiene a la mandataria argentina en medio de su recuperación y de este momento político de fin de 2013.
Esa devoción de la Presidenta por la palabra de la Iglesia se completa con las charlas con Carlos Accaputo, presidente de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires y mano derecha en Argentina del Papa, y con Julián Andrés Domínguez, titular de la Cámara de Diputados de la Nación y con quien Cristina habla de la relación con el Vaticano.
En medio de estos diálogos, reapareció la idea de las entrevistas de CFK con periodistas de su elección, abandonada por la operación en la Clínica Favaloro.
El nombre del colega elegido y el color de la vestimenta para ese hecho son guardados celosamente en la intimidad de Cristina Elisabet Fernández.
Fuente: Clarín.
Lunes, 9 de diciembre de 2013
|