Lunes, 25/11/2024   Paso de los libres -  Corrientes - República Argentina
 
MILITANTES DE AGRUPACIONES POLITICAS PERO TAMBIEN MUCHA GENTE SUELTA OCUPO DESDE LA TARDE LA PLAZA DE MAYO
Una celebración en una plaza entusiasta
Algunos fueron porque querían expresar su alegría por las tres décadas en democracia, otros en apoyo al Gobierno. Escucharon el discurso de la Presidenta y mostraron sus preferencias y antipatías por quienes aparecían en pantalla.


Llegó empujando el cochecito de su hijo. “Vinimos a celebrar los 30 años de democracia, aunque invitaron a algunos ex presidentes que yo jamás hubiera incluido en la lista”, advirtió desde el vamos. Docente, de 35 años, Daniela Rusyniak fue una de los miles que ayer se acercaron a la Plaza de Mayo a participar de los festejos. Se había puesto de mal humor, pero así y todo, dijo, se seguía sintiendo emocionada, porque en el ’83 también había estado ahí para la asunción de Raúl Alfonsín. “Yo tenía cinco años. Me trajo mi mamá, que no lo había votado. Yo no entendía por qué habíamos ido, porque veía que cuando él aparecía en televisión, ella decía ‘viejo de mierda’. Pero me explicó que estábamos por la democracia”, recordó. Contó además que ahora iba camino a encontrarse con ella, en la plaza, lo que le daba un segundo motivo para celebrar.

El festejo reunió a militantes de agrupaciones políticas, movimientos sociales y sindicatos con una buena proporción de personas que, como Rusyniak, se acercaron por las suyas. Pero de los “sueltos” casi todos contaron que se sentían parte de alguna organización. Rusyniak, como maestra, dijo que participaba en su sindicato; otros en centros de estudiantes, otros en grupos culturales. La mayoría expresó también que había ido a la plaza a apoyar al gobierno, en alusión a las huelgas policiales y los saqueos.

Sentada en una de las fuentes, Sandra Maestre no tenía muchas ganas de hablar. La convenció una compañera del movimiento Evita, con el que se movilizó desde el conurbano. “Crecí en la dictadura, tenía 17 años en el ’83, así que viví todos los gobiernos democráticos. Cuando veo que quieren llevarnos de nuevo a cosas que ya conocemos, me da angustia”, dijo. “Hoy no estamos perfecto, pero no es lo mismo que en el ’89 o en el 2001.”

¿Qué hacía en el ’89? “No tenía trabajo, hacíamos muñecos con mi mamá. Vino la hiperinflación, había que correr dentro del supermercado para poder comprar algo. En casa nos cortaron el gas.” ¿Y en el 2001? “Tuve a mi primer hijo. Cuando estalló todo fue muy feo, con él de ocho meses; después mataron a los dos chicos en el Puente Avellaneda (por Darío Santillán y Maximiliano Kosteki) y pensé que no iba a ser nunca más peronista. Yo dejé de ser peronista en el gobierno de (Eduardo) Duhalde, pero volví a ser peronista con Néstor Kirchner. Por eso cuando veo estos saqueos, que no son por hambre, me da mucha bronca; los que vivimos la dictadura y el neoliberalismo sabemos lo que son, cómo nos fue y a lo que no queremos volver.”

Las pantallas gigantes transmitieron la entrega del premio Azucena Villaflor y el discurso de la presidenta Cristina Kirchner. En la plaza, el público silbó hasta cansarse la presencia en el acto de Fernando de la Rúa, y aplaudió cuando las cámaras mostraron a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. También fueron muy aplaudidos Osvaldo Bayer y Víctor Hugo Morales.

Sobre la Avenida de Mayo hubo un continuo ir y venir de gente. Toda la calle quedó además cubierta de puestos callejeros. Gonzalo Rolón llevó los Libros de la Buena Memoria, un emprendimiento cultural nacido de las asambleas barriales que llegó hasta hoy. “Venimos del que se vayan todos y nos sorprendimos apoyando a un gobierno por las cosas que hizo. Apoyándolo cariñosamente, además”, contó. Sus libros iban desde textos anarquistas y marxistas a las biografías de Hugo Chávez y Evita, pasando por un manual de lenguaje no sexista.

Más allá, la Subsecretaría de Agricultura Familiar puso un stand desde el que distribuyeron dos mil cajones de frutas frescas –sandía, manzanas, naranjas y frutillas– que ayudaron a aliviar el calor de diciembre.

En varias esquinas se vendieron remeras con estampados políticos. Graciela Avena –50 años, docente– le compró dos a sus hijas de 14 y 17 años. Las dos eligieron un diseño con la cara de Evita en el frente, y en la espalda la leyenda “2003-2013, la década ganada”. “Somos una familia donde siempre se habló de política. Soy hija de desaparecidos, los chicos siempre nos acompañaron a las marchas y naturalmente se van interesando también”, contó Avena. Destacó como el mejor logro de la democracia el fin de la impunidad, y dijo que su mayor expectativa para los próximos diez años es que se pueda establecer una mayor equidad en lo social.

En las mesitas de los bares cercanos muchos se sentaron a reponer fuerzas de vuelta del festejo. Antonio Rodríguez y Ernesto Pastrana –sociólogos los dos– estaban en una de ellas. “Tengo 70 años y la recuperación de la democracia es lo más importante que he vivido”, definió Pastrana. Su amigo dijo que hoy ve a las nuevas generaciones volver a militar. “Soy optimista por eso, y también porque hay un gobierno que lleva adelante una política que es heredera de todas las luchas populares.”

Ruth, de 65 años, jubilada, y Alma, de 48, psicóloga, defendieron el festejo frente a los pedidos de la oposición de suspenderlos por las muertes ocurridas en el marco de los saqueos: “Creo que, por el contrario, hay que celebrar la recuperación de la democracia. Hay que festejar la vida y ratificar los valores de la democracia”.


DE LEON GIECO A LA RENGA Y EL CHOQUE URBANO CON LA FANFARRIA DE GRANADEROS

Más que un festejo, una ratificación

Los artistas que cantaron en Plaza de Mayo señalaron que el festival pensado inicialmente como una celebración se convirtió en un acto en defensa de la democracia. “Los artistas populares estamos para repudiar a los desestabilizadores”, dijo Víctor Heredia.

Por Karina Micheletto

“Democracia para siempre.” El lema elegido para concentrar la celebración por los treinta años de democracia, ayer en la Plaza de Mayo, apuntó a la historia conquistada –por primera vez durante un período tan extenso en este país– pero también al futuro por conquistar. La reciente seguidilla de levantamientos policiales y saqueos en distintas provincias, y las muertes que provocaron, hicieron agitar durante toda la tarde de ayer una cantidad de fantasmas por parte de diversos sectores. Entre ellos, la idea de que esta celebración debía suspenderse. Lejos de producirse esa suspensión, la presencia y la música de los artistas populares que desde las cinco y media de la tarde desfilaron por el gran escenario montado frente a la Casa Rosada, y también las palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a pocos metros de allí, en el Museo del Bicentenario, terminaron de redefinir lo que se había anunciado como una “fiesta popular” como una “ratificación” de la democracia, dejando en claro que todos estaban allí convocados –también las miles de personas que llenaron la plaza– para seguir defendiendo la vigencia de esa democracia en forma plena.

“Estoy convencida de que es necesario estar en la calle, hoy más que nunca. Estoy aquí para decir que quiero vivir en democracia”, dijo a Página/12 Teresa Parodi. “Es muy claro que esta situación de caos ha sido deliberada y planeada. Ha habido muertos y han sido deliberados, eso es muy grave. Hoy estamos aquí reunidos, el pueblo, los artistas populares, para reafirmar que queremos vivir en un Estado de Derecho, y para repudiar a los desestabilizadores. Como siempre que la democracia ha corrido peligro en estos treinta años, el pueblo está reunido diciendo que no.” “Hasta hace una semana veníamos a celebrar, hoy creo que venimos a ratificar la democracia”, señaló Víctor Heredia. “Estos intentos desestabilizadores, que tanto daño hacen, tienen una respuesta contundente en la convocatoria de hoy a la plaza.” Ambos cantautores actuaron juntos, para interpretar temas como “Todavía cantamos” y “La canción es urgente”.

Antes, Horacio Lavandera había inaugurado el encuentro al frente de un piano pacientemente afinado y probado durante más de una hora. La Selección Nacional de Tango junto con Cacho Castaña, Adriana Varela, Susana Rinaldi, Rodolfo Mederos, Leopoldo Federico y Ariel Ardit, Horacio Guarany junto con el chaqueño Palavecino, Kapanga, Jaime Torres con Melania Pérez, Tukuta Gordillo, Carolina Peleritti y la banda de sikuris Intercontinentales Aymara, Ignacio Copani, Gustavo Santaolalla con Man Ray, fueron parte de los artistas convocados, con breves sets cada uno. Otros, que no pudieron estar presentes, participaron desde la pantalla, como Jairo, que entonó los versos de “Venceremos”, todo un hito del advenimiento de la democracia. Otro toque diferente fue el de la participación del personaje Zamba del canal Pakapaka, que se presentó junto a “Niña”, “San Martín” y Karamelo Santo, con canciones que remitían a la historia de la democracia.

“La democracia es un espacio de construcción colectiva donde converge lo que sentimos que es lo mejor, y lo que no nos gusta también. Y eso que no nos gusta también nos expresa como sociedad. Todo eso está puesto en juego en esta fecha tan especial, por lo que se recuerda y por lo que está pasando en estos días”, expresó Chango Spasiuk en diálogo con este diario. “No venimos acá a una fiesta, como quien va a una despedida de solteros. Venimos a participar de un espacio de construcción y reflexión colectiva, donde todo eso está expresado en la diversidad.” Las palabras del misionero terminaron de cobrar sentido con el set que eligió para presentarse, abarcando desde el chamamé más tradicional, acompañado por Gabriel Cocomarola, nieto de Mario del Tránsito Cocomarola, figura fundamental del género, hasta el maestro Rafael Gintoli y la orquesta Estación Buenos Aires. Fuera de la grilla de los artistas anunciados, sorprendió la actuación de La Renga, banda que llegó sin previo aviso y que cerró la noche.

León Gieco se subió al escenario para hacer varios de sus clásicos, como “Solo le pido a Dios”, “El ángel de la bicicleta” y “Pensar en nada”. Y se sumó “El desembarco”, de su último disco, que hace referencia a la entrada de los organismos de derechos humanos a la ex ESMA, en 2004.

Antes, poco antes de las nueve, se produjo lo que flotaba como la incógnita de la fecha: la presidenta Cristina Fernández de Kirchner finalmente apareció a saludar en la plaza. Lo hizo junto a un nutrido grupo de artistas que también habían formado parte del público durante su discurso en el Museo del Bicentenario, horas antes: Moria Casán y Sofía Gala –¡al fin reunidas!–, Florencia de la V, Virginia Innocenti, Nancy Dupláa, Pablo Echarri, Marilina Ross, Esther Goris, Luis Machín, María Fiorentino, Graciela Dufau, Nora Cárpena, entre otros. Juntos entonaron una muy rítmica versión del Himno Nacional a cargo de la Fanfarria de Granaderos y el Choque Urbano, con sus variados instrumentos de percusión, entre ellos unos tubos gigantes golpeados por paletas de ping pong. Malambo y murga, con sus ritmos y sus bailes, fueron parte de las “intervenciones” que recibió esta particular adaptación del himno. Fue el momento culminante, con fuegos de artificio por toda la plaza y la fachada de la Casa Rosada a todo color. La Presidenta bailó, cantó, tocó percusión con una sartén y con un tacho de veinte litros, se sacó fotos, tiró besos, compartió el final de jornada con la multitud.


EL MUSICO CATALAN JOAN MANUEL SERRAT RECIBIO EL PREMIO AZUCENA VILLAFLOR

Dedicado a Madres y Abuelas

La Presidenta dijo que la distinción fue por la ayuda que dio Serrat a los argentinos anónimamente durante la última dictadura. El músico agradeció, dijo que le gustaría “que la democracia fuera un paso más allá, profundizara en el gobierno del pueblo”.

Durante el acto en el Museo del Bicentenario, antes de pronunciar el discurso en el que habló de los conflictos de las policías provinciales y los saqueos en distintas provincias, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo entrega del premio Azucena Villaflor a los derechos humanos al cantante español Joan Manuel Serrat. Subió al escenario a recibirlo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, ya que el músico estaba en su país, pero se comunicó por teleconferencia con CFK. Serrat dijo que estaba “muy conmovido por recibir este premio que lleva el nombre de Azucena Villaflor” y que “la ronda de las madres es un ejemplo que no podemos en ningún momento dejar de reivindicar y dejar de agradecer”. “Ellas marcaron un camino que nos ayudó mucho a todos: ayudó mucho a la Argentina a desenmascarar la dictadura y la ayudó a encontrar un camino de futuro, que evidentemente se ha de labrar cada día, por el futuro se pelea cada día”, aseguró.

“En nombre de todos los argentinos queremos entregarte este premio en representación de todo lo que hiciste anónimamente” luchando contra la dictadura militar, remarcó Cristina Fernández en diálogo con el músico, que se encontraba en la Casa de las Américas de Madrid junto al embajador argentino, Carlos Bettini. CFK señaló que “este premio va más allá de la justicia, es por el amor, el compromiso y por tus amigos argentinos”. La distinción lleva el nombre de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo que luego fue secuestrada y desaparecida durante la dictadura.

El cantante dijo unirse a “celebrar 30 años de democracia” e indicó que “habría que conseguir alguna cosa más de ella, que sencillamente elegir cada tanto tiempo”. “Me gustaría que la democracia fuera un paso más allá, profundizara en el gobierno del pueblo”, señaló el catalán, quien expresó: “Debemos luchar por conseguir una educación más democrática, una sanidad más democrática, una justicia más democrática”.

“Me gustaría dedicarle este premio a todos y cada uno de los argentinos, especialmente a las Madres y Abuelas, a los que pelearon y no están, a los que pelearon y están, a los que no pelearon y hoy pelean”, señaló. Y reconoció: “A mí los premios que más me motivan no son los profesionales, sino los civiles, que dejan de lado al profesional y se centran en la persona. Yo necesito que mi familia esté orgullosa de mí”, señaló.

El año pasado, el Poder Ejecutivo distinguió con el premio Azucena Villaflor a la familia del fallecido secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; al periodista Víctor Hugo Morales; a Alex Freyre, creador de la fundación Buenos Aires Sida y dirigente del colectivo GLBT; al periodista y ex combatiente de Malvinas Edgardo Esteban y a Susana Trimarco, madre de Marita Verón, víctima de una red de trata.

El premio Azucena Villaflor fue instituido por el presidente Néstor Kirchner en diciembre de 2003, en reconocimiento a personalidades destacadas en la defensa de los derechos humanos y en el marco de la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.


HOMENAJE EN EDUCACION

Por los maestros

Por Karina Micheletto

El Ministerio de Educación de la Nación también celebró ayer los 30 años de democracia, y lo hizo en un acto en el que se recordó a tres docentes y luchadores gremiales desaparecidos –y en ellos, a los más de seiscientos que corrieron la misma suerte durante la última dictadura cívico-militar–: Isauro Arancibia, Marina Vilte y Graciela Lotufo. Sus rostros fueron retratados en murales por estudiantes de magisterio en el marco del proyecto “Memoria: un desafío educativo”, destinado a la formación docente, que lleva adelante el ministerio junto al Espacio Cultural Nuestros Hijos, de Madres de Plaza de Mayo. La emotiva celebración reunió en el salón Maestro Alfredo Bravo del Palacio Sarmiento, donde quedarán emplazados los murales, al ministro de Educación, Alberto Sileoni; la directora del ECuNHi, Teresa Parodi; funcionarios, representantes de los gremios docentes, docentes y estudiantes de magisterio de diversos puntos del país.

“Estos compañeros van a estar ahora aquí, guiándonos, recordándonos cuál es el camino”, expresó Sileoni. “En ellos también recordamos a los luchadores que ya no están, y a los que luchan todos los días al frente del aula. A los docentes que construyen escuelas generosas, que no están apurados por echar a los ‘malos’ para tener mejores resultados.” Visiblemente emocionada, Teresa Parodi recordó su origen docente. “Hoy veo los rostros de esos queridos compañeros, hechos por futuros docentes, en el espacio de las Madres, y todo cierra. Estamos viviendo un tiempo maravilloso.”

Stella Maldonado, secretaria general de Ctera, recordó que Arancibia –uno de los fundadores de Ctera– fue asesinado a los pocos minutos del golpe junto a su hermano Arturo, en la sede gremial de Tucumán, por un grupo de tareas comandado por Domingo Bussi. Su cuerpo recibió más de cien balazos. Jujeña, maestra rural, coplera, Vilte fue otra de las fundadoras de Ctera, mientras que Lotufo, secuestrada el 14 de abril de 1977, fue docente y gremialista del sector privado en Rosario. Durante todo el año, en el espacio de las Madres que funciona en la ex ESMA, el área de Derechos Humanos del Infod, el programa Educación y Memoria del Ministerio de Educación de la Nación y el área de Educación del ECuNHi organizaron una serie de encuentros con estudiantes de institutos de formación docente de todo el país. Junto al grupo Arte, Memoria Colectivo, los futuros docentes pintaron estos murales que hoy simbolizan mensajes como el de Arancibia: “No hay maestro cierto y auténtico que no luche por la liberación de su pueblo”.


HUBO PEDIDOS PARA SUSPENDER EL ACTO EN LA PLAZA

La oposición en contra del festejo

Dirigentes de diferentes espacios políticos de la oposición cuestionaron ayer la realización del acto oficial por los 30 años de democracia en Plaza de Mayo e incluso algunos reclamaron que se suspendiera debido a la situación crítica que se vivía en algunas provincias por las protestas policiales y los saqueos, con su saldo de víctimas fatales.

Los repudios a los festejos oficiales y los pedidos de suspensión comenzaron a oírse ayer temprano, aunque a última hora del lunes el diputado Ricardo Alfonsín ya había solicitado se declarara “día de duelo” por los “muertos, saqueos y violencia en vastos sectores del territorio argentino”. No obstante, Alfonsín acudió a la entrega de los premios Azucena Villaflor que el Ejecutivo organizó ayer en el Museo del Bicentenario, donde se lo vio sonreír y aplaudir con entusiasmo varios tramos del discurso de la presidenta Cristina Kirchner.

El radicalismo envió ayer por la mañana un pedido orgánico al gobierno de Cristina Kirchner por la suspensión de los festejos debido a que “hay muertos, saqueos y violencia en vastos sectores del territorio argentino”. “Los sucesos que estamos viviendo en estos días aconsejan suspender los festejos programados para hoy por el gobierno nacional. Cuando hay muertos, saqueos y violencia en vastos sectores del territorio argentino, no son momentos para shows, sino para trabajar enérgicamente a fin de superar ese trance y reparar los daños”, enfatizó el espacio a través de un comunicado. Para la UCR, “el mejor modo de celebrar la democracia es ofrecerles a los argentinos una alternativa de progreso y de bienestar”, indicaron en el mensaje firmado por el Comité Nacional de la UCR, la Convención Nacional del partido y los jefes de los bloques de legisladores nacionales.

Quien no concurrió al acto en la Rosada fue el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y también se manifestó contra los festejos. Por los mismos hechos que sirvieron de argumento a Alfonsín, a los que Macri comparó con lo ocurrido en 2001, el referente del PRO consideró que la celebración debería haber sido postergada. “Hoy festejamos algo que deberíamos haber postergado por respeto a todo lo que está pasando en el país”, opinó en una entrevista radial, en donde también apuntó que el festejo “es una decisión del gobierno nacional. Espero que salga todo fantástico”.

Por su parte, la diputada de la Coalición Cívica Unen Elisa Carrió sostuvo que ayer fue un día “de duelo y no de festejo por los hermanos muertos en estas jornadas que estamos viviendo”, al tiempo que afirmó que “el duelo del país debe ser generalizado”. “La indiferencia del Gobierno frente a los muertos y los saqueos habla de algo muy raro que está ocurriendo”, remarcó Carrió y convocó “a la paz y la no violencia”.

En tanto, el FAP que preside el socialista Hermes Binner consideró que “no podemos festejar si hay muertos en las calles del país”. “Los argentinos trabajamos mucho para consolidar la democracia, pero aún quedan deudas pendientes en la sociedad que terminan siendo el caldo de cultivo para la acción de grupos minoritarios”, consideró la agrupación a través de un comunicado.


Opiniones vía Twitter

Dirigentes políticos expresaron sus opiniones al cumplirse 30 años de vida democrática a través de Twitter, donde el hashtag #30AñosDeDemocracia se ubicó rápidamente entre los más comentados del día. Ricardo Alfonsín escribió: “El país que tenemos está lejos del que imaginábamos tener 30 años después en 1983, pero nos ofrece el método para cambiar: la democracia”. Hermes Binner: “Seamos cautos, pensemos las decisiones, busquemos soluciones y compartamos el diálogo. No olvidemos que hoy celebramos 30 años de democracia. Llegamos hasta aquí después de una dictadura. Somos un pueblo maduro que tiene que resolver en paz sus diferencias”. Lucas Ghi: “Sigamos trabajando por la defensa y fortalecimiento de la democracia, sigamos luchando para ensancharla hasta que no quede nadie afuera”. Julio Cobos: “Conmemoramos 30 años de democracia en nuestro país, un logro de todos los argentinos y un legado fundamental para las generaciones futuras”. Leopoldo Moreau: “Hoy temprano cuando salí de casa subí a un taxi y el conductor me dijo: ‘Feliz día de la democracia’. Me conmovió y me alegró el día”.



Por Laura Vales.


Miércoles, 11 de diciembre de 2013

   

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