EL HUGO Moyano y Barrionuevo quieren unir a todo el sindicalismo en una cumbre  Buscan que también participe la CGT oficialista que encabeza Antonio Caló. Quieren fijar criterios comunes para discutir paritarias y aumento a jubilados. Qué dijo el gastronómico.
"El sindicalismo unido, jamás será vencido". Ese es el estribillo que afinan por estas horas Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, titulares de las dos CGT opositoras al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que adelantaron hoy su intención de unir a todo el sindicalismo, incluyendo a los gremios afiliados a la CGT oficialista de Antonio Caló, en un plenario para definir una agenda común.
Así lo ratificaron hoy los máximos representantes del sindicalismo opositor, tras un encuentro en Mar del Plata, en el que se decidió realizar un plenario el próximo 20 de enero, para delinear reclamos en torno a paritarias, aumento a jubilados, inseguridad y fondos de obras sociales.
La reunión se realizó en el Hotel Sasso, propiedad de los Gastronómicos, y estuvieron, además de Moyano y Barrionuevo, los sindicalistas Guillermo Pereyra (Petroleros), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), Roberto Fernández (UTA), Omar Maturano (La Fraternidad) y Abel Frutos (Panaderos), entre otros.
Tras el encuentro, Barrionuevo manifestó que "la idea es en marzo unificar el Movimiento Obrero" y sostuvo que "ya somos mayoría". En ese sentido, el líder de la CGT Azul y Blanca expresó que buscan que en la cumbre participe la CGT Balcarce, alineada al Gobierno.
"Nos unimos con Moyano y vamos a invitar a Caló. Queremos estar todos juntos ahora", dijo el líder de los gastronómicos. "Cuando yo hablo de unidad, me refiero a todos, que no haya excepciones", recalcó para que no queden dudas.
Barrionuevo lanzó criticas a Jorge Capitanich, el jefe de Gabinete, y señaló que no está en su horizonte pedirle una audiencia. "Asumió un Jefe de Gabinete y parecía que era el Presidente, pero el poder se diluyó a la semana", disparó.
"La década no fue nada ganada porque cuando fuimos a los bifes, te encontrás con la falta de inversiones. Yo creo que fue una década perdida. No hubo ni administración, ni gestión. No somos creíbles. Vivimos en un mundo subsidiado", soltó el líder sindical, sin medias tintas.
Fuente: Clarín.
Viernes, 10 de enero de 2014
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