Piedra libre a quienes se guardan la cosecha CUENTAS CLARAS Los acopiadores de cereales y oleaginosas deberán informar desde el 1º de abril sus tenencias de producción en un registro informático. La información le servirá al Estado para combatir la evasión y maniobras especulativas. El gobierno nacional decidió sistematizar el registro de granos almacenados en los campos de los productores, de todas las escalas, o en los acopios. Desde diciembre de 2009, esta operación se hacía de manera manual y la AFIP no tenía un control en tiempo real de las existencias de los granos. Además, muchos productores grandes, incluso las multinacionales que cuentan con acopios en sus propios campos, no estaban obligados a declarar desde el momento de la cosecha cuál era su stock. Sí lo hacían al momento de vender el grano, pero esta situación habilitaba a las multinacionales y grandes productores a guardar en sus silos y silos bolsas parte de la cosecha. Esta situación pudo apreciarse semanas atrás cuando el Gobierno tuvo que negociar con las exportadoras la liquidación de soja retenida. Según el Gobierno, los productores tenían en su poder casi 8 millones de toneladas.
“Establécese un régimen de registración sistémica de movimiento y existencias de granos no destinados a la siembra, sean propias o de terceros de acuerdo con las formas, plazos y condiciones que se disponen en esta resolución”, puede leerse en la Resolución de la AFIP 3593, publicada ayer en el Boletín Oficial. El régimen entra en vigencia el 1º de abril.
Según explicaron a Página/12 desde la cartera de Agricultura, al día 10 de cada mes los molinos y acopios debían informar sus existencias. Es decir, el Estado lograba tener el dato real de los granos ya puestos en el sistema comercial. Sin embargo, los grandes productores que cuentan con capacidad de almacenamiento, o los molinos y acopios que poseen campos propios no estaban obligados a declarar sus existencias en tiempo real. Sólo declaraban la superficie sembrada y un estimativo de la cosecha, y los movimientos de compraventa realizados. La misma fuente lo ejemplificó de la siguiente manera: si un productor cosechó 3000 toneladas y solamente vendió la mitad, se quedaba con 1500 toneladas almacenadas en su silo, que sólo declararía una vez vendidas.
“El Estado dejó de tener un conocimiento acabado de su stock granario tras la destrucción de la Junta Nacional de Granos. Ahora se pasará a tener un control inmediato de las existencias, es decir quién es el dueño del grano y dónde lo tiene almacenado”, explicó a Página/12 Edgardo Romano, especialista en economía agraria de la Gran Makro-Nuevo Encuentro. “¿Dónde está el trigo no comercializado?”, le había preguntado por radio Marcelo Longobardi a Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria. Con algo de sorna, el ruralista respondió que estaba almacenado en silos y silos bolsas. A partir de la sistematización del registro de los granos acopiados, el Estado podrá saber quién es el dueño del grano y dónde está almacenado. El caso del trigo es emblemático, ya que es un insumo básico para la industria alimentaria.
Cada vez que se producen aumentos en el precio del pan, los ruralistas de la Mesa de Enlace suelen decir que es por la falta de trigo. Sin embargo, los propios dirigentes reconocen que el grano está almacenado. Por lo tanto, esta situación de incertidumbre generada muchas veces por los propios productores que tienen espalda para financiar el stockeo de su cosecha debería resolverse a partir del cambio implementado por la AFIP.
“Hasta ahora podíamos saber cuánto hay en poder de los productores, pero los granos en manos de los acopiadores sólo podíamos estimarlos a través de las diferentes fuentes de información. Los acopiadores pueden ser exportadores o proveedores de los molinos o las multinacionales. Ahora sólo resta informatizar el formulario por el cual los productores informan que entregaron granos en consignación a los acopios”, sostuvo ayer Ricardo Echegaray durante un encuentro con periodistas.
La particularidad del mercado granario local hace que algunas multinacionales o grandes productores hayan diversificado verticalmente su negocio. Por ejemplo, la multinacional Cargill cuenta con cuatro plantas de molienda de oleaginosa y siete molinos harineros de trigo. Además, tiene por los menos 45 acopiadoras regionales propias, además de cinco puertos propios. Si las grandes cerealeras tenían la capacidad de presionar al gobierno nacional a partir de la no liquidación de granos retenidos, esto se debía a que podían mantener los granos en sus silos sin declarar. El Estado seguirá permitiendo el stockeo en silos, pero las empresas y productores deberán informar de manera online cuántos granos les restan por colocar en el mercado.
“Se hace necesario simplificar la operatoria de registración de movimientos físicos de granos y consolidar la captación de dicha información a los efectos de agilizar su utilización, adecuándola a los avances que incorporan los operadores, tanto en lo que se refiere a los sistemas de comercialización como al manejo físico de los granos y el consiguiente reflejo tributario”, sostiene la resolución publicada ayer.
Fuente: Pagina 12.
Viernes, 21 de febrero de 2014
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