RAUL ZAFFARONI SALIO AL CRUCE DE LAS CRITICAS DE SERGIO MASSA AL PROYECTO DE REFORMA DEL CODIGO PENAL “Que agarre los libros, que no muerden” El juez de la Corte marcó los errores en los argumentos del líder del Frente Renovador, quien promueve el rechazo a la reforma. Los integrantes de la comisión que preparó el proyecto criticaron el “oportunismo” de Massa. El juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni le sugirió a Sergio Massa que “agarre los libros, que no muerden” antes de criticar la propuesta de Código Penal que elaboró con una comisión de juristas de todo el arco político. No lo mandó a estudiar como simple ironía, sino que le marcó errores de su prédica. El líder del Frente Renovador vaticina que la reforma impulsada –que por ahora es un anteproyecto entregado al Poder Ejecutivo– “consolidará la puerta giratoria” para quienes cometen delitos, o sea, que entrarán y saldrán de la cárcel como si nada. “Ocho de cada diez delitos serán excarcelables”, alertó Massa, quien también anunció una consulta popular sobre el tema. Zaffaroni le señaló que confunde los tantos, ya que las excarcelaciones no dependen del Código Penal sino del Procesal y de la decisión de los jueces. Explicó, además, que una consulta popular en asuntos penales es inviable. “Está demostrando la inmadurez de nuestra clase política”, lamentó el jurista, a quien se sumaron sus colegas de la comisión.
La propuesta de reforma del Código Penal es una de las que anunció Cristina Kirchner en la asamblea legislativa. Enviará un proyecto basado en el texto que elaboró la comisión liderada por Za-ffaroni y que entre sus grandes objetivos se propuso devolver a las penas previstas la racionalidad que perdieron casi por completo con el endurecimiento de las llamadas leyes Blumberg, que, entre sus incongruencias, instalaron castigos más severos para los delitos contra la propiedad que contra la vida.
Massa intenta acaparar la escena política con los resabios de aquella creencia de que la única forma de combatir el delito es logrando que quienes los cometan se pasen el mayor tiempo posible en la cárcel. Empezó el mismo sábado, por Twitter, llamando a juntar firmas con la consigna de “impedir la reforma del Código Penal que beneficia a los delincuentes”. Para Zaffaroni, es una demostración de que lo que prevalece es la “lucha de poder” y que no se “ha alcanzado el nivel de madurez que nuestra clase política necesita”. La discusión legislativa, dijo, será “un test”.
“El Código Penal propuesto –dice Massa– piensa en el reo pero no piensa en la gente.” Según sus cálculos, “166 delitos quedan tipificados como excarcelables”. En su lista de ejemplos puso “la corrupción de menores, la sustracción de menores, el robo con armas y el tráfico de drogas”. Plantea que está mal eliminar el registro de “reincidencia”, que a su entender es un buen método de “premios y castigos” sin el cual, por ejemplo, habría “que tirar el registro de violadores a la basura”. Señala que la imposibilidad de aplicar la reclusión perpetua le resta sentido a “la pelea de los organismos de derechos humanos”.
Massa anunció que impulsará una consulta popular para modificar el texto del anteproyecto y que hará campaña en las “redes sociales y en la calle”. Entre otras voces de apoyo de su propio partido, el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Ramiro Gutiérrez, dijo: “No cuenten con el Frente Renovador para aprobar este código, que baja las penas de 146 delitos”.
En la comisión que redactó el anteproyecto entregado a la Presidenta se preguntaban qué borrador leyeron Massa y su gente. El coordinador de la comisión, Roberto Carlés, precisó que en el texto entregado se incluyen 85 tipos penales nuevos, se reducen 116 escalas penales y se despenalizan 17 conductas, pero se aumentan las penas de 159 delitos. Es decir, que son más las penas que se elevan que las que se bajan.
“No sé cuál será el texto que les han alcanzado”, dijo Zaffaroni. El juez le sugirió a Massa que “estudie un poco”, ya que “la excarcelación es una cuestión procesal, no del Código Penal”, que “no regula ni la excarcelación ni la prisión preventiva”. Tampoco es cierto, puntualizó, que se elimine la prisión perpetua, ya que en Argentina nunca existió, porque sería “anticonstitucional”. Lo que establece el anteproyecto es un “máximo de prisión de 30 años, el máximo admitido internacionalmente”. Trató a Massa de “ridículo” y le sugirió “que vuelva a la Facultad de Derecho y que agarre los libros, que no muerden”.
Carlés advirtió sobre “una manipulación a la opinión pública sobre la base de falsedades”. “Como cuando hablan de la reincidencia, que en rigor hoy se usa para negar la libertad condicional a quien cometió dos delitos quizá menores, pero se la dan a quien cometió un delito grave (como un homicida) porque no es reincidente.”
Igual que Zaffaroni, otro de los integrantes de la comisión, el radical Ricardo Gil Lavedra, dijo que la consulta popular es “impracticable, impresentable”. La Constitución excluye las “iniciativas populares en materia penal”. La doctrina interpreta lo mismo para la consulta popular de un proyecto de ley. La diputada Graciela Camaño insistía ayer con que “no hay que tenerle miedo a someter un proyecto de ley a la voluntad del ciudadano”.
“Las declaraciones de Massa –remarcó Gil Lavedra– se inscriben en el oportunismo demagógico, que es lo que hay que evitar cuando se discuten reformas penales. Intentan espantar a la gente con sensación de inseguridad, a través de un punitivismo hipócrita, tratando de espantar a la gente con los montos de las penas”, le dijo el ex camarista a Página/12. “De todos modos, por ahora esto es un anteproyecto que el Ejecutivo no ha presentado. Como legislador, Massa podrá discutir lo que quiera, hacerlo anticipadamente es notable”, cuestionó. “Hemos buscado superar la situación caótica de un código con cientos de reformas y concentrar legislación dispersa. El texto no tiene nada de extravagante, las penas alternativas a la prisión no lo son, están en los códigos más modernos. El que crea que la única respuesta al delito es la cárcel, que diga por qué”, convocó a la discusión.
El diputado de PRO Federico Pinedo, otro de los autores del anteproyecto, pidió “propuestas para que el Código Penal sea mejor, no rechazar una reforma”, sólo por estar en contra. “Lo que hay que sancionar es un nuevo Código Penal con un consenso enorme, porque es la escala de valores de la sociedad”, dijo. La socialista María Elena Barbagelata, la única mujer que integró la comisión, criticó el “oportunismo total de Massa, que instaló consignas infundadas que no tienen nada que ver con el anteproyecto al que por poco se le imputa la anulación de las penas. Hasta se han incorporado delitos nuevos”, recordó. “La sustitución prevista de penas apunta a su cumplimiento pleno y controlado –aclaró a este diario–. Si no se logró la proporcionalidad que buscamos en las penas, nos avenimos a debatir.”
Por Irina Hauser.
Martes, 4 de marzo de 2014
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