GUERRA CIVIL EN SIRIA Putin: Rusia "tiene sus propios planes" si EE.UU. ataca Siria Lo dijo en vísperas del comienzo de la cumbre del G20. Pero también aclaró que apoyaría una intervención si se demuestra el uso de armas químicas.
En Nova Ogariovae, la residencia oficial de las afueras de Moscú, el presidente ruso habló de Siria. Horas antes de que se inicie la Cumbre del G20, a la que asistirá el estadounidense Barack Obama, Vladimir Putin volvió advertir a Occidente que se abstenga de intervenir militarmente contra el régimen de Bashar al Assad. Aunque, por primera vez, y en el caso de que se pruebe que éste usó armas químicas contra la población civil, tal como lo afirma Washington, "no descarta" apoyar una resolución de las Naciones Unidas para atacar militarmente al gobierno de Damasco.
"Si hay pruebas objetivas de quién ha cometido ese crimen (el uso de armas químicas), reaccionaremos de manera seria y decisiva", aclaró.
Putin dio una entrevista a la cadena estatal rusa Canal 1 junto a la agencia de noticias The Associated Press. En ella, reconoció también que su gobierno entregó ya algunos componentes del sistema de misiles defensivos S-300 a Siria, pero que ha congelado nuevos embarques. Sin embargo inmediatamente explicó que podría vender este poderoso sistema de misiles a otros países en caso de que las "naciones occidentales" -en referencia a EE.UU. y Francia- ataquen Siria sin el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“Tenemos nuestras propias ideas de qué haremos y como lo haremos en caso de que la situación se desarrolle hacia el uso de la fuerza. Tenemos nuestros planes", advirtió en alusión a un posible ataque de EE.UU. sin el guiño de la ONU. Horas más tarde, tras la entrevista Putin enfatizó que "el Congreso de EE.UU. no tiene derecho a "legitimar una agresión".
El presidente ruso, de 60 años y que ya llegó a San Petersburgo, la ciudad en la que nació, para presidir la reunión que durante dos días convocará a los jefes de Estado y de Gobierno de los países industrializados y emergentes, entre los que está la Argentina- también habló de la tensión con su par estadounidense.
El ex agente de la ya desaparecida KGB dijo que lamentaba que Obama cancelara la reunión bilateral que debían tener antes de la Cumbre en Moscú.
Aunque la reunión oficialmente se centrará en temas económicos, tanto desde el gobierno estadounidense como desde el ruso explicaron que el tema sirio se tocará en rees informales.
En la misma sintonía, y durante la entrevista, Putin se mostró seguro que habrá una discusión seria sobre Siria y otros temas en San Petersburgo.
En cuanto a la relación tensa entre ambas naciones, incluso se la llegó a comparar con el período de la Guerra Fría, Putin fue claro: "El presidente Obama no fue elegido por el pueblo estadounidense para complacer a Rusia. Y su humilde servidor no ha sido elegido por el pueblo de Rusia para complacer a nadie tampoco'', dijo.
"Colaboramos, discutimos sobre algunos temas. Somos humanos. A veces uno de nosotros se enoja. Pero me gustaría reiterar que los intereses globales mutuos forman una buena base para hallar una solución conjunta a nuestros problemas", aseguró Putin.
El presidente ruso -que cumple su tercer mandato como presidente tras un interregno en el que lideró el país su "delfín" Dmitri Medvédev-, calificó como "ridículo'' que el gobierno del presidente Bashar al-Assad -aliado de Rusia- usara armas químicas cuando está ganando terreno contra los rebeldes. El país vive una guerra civil desde hace dos años y medio y que ya dejó 110.000 muertos y dos millones de refugiados.
"Desde nuestro punto de vista, parece totalmente absurdo que las fuerzas armadas regulares, que están a la ofensiva hoy día y en algunas áreas tienen rodeados a los denominados rebeldes y están acabando con ellos, bajo estas circunstancias empiecen a usar armas químicas sabiendo bien que podrían servir como pretexto para que se apliquen sanciones en su contra, incluido el uso de la fuerza'', dijo.
El gobierno de Obama no piensa lo mismo. Según Washington, y los opositores sirios, 1.429 personas murieron en un ataque del 21 de agosto contra un suburbio de Damasco. Las cifras de víctimas dadas por otros grupos son considerablemente menores, y el gobierno de Assad culpa del incidente a los rebeldes que tratan de derrocarlo y a quienes califica de "terroristas".
Casualmente, un equipo de inspección de las Naciones Unidas estaba en Siria, y a kilométros de distancia del lugar atacado. Ahora se esperan los resultados de las pruebas de laboratorio que tomaron estos enviados internacionales. En su visita tomaron muestras de tejido y de suelo que están siendo analizadas en Ginebra.
"Si hay datos de que se usaron armas químicas, y de que fueron usadas específicamente por el ejército regular, esa evidencia debería enviarse al Consejo de Seguridad de la ONU", explicó Putin. Y, enseguida aclaró que deben "ser convincentes. No deben fundamentarse en rumores e información obtenida por servicios especiales mediante alguna clase de escucha telefónica, ni en algunas conversaciones y cosas como esa''.
Ya el canciller ruso, Serguéi Lavrov aseguró el lunes que había visto parte de las pruebas que le mostró su par estadounindense, John Kerry, y que estas no eran "convicentes".
Putin volvió sobre esta idea hoy en la entrevista cuando afirmó que incluso en EE.UU. "hay expertos que creen que la evidencia presentada por el gobierno no parece convincente, y no descartan la posibilidad de que la oposición efectuara una acción premeditada de provocación para tratar de darle a sus amparadores un pretexto para la intervención militar''.
En la larga entrevista, el presidente ruso también habló sobre las acusaciones a su gobierno de que persigue a los homosexuales y negó la existencia de este tipo de políticas, a pesar de las denuncias de represión en la marcha del orgullo gay y de la renuncia de atletas a participar de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero por este tema.
El presidente ruso también intentó bajar la tensión entre los dos países que comenzó a tensarse cuando, antes del caso sirio, cuando Edward Snowden, el joven que dio a conocer que EE.UU. espiaba a ciudadanos de todo el mundo e incluso a jefes de Estado, pidió asilo en Rusia tras ser perseguido por la Justicia estadounidense.
Desde el gobierno de EE.UU. También dieron señales de un acercamiento horas antes del este reportaje. Fue el Jefe de la diplomacia, John Kerry, el encargado de hacerlo. Otro tema que divide son las críticas de EE.UU. al trato que da Rusia a la oposición y la restricción a recibir fondos desde el extranjero a grupos de la sociedad civil rusa.
Por Silvina Heguy.
Miércoles, 4 de septiembre de 2013
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