EL GOBIERNO ANUNCIO MEDIDAS PARA EL CAMPO Y LA INDUSTRIA, APOYO A LAS PROVINCIAS Y PROTECCION A TRABAJADORAS DOMESTICAS Tiempo de siembra con el estado a la cabeza La Presidenta anunció la devolución de retenciones al trigo y amplió la oferta exportable del cereal. También presentó nuevos créditos subsidiados a la producción y la refinanciación de deudas provinciales. “Menos mal que hay Estado”, ponderó.
El Gobierno anunció ayer cuatro medidas para apuntalar la actividad económica y profundizar la protección social a sectores vulnerables. Las acciones favorecen al sector rural e industrial, con la devolución de retenciones al trigo y la oferta de nuevos créditos subsidiados a la producción, y a 17 provincias, con la refinanciación de sus deudas con el Estado nacional. También instrumentó una nueva tarjeta de identificación laboral para las trabajadoras en casas particulares. La presidenta Cristina Fernández se encargó de los anuncios, en un acto en la Casa Rosada transmitido por cadena nacional, y enfatizó sobre la importancia de la intervención del Estado en la economía, sin la cual los momentos de dificultades económicas serían mucho más difíciles. “Menos mal que hay Estado en la Argentina, cada vez que el Estado se retiró, el pueblo fue devastado”, sostuvo, y recordó las experiencias del ’55, la última dictadura y el menemismo.
Uno de los temas que dominaron la presentación fue la devolución de las retenciones al trigo, tal como se había anunciado en mayo del año pasado. El Estado reintegrará 206 millones de pesos a 10.000 productores. La devolución podría haber alcanzado a 30.000 productores, pero sólo decidieron declarar sus proyecciones de cosecha y adherir a este beneficio un 33 por ciento de los habilitados. CFK anunció también la liberación de 500.000 toneladas de exportación de este cereal. De esta manera, se completan los permisos por 1,5 millón de toneladas para la cosecha 2013-2014.
El Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina (Cepaga) fue establecido en mayo de 2013, con el apoyo de las grandes exportadoras como Nidera y Cargill, la nacional Aceitera General Deheza (propiedad del ex senador Roberto Urquía) y las cámaras empresarias que nuclean a las multinacionales. Pero también dieron su aval las cooperativas de AFA, ACA, Cafer, la industria molinera y la Cámara de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
La medida estaba pensada para devolver retenciones tanto a los grandes jugadores como a los pequeños. Sin embargo, desde las cámaras patronales que deberían defender los intereses de los pequeños productores, como Federación Agraria, poco hicieron para que sus productores declaren su producción para recibir una devolución de los derechos de exportación. Luego del anuncio presidencial, tanto la FAA como la Sociedad Rural cuestionaron el instrumento aplicado.
De los 30.000 productores trigueros con capacidad de adherir al Certificado, sólo lo hicieron 10.519. El Estado devolverá 206,4 millones de pesos, es decir, un promedio de 20.400 pesos por productor, lo que equivale, según lo informado por el Poder Ejecutivo, al 105 por ciento del costo de los herbicidas, al 29 por ciento del costo de la urea o al 31 por ciento de la semilla y curasemilla.
“Podemos decir que vamos a subir el 82 por ciento móvil, que vamos a eliminar los derechos de exportación a todos o progresivamente, que vamos a descontar de los altos ingresos los alquileres, que no les vamos a cobrar impuestos a los empresarios. Todas estas cosas juntas no me dan. Si uno suma todo eso, cómo vamos a hacer para mantener lo que hoy está vigente, más del 6 por ciento del PBI para educación, la AUH o la movilidad jubilatoria”, afirmó Fernández de Kirchner en alusión al proyecto del Frente Renovador que plantea eliminar las retenciones al trigo y los reclamos del Foro de Convergencia Empresarial.
Luego de 2008, cuando el Gobierno intentó establecer las retenciones móviles para el sector agropecuario con un esquema de segmentación para beneficiar a los pequeños productores, los empresarios del sector abogaron en cada foro o discurso público por la eliminación de las retenciones. El pedido de los ruralistas fue tomado por diversos dirigentes políticos y empresarios. Sin embargo, la eliminación de las retenciones no incidirían necesariamente en una mayor producción.
Fernández de Kirchner explicó lo sucedido en la cosecha triguera de 1976-1977, cuando se produjeron 11 millones de toneladas, un record para aquella década, con un nivel de retenciones del 50 por ciento. Menem llevó las retenciones a cero en 1993, pero eso no evitó el endeudamiento de los campos.
En la campaña 2008-2009, la producción triguera disminuyó por razones climáticas hasta 8,3 millones de toneladas, 50 por ciento menos que la anterior. En 2009-2010, la producción quedó en 9 millones de toneladas. Sin embargo, en las dos campañas siguientes, con el actual nivel de derechos de exportación y un sistema de exportación basado en cupos, la producción creció hasta 15,8 y 14,5 millones de toneladas, respectivamente. En 2012, se vendieron al exterior 11,5 millones de toneladas de trigo. La cosecha 2013-2014 fue de 9,2 millones de toneladas. Los productores habían informado que sería de 13 millones.
Del total cosechado y declarado, se habilitó finalmente la exportación de 1,5 millón de toneladas. Ayer quedó confirmado el último cupo de 500.000 toneladas de grano, más 50.000 toneladas de harina. La semana próxima se reunirá la Mesa Nacional Triguera donde se fijarán las nuevas pautas para solicitar los permisos de exportación a través de una web que permitirá realizar reservas con aprobación automática de los permisos. El volumen total de exportación quedará definido en marzo y se revisará trimestralmente.
Por Sebastián Premici.
Martes, 29 de abril de 2014
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