BRASIL VOLVIO A DEFRAUDAR Y HOLANDA APROVECHO PARA GOLEARLO 3-0 Y LOGRAR EL TERCER PUESTO No le quedó ni para ganar el premio consuelo El equipo de Scolari cerró su pésimo Mundial con una nueva caída y diez goles en contra en dos últimos dos partidos.
A Brasil no le quedó ni el consuelo de conseguir el tercer puesto del Mundial que organizó. Ayer, Holanda le ganó 3-0 en el estadio Mané Garrincha de esta ciudad con goles de Robin Van Persie de penal, Daley Blind y Georginio Wijnaldum, el último cuando se jugaba el primer minuto de descuento. Así, la selección naranja consiguió por primera vez el tercer puesto en la Copa, después de los subcampeonatos de 1974, 1978 y 2010. Para Brasil, fue el final de una pesadilla.
El conjunto dirigido por Louis van Gaal se valió de su efectividad para resolver rápido un partido a priori complicado con el equipo local, que venía de la peor humillación en su historia, por lo que buscaba una rápida revancha para empezar a olvidar el tremendo golpe del “Mineirazo”.
Un penal apenas a los tres minutos y un mal despeje a los 17 prácticamente sentenciaron el resultado ya en el primer tiempo, aunque cabe resaltar que la infracción de Thiago Silva a Arjen Robben fue afuera del área aunque el árbitro argelino Djamel Haimoudi, a instancias del línea, la consideró penal. A Van Persie no le importó y convirtió el gol con un remate alto.
Quince minutos después, cuando Brasil buscaba el empate, Wijnaldum, adelantado por pocos centímetros, tiró un centro que David Luiz rechazó desafortunadamente a los pies de Blind, quien se tomó su tiempo para parar la pelota con zurda y rematar de derecha para vencer a Julio César.
Brasil inclinó la cancha en busca del descuento y pudo haberlo conseguido con una buena jugada individual de Oscar que tapó el arquero Cillesen, con un cabezazo de David Luiz, o también luego de un centro al que no llegaron ni este último ni Thiago Silva para conectar el pase a la red.
El segundo tiempo se jugó prácticamente en campo holandés, que de todos modos casi golpea de entrada y de contra con un desborde del incansable Robben, otra vez la figura de su equipo. Fue Brasil el que tuvo todo el tiempo la pelota, pero careció de ideas y abusó de la búsqueda individual o de la repetición de centros al área. Lo mejor del Scratch estuvo en un remate de Ramires que salió muy cerca del palo, y con el ingreso de Hulk, que aportó una dosis de vértigo y casi descuenta con un remate que pasó muy cerca e ilusionó a la sufrida hinchada brasileña.
La agazapada selección holandesa dio el último golpe al equipo organizador cuando se jugaba un minuto de los cinco que se adicionaron. Wijnaldum, quien reemplazó a Wesley Sneijder, lesionado en la previa del partido en un inocente choque con el lateral Martins Indi, convirtió el tercer gol holandés después de una buena jugada colectiva para decorar el resultado de un partido que Brasil ya tenía perdido desde el primer tiempo.
Aunque la derrota con Holanda marcó el final del camino de Brasil en el Mundial, el partido de ayer sólo quedará en la anécdota (triste, sin embargo), ya que todavía resuena la caída con Alemania en Belo Horizonte. Brasil no sólo fracasó en hacer olvidar el “fantasma del Maracanazo” de 1950, cuando Uruguay le ganó la final con gol de Ghiggia y la posterior crucifixión del arquero Barbosa, sino que sumó su segunda derrota categórica (esta vez también humillante) en su segundo torneo organizado.
Aunque la victoria no ayudó a conquistar la Copa que se le negó repetidas veces en su historia, Holanda se despidió de sus seguidores dando una vuelta a la cancha y celebró la medalla de bronce. Hasta el DT Van Gaal se dio el gusto de hacer ingresar en los últimos minutos al tercer arquero Michel Vorm, el único que no había tenido minutos en cancha en Brasil.
Fuente: Página12.
Domingo, 13 de julio de 2014
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