EN MEDIO DE LA PULSEADA CON LOS FONDOS, EL GOBIERNO CUMPLIÓ SU COMPROMISO CON EL CLUB DE PARÍS Giro a París que demuestra capacidad de pago Tal como estaba previsto, el Ministerio de Economía libró 642 millones de dólares para cubrir la primera cuota del acuerdo con 16 países acreedores. El desembolso volvió a desmentir a los buitres, que acusan a la Argentina de defaulteador serial.
El Ministerio de Economía realizó ayer el pago de 642 millones de dólares correspondiente al primer tramo de la cancelación de la deuda con el Club de París, acordada el 29 de mayo pasado. Para ello se utilizaron reservas del Banco Central (ver aparte). El segundo tramo de la primera cuota se cancelará en mayo de 2015, por 500 millones de dólares. La deuda con los 16 países acreedores de la Argentina asciende a 9690 millones de dólares, a pagar en cinco años y con la posibilidad de extenderlo por dos años más. Esta cancelación fue realizada en los plazos establecidos durante la negociación. Es decir que la voluntad y capacidad de pago del país no se vieron afectadas por la puja con los fondos buitre y la amenaza latente del juez neoyorquino Thomas Griesa de forzar la cesación de pagos del país. La Argentina logró renegociar su deuda con el Club de París sin la injerencia del Fondo Monetario Internacional, un hito para las finanzas internacionales. Según la deuda consolidada por país, Alemania es el principal acreedor, con el 37,37 por ciento de los pasivos, seguido por Japón (22,34), Holanda (7,98), España (6,68), Italia (6,29), Estados Unidos (6,28), Suiza (5,31), Francia (3,62) y Canadá (2,02).
La composición de la deuda a saldar se compone de 4955 millones de dólares de capital, 1102 millones de intereses y 3633 millones de intereses punitorios. Durante el período en que estos pasivos estuvieron en default, tanto el capital como los intereses crecieron a una tasa acumulativa del 7,2 por ciento.
“El acuerdo alcanzado implica una tasa sustancialmente menor a la que estaba aplicándose y un plazo de cinco años con opción a dos más. La reducción de la tasa de interés y la aceptación de un plazo prolongado de refinanciación son los aspectos salientes del acuerdo y representan un mejoramiento de las operaciones originales en cesación de pagos desde 2011”, indicó Economía a través un informe en el que detalló los alcances del acuerdo con el Club de París.
Durante los primeros cinco años, por el valor residual de la deuda se pagará una tasa del 3 por ciento para todas las monedas de origen (hay ocho monedas en juego). Por la diferencia entre el porcentaje de capital objetivo y los montos efectivamente pagados se abonará una tasa de interés compensatoria del 4,5 por ciento, y por el saldo impago luego del lustro, una tasa del 9 por ciento.
La Argentina ingresó al Club de París durante la dictadura de Eugenio Pedro Aramburu, en 1956, con préstamos por 500 millones de dólares. Desde ese primer acuerdo, el país registró refinanciaciones en 1962 y 1965. Posteriormente, el gobierno de Raúl Alfonsín concilió las obligaciones existentes con los gobiernos o agencias oficiales de los países miembros del Club en 1985, y ese monto se renegoció en otras cuatro oportunidades, conocidas como Ronda II, en 1987, Ronda III, en 1989, Ronda IV, en 1991, y Ronda V, en 1992. Los pagos correspondientes a los vencimientos acordados en las Rondas IV y V fueron interrumpidos con la cesación de pagos declarada el 23 de diciembre de 2001 por el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá.
Uno de los temas centrales de la negociación entre el Gobierno y los representantes del Club de París, que tiene su sede en el Ministerio de Economía de Francia, fue dejar afuera del acuerdo al Fondo Monetario Internacional, algo que se consiguió. Además de evitar la injerencia política de este organismo multilateral, el acuerdo está atado a los préstamos que recibirá el país de sus mismos acreedores, que permitirán mejorar la composición de las reservas internacionales del Banco Central e incrementar las inversiones en áreas claves de infraestructura.
El acuerdo estableció un pago mínimo que deberá afrontar la Argentina por año y fijó un criterio de pagos adicionales en caso de que las inversiones de sus acreedores sean mayores a las estipuladas. Incluso, si durante el plazo de cinco años las inversiones adicionales fueran insuficientes para cubrir la deuda total, el país puede posponer los vencimientos hasta dos años.
El primer intento para saldar la deuda con el Club de París fue formulado en 2008, previo al estallido de la burbuja financiera en Estados Unidos y Europa. El Gobierno había anunciado la cancelación de la deuda en un solo pago y con reservas internacionales del Banco Central. La operación requería 6706 millones de dólares, el 14 por ciento del total del stock del BCRA en aquel año. La crisis internacional echó por tierra el acuerdo. El segundo intento fue en 2010, cuando se incluyó en el Presupuesto nacional un artículo para habilitar al Ejecutivo a saldar dicha deuda. Esa cláusula fue prorrogada todos los años hasta que finalmente el Gobierno nacional pudo negociar con los acreedores y cerrar el conflicto.
El esquema de pago contempla un mínimo de cancelación en cada año de 1100 millones de dólares. Por encima de esa cifra, el deudor (Argentina) define en qué año hace un pago mayor para completar los 9690 millones de dólares antes de los siete años. Para el pago de cada año se establece también una suma que funciona como “cuota objetivo”, de 2250 millones, que no es obligatoria pero tiene un premio, que es una tasa preferencial de interés del 3 por ciento (sobre saldos).
“En toda la experiencia del Club de París y dentro de los parámetros consagrados por la organización no existe la posibilidad de obtener una quita en el monto adeudado salvo para los países de bajo ingreso per cápita. Cabe destacar que la negociación sin la intervención del FMI es un elemento que resulta inédito para los acuerdos de refinanciación que lleva adelante este organismo”, concluyó el informe elaborado por el Ministerio de Economía.
Por Sebastián Premici.
Martes, 29 de julio de 2014
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