"SI HAY UN PAÍS VIABLE, ES LA ARGENTINA" Lo que pretenden es tumbar a la Argentina En un acto donde anunció el aumento de las jubilaciones y un paquete de leyes para la defensa del consumidor, CFK insistió en que la intención del Gobierno es pagarles a “todos” los acreedores. “Dialogamos siempre”, remarcó. “Somos un país viable y lo que pretenden es tumbarnos. Saben que si hay un país viable ése es Argentina y por eso nos quieren tumbar”, señaló ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, al abordar el conflicto con los fondos buitre. Con casi todo el poder político del gobierno en el Salón de las Mujeres, funcionarios, sindicalistas, empresarios, gobernadores, militantes y dirigentes políticos y sociales respaldaron con su presencia la estrategia argentina para defender la soberanía económica. Además solicitó a “los argentinos unidad monolítica frente al futuro”, más allá de las diferencias partidarias.
“Hoy es 31 de julio y el mundo sigue andando, igual que la Argentina”, señaló la Presidenta en una de sus primeras menciones a las supuestas consecuencias por no cumplir con el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa que se agitaron en los últimos días. “Dialogamos siempre. Y nos queremos hacer ciento por ciento responsables de la deuda de nuestros acreedores en forma justa y sustentable. No nos negamos a pagarles, les ofrecimos entrar al canje en las mismas condiciones. Pero ellos quieren la sentencia casi usuraria que les da el mil por ciento de rentabilidad”, continuó la jefa de Estado al explicar la propuesta realizada por el Estado argentino, que fue rechazada por el pequeño grupo de los fondos buitre que quedaron fuera de la reestructuración de la deuda.
El marco tenía un fuerte peso de representación política. En el salón en el que se recuerda a mujeres importantes de la historia argentina se encontraban dirigentes de la CGT oficial, como el secretario adjunto Andrés Rodríguez y el gremial Omar Viviani, el adjunto de la Central de Trabajadores de Argentina, Pedro Wasziejko, empresarios como Daniel Funes de Rioja e industriales, así como representantes de las cámaras empresariales. Dirigentes políticos y de organizaciones sociales, funcionarios nacionales, más de diez gobernadores, además del apoyo popular que se vio en los tres patios internos de la Casa Rosada daban una idea de la importancia del crucial momento económico y político.
La Presidenta había comenzado a tocar el tema después de anunciar el nuevo aumento de las jubilaciones (ver página 2) y explicar el envío de un paquete de leyes destinadas a la defensa del consumidor (ver página 11) al leer un discurso del ex presidente Néstor Kirchner cuando hacía pocos meses había asumido la presidencia, en febrero de 2004. “No estoy dispuesto a pagar más de lo posible para el país porque de lo contrario significaría hacerlo con el hambre del pueblo”, leyó y continuó con otro pasaje en el que el santacruceño apuntaba: “Queremos convivir integrados a un mundo, pero es hora de que ese mundo les ponga freno a los fondos buitre y a los bancos insaciables que quieren seguir lucrando con la Argentina”, y subrayaba el tramo en el que decía que “los mismos que dicen que hay que arreglar a cualquier costa son los mismos que nos endeudaron”.
Después de los aplausos y los cantos recordando a Kirchner que venían de los patios, destacó que no se sentía “épica” por haber cambiado el rumbo del país con el modelo iniciado en 2003, “no me voy a subir a ningún caballo”, y advirtió a un sector de los banqueros que “no hace falta que te pongan en un diario como salvador de la patria. Tenés que tener el caballo, el birrete, el sable, pero por sobre todas las cosas, el coraje y la honestidad de decir las cosas como realmente son y no engañar a la gente”, apuntando contra la propuesta acercada por bancos de aportar una garantía a los fondos buitre para evitar el default, pero ocultando que el ofrecimiento era dinero de los ahorristas argentinos.
Mientras en la calle frente a Balcarce 50 se concentraban grupos organizados de trabajadores, de militantes y gente suelta para sumarse al apoyo, Fernández de Kirchner señaló que “la Argentina va a utilizar todos los instrumentos legales que tiene en materia de derecho nacional. Porque no vivimos en una choza, vivimos en un país, en una nación que tiene un Congreso, no vamos a hacer nada que esté fuera de la ley”, apuntando a los holdouts. La solidaridad internacional que fue cosechando la posición argentina fue uno de los puntos en los que se detuvo. “Tengo que decir que me siento muy bien porque hemos recogido el apoyo de todos los foros internacionales. Desde la OEA pasando por la Celac, por el G77 + China, presidentes como Dilma Rousseff, que ha pedido que el tema se trate en el G-20”, señaló con entusiasmo.
El potencial del país a futuro se llevó las últimas palabras de su discurso, que incluyó un mensaje a la oposición. “El nudo de la cuestión es que somos un país viable porque tenemos cuatro cosas fundamentales: energía, alimentos, territorio, recursos humanos formidables. Por eso somos un país, y volvemos a ser un país viable es que nos quieren tumbar”. El mensaje de unidad y concordia fue la conclusión en la que convocó a que “estemos todos juntos, después discutamos todo, desde el color, lo que quieran, pero sobre esto que haya unidad monolítica con todos los argentinos porque es la salida para el futuro”.
Por Julián Bruschtein.
Viernes, 1 de agosto de 2014
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