DESDE ROMA, MORENO QUIERE RECUPERAR PODER Y PROTAGONISMO Por Martín Dinatale Algunos dijeron que estuvo deprimido y que le costó un tiempo acostumbrarse a la vida en Roma. Otros creyeron que estaba distanciado de Cristina Kirchner. En cualquier caso, quienes lo daban por desterrado se habrían equivocado: el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno está más activo que nunca y empezó a armar la coordinación de las oficinas comerciales de las embajadas argentinas en la Unión Europea, un esquema de poder propio que, según dicen en su entorno, le servirá para volver al ruedo a lo grande en la política argentina.
El funcionario todoterreno del kirchnerismo no se queda quieto ni ajeno a la constante polémica. Si bien es el jefe de agregaduría en la sección comercial de la embajada argentina en Italia, Moreno maneja la sede diplomática como si fuera suya. Se lleva muy bien con el embajador Torcuato Di Tella, pero construyó un poder paralelo de la mano de empresarios extranjeros y dirigentes amigos que lo frecuentan. Y, por lo que deja traslucir, tiene proyectos a futuro.
Fuentes diplomáticas y empresarios que lo vieron últimamente coincidieron en detallar a LA NACION que todas las semanas el ex secretario de Comercio recibe a destacados CEO de empresas, se codea con algunos referentes de la cúpula del Vaticano y está muy enojado con la balanza comercial que tiene la Argentina con la Unión Europea. La devoción por el papa Francisco también la comparte con su esposa, que es una ferviente católica.
Pero los números de la Argentina son lo que más sigue preocupando a Moreno. Actualmente, la balanza de la UE y la Argentina es de más de US$ 20.000 millones. Es cierto que en 2002 esa balanza alcanzaba apenas los US$ 7400 millones y que se elevó sustancialmente en los últimos años. Pero Moreno, tal como advierten en la Cancillería, cree que los resultados podrían ser mejores. En la intimidad atribuye buena parte de los problemas a la política confrontativa de Héctor Timerman y del ministro de Economía, Axel Kicillof, con la UE. Recuerdan así las acusaciones que lanzó el canciller contra varios países europeos por las trabas al comercio del biodiésel argentino.
Con los números en mano y la decisión de mejorar la balanza comercial de la UE y la Argentina es que Moreno le propuso a Cristina Kirchner la coordinación, bajo su ala, de las oficinas comerciales de las embajadas argentinas en la UE. La idea es empezar a establecer un trabajo en conjunto bajo su manejo e impronta tan polémica.
"Está hiperactivo y volvió a ser el Moreno de antes. Tiene en sus manos un ambicioso proyecto para controlar las oficinas económicas y los centros de promoción comercial argentinos en Europa", expresó a LA NACION un destacado embajador argentino apostado en la capital de uno de los 28 países de la UE.
Contra los camporistas
Moreno repite a sus allegados que a su entender "funciona muy mal" la tarea que se lleva adelante en las oficinas de promoción comercial que dependen del secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, el camporista Carlos Bianco. Es sabido que Moreno nunca se llevó bien con los jóvenes camporistas, a quienes había desplazado de la Cancillería y de otras áreas del Gobierno cuando estaba en Buenos Aires. Por eso no es descabellado pensar que la idea de coordinar todas las oficinas comerciales de la UE lo enfrentará tarde o temprano con Bianco.
El ex secretario de Comercio quiere llevar también a varios de sus laderos en algunas oficinas de promoción comercial en Europa y estas pretensiones chocan con Timerman. Por ejemplo, varios referentes de la diplomacia deslizaron que el canciller quiere en una oficina comercial de Milán a Luciano Tanto, que es uno de sus secretarios. Pero Moreno se opone tajantemente a esa idea.
Los que estuvieron en la embajada argentina en Roma señalan que Moreno cuenta con el apoyo de varios empresarios argentinos. "Moreno está desesperado por volver a figurar y hará cualquier cosa por ello", dijo a LA NACION un empresario que estuvo duramente enfrentado con el ex secretario de Comercio.
Algunos de los que estuvieron hace poco en Roma con Moreno sostienen que el funcionario todoterreno también se entusiasmó con la idea de armar el nuevo "Partido de la Paz", que le daría una apoyatura al PJ cuando Moreno regrese a la Argentina. Para ello recauda fondos con empresarios amigos. Aunque por ahora su regreso no tiene fecha. Por el momento, el ex secretario de Comercio seguirá la campaña presidencial de 2015 desde Roma y se transformará en una pieza clave para aquellos candidatos que quieran armar una agenda en la Unión Europea con el mundo empresarial.
Fuente: Lanación.
Lunes, 18 de agosto de 2014
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