GEORGE SOROS Y KYLE BASS INICIARON JUICIOS EN INGLATERRA CONTRA EL BANCO DE NUEVA YORK Los pesos pesados de las finanzas suben al ring Los financistas con títulos de deuda argentina reclamaron en Londres que se destraben los pagos que realizó el gobierno nacional a fines de junio de la deuda reestructurada. Apuntaron contra el Banco de Nueva York y contra el juez Griesa.
Las demandas contra el Bank of New York Mellon (BoNY) se multiplican alrededor del mundo. El financista húngaro-estadounidense George Soros y el titular del fondo de cobertura Hayman Capital, Kyle Bass, iniciaron reclamos en los tribunales ingleses para que la entidad financiera desbloquee los pagos realizados por Argentina. Esas acciones judiciales suman presión para que el agente fiduciario deposite en las cuentas de los bonistas del canje los 226 millones de euros correspondientes al último vencimiento de intereses de los títulos emitidos bajo la ley de Inglaterra. Los dólares, euros y yenes depositados por Argentina a fin de junio están bloqueados por una orden del juez norteamericano Thomas Griesa para que los fondos buitre cobren la sentencia a su favor.
Desde que la decisión de Griesa fue convalidada por la Corte Suprema de Estados Unidos, la cadena de pagos de la deuda externa aceptó pasivamente las restricciones impuestas por ese sistema judicial incluso cuando se trata de intermediarios y bancos que no están alcanzados por su jurisdicción. El Ministerio de Economía intimó al BoNY a liberar los fondos y la semana pasada presentó el proyecto ley de Pago Soberano de la Deuda Externa que propone desplazarlo como agente fiduciario por incumplir con sus obligaciones contractuales. La iniciativa ofrece también un canje voluntario de los bonos con ley extranjera por otros con idénticas condiciones financieras pero regidos por la legislación argentina. A diferencia de la activa y agresiva estrategia del Gobierno, los fondos de inversión internacionales que tienen en su poder la mayor parte de los bonos emitidos durante la reestructuración se mantuvieron expectantes al margen de la disputa. Recién comenzaron a involucrarse a lo largo de las últimas semanas cuando ya había transcurrido más de un mes sin recibir sus pagos.
Los juicios iniciados la semana pasada en Londres por Soros y Bass, dos jugadores de peso del sistema financiero internacional, fueron precedidos por las acciones promovidas en Bruselas y Nueva York contra el BoNY desde Fintech Advisory, el fondo encabezado por el multimillonario mexicano David Martínez Guzmán, y distintos hedge funds radicados en Europa. Quien también comenzó a participar activamente del caso es el Citibank. La entidad financiera reclama una autorización para que su subsidiaria argentina pueda pagar los vencimientos de los bonos en dólares regidos por la ley argentina en manos de acreedores en el exterior. “Vamos a apelar en Bruselas, Nueva York y en Londres todas las decisiones ilegítimas que nos afectan. La solución de fondo es pasar a un plan local”, explicó Martínez en una entrevista con Página/12 publicada anteayer. El empresario posee el 40 por ciento de Cablevisión, donde es socio del Grupo Clarín, una inversión de la que planea desprenderse si se aprueba su toma de control de Telecom Argentina.
Soros y Bass
“No pudieron transferir los fondos en euros de acuerdo con sus obligaciones fiduciarias”, explicó el texano Kyle Bass a la agencia de noticias Bloomberg, al referirse a los 226 millones de euros bloqueados en la cuenta que tiene el BoNY en el Banco Central. “Nuestro pago de intereses se rige por la ley británica, que no se ha pronunciado sobre esto. Hasta que haya una orden parecida en el Reino Unido nos deben nuestros pagos”, indicó la cara visible del fondo Hayman Capital que, junto con Soros, inició la semana pasada una demanda contra el agente fiduciario.
Nacido en Florida pero radicado en Texas, Bass fundó Hayman Capital en 2006. El año pasado el inversor compró títulos de deuda argentina aprovechando los bajos precios. En total administraría alrededor de 2000 millones de dólares en bonos emitidos por el país. El director del hedge fund que protegiendo sus intereses en la deuda respalda la posición del Gobierno amasó su fortuna apostando al default de los activos estructurados con las hipotecas subprime y la crisis de Grecia. Ganó sumas millonarias cuando compró contratos de seguro (Credit Default Swaps) a la espera de que la Asociación Internacional de Canjes y Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés) declarara la existencia de un “evento de default” entre los activos estructurados con hipotecas y la economía helénica. Se trata de los mismos instrumentos pactados entre privados que tendrían en su poder los fondos buitre pero para la deuda argentina.
La demanda de Bass contra el BoNY, según indicó Bloomberg, también está acompañada por George Soros, un empresario con una larga historia de entradas y salidas del país. La más reciente se conoció la semana pasada cuando el financista se convirtió en el cuarto mayor tenedor de acciones de YPF. Adquirió más de ocho millones de títulos de la petrolera, por 450 millones de dólares, en el mercado, el 3,5 por ciento de la firma controlada por el Estado.
Soros ingresó al país a comienzos de los ‘90 asociado con Eduardo Elsztain y Marcelo Mindlin en IRSA, que luego pasaría a controlar el Banco Hipotecario. Junto a ellos también fue parte de Cresud, dedicada a inversiones agropecuarias a gran escala. Sin embargo, el empresario que obtuvo fama internacional en 1992 cuando llevó adelante un ataque especulativo contra la libra esterlina que le permitió embolsar 1000 millones de dólares en pocas horas, se deshizo de sus activos argentinos en el 2000. Reapareció seis años después cuando, durante una gira de Néstor Kirchner por Nueva York, anunció allí que desembolsaría 500 millones de dólares para producir bioetanol en el país. La relación con el Gobierno fue buena desde entonces.
Fuente: Página12
Martes, 26 de agosto de 2014
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