LA ARGENTINA PUEDE GANAR HOY SU GRUPO EN EL MUNDIAL Es mucho mejor de lo que se esperaba La incuestionable victoria de ayer sobre Senegal puso al equipo de Julio Lamas en posición ventajosa y podría quedarse con el primer puesto en la zona si vence esta tarde a Grecia.
Argentina levantó su imagen y venció con claridad 81-46 a Senegal para evitar el temido cuarto lugar y tener aún aspiraciones de ganar el Grupo B del Mundial de España. Salvo un pasaje del tercer cuarto, el conjunto de Julio Lamas jugó en gran nivel en Sevilla y se dio el lujo de poner a todos los jóvenes de la nueva camada, incluso Matías Bortolín y Tayavek Gallizzi, ambos de 21 años y que aún no habían debutado en el certamen. El capitán Luis Scola, con 22 puntos y 14 rebotes, volvió a tener una actuación estelar y jugó menos de 30 minutos, pensando en lo que sigue en el torneo. Con la victoria, Argentina llegó a un record de 3-1 y todavía aspira al primer lugar, algo que conseguiría si hoy vence a Grecia (desde las 17, por la TV Pública y TyC Sports).
La estrategia defensiva de Argentina fue muy clara: intentar ponerle presión al base Dalmeida y no dejar recibir al NBA Dieng, con Andrés Nocioni pegado como una estampilla y con Scola llegando en la ayuda. De esa forma neutralizó la mejor arma ofensiva de su rival y lo obligó a ejecutar un plan B. Y el intento de los africanos pasó por los lanzamientos lejanos, con nula efectividad, por lo que Argentina neutralizó sin inconvenientes la ofensiva rival.
Resuelto el problema en un costado, Argentina empezó a edificar su victoria con tranquilidad, gracias a un parcial de 12-2 en los primeros minutos. Como sus tiradores (Nocioni, Walter Herrmann) estuvieron certeros, la defensa africana debió desplegarse, lo que dejó espacios para que Scola pudiera jugar bien profundo bajo el tablero. Y allí, el capitán argentino volvió a mostrar toda su capacidad para anotar puntos. De esa manera, con goleo repartido en varias manos, el equipo de Lamas fue acumulando ventajas. Además, los buenos ingresos de los reservas permitieron que la estructura no se resintiera cuando descansaron alternativamente los titulares.
Otro parcial 12-0 en el inicio del segundo cuarto sirvió para que Argentina tomara una distancia tranquilizadora ante un Senegal que no encontraba respuestas. Tan confundido estaba el conjunto africano que Dieng se sentó en el banco con cuatro puntos, frustrado por la marca de Nocioni y, luego, de Leo Gutiérrez. A diferencia de lo ocurrido ante Filipinas, Lamas pudo y quiso alargar la rotación para darle descanso a sus veteranos. De esa manera, con 17 puntos de ventaja (41-24) y diez jugadores con minutos repartidos, el negocio para Argentina fue redondo.
Con menos claridad en ofensiva, pero con la misma intensidad en el costado defensivo, Argentina pudo sostener la ventaja en el tercer cuarto, a pesar de que su juego ya no era tan lúcido. Por el contrario, abundaban las pérdidas insólitas y no aparecían los tiros claros. Por eso, la albiceleste pasó casi cuatro minutos sin convertir. Para su fortuna, Senegal tampoco tenía ideas concretas ni encontraba buenos porcentajes en sus tiros lejanos. Apenas las espectaculares volcadas, algunas dignas de concurso, daban esperanzas a los africanos.
Por ello, el tercer cuarto fue lo peor del partido para Argentina con un parcial 14-12 a favor de los senegaleses que daba la pauta de lo mal que habían jugado ambos equipos. Argentina, que arrastraba ocho pérdidas en el torneo, acumuló siete en ese pasaje, una muestra de lo confundido que lucía. Pero bastaron dos minutos de lucidez de Campazzo, de flojo partido hasta ese momento, sumado a dos triples casi consecutivos de Herrmann para que Argentina recuperara ventajas (60-40) y serenidad.
A partir de allí, el juego se convirtió en una práctica con público, con once de los doce argentinos anotando puntos. Y con el clásico “Vamos, vamos los pibes” que terminaron cantando los casi 3000 hinchas argentinos en referencia a los cinco integrantes de la nueva camada que terminaron en la cancha, mientras los generales Scola, Nocioni, Pablo Prigioni, Herrmann y Gutiérrez descansaban y aplaudían desde el banco, a la espera de la batalla de hoy ante Grecia.
Jueves, 4 de septiembre de 2014
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