EN EL PRO HAY DIFERENTES VISIONES SOBRE LO QUE RESOLVIO LA UCR Cada cual se lo tomó a su modo Algunos macristas prefirieron no confrontar con los radicales, analizaron que a esta altura no se podía esperar otra cosa de ellos y no dieron por cerrado el diálogo para un acuerdo en 2015. Otros, en cambio, se mostraron molestos con el radicalismo.
En el macrismo siguieron con cautela el encuentro radical en San Fernando, que tuvo como principal tema de discusión una alianza con Mauricio Macri, una posibilidad que echó a rodar el titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz. Dado que el documento final no cerró la cuestión de las alianzas, las opiniones en el PRO estaban divididas. Desde la mesa chica del PRO sostuvieron que no se podía esperar más en este momento. Y que probablemente seguirán las conversaciones hacia 2015. Otros macristas se mostraron más contrariados por la falta de apertura de la UCR.
Hubo en el PRO quien imaginó un encuentro en el que Julio Cobos quedara acorralado por una mayoría a favor de Macri y debiera replegarse a Mendoza con una candidatura a gobernador. Eso no fue lo que ocurrió el lunes en el encuentro radical. Sin embargo, en la mesa chica del PRO ejercitan la paciencia y no pierden las esperanzas. “Fue muy bueno el encuentro. Esto va a ayudar a ordenar a la UCR”, confía a Página/12 uno de los principales armadores de Macri. “No esperábamos más que esto. Pedir más en este momento sería no comprender la realidad”, afirma. “Con esto ganan tiempo y está bien”, señala. En esto coinciden los diversos dirigentes del PRO: lo que ocurrió estaba dentro de lo previsible.
Por el momento, los macristas se concentrarán en seguir con su propio armado, lo que fortalece su capacidad negociadora con los radicales. “Ya dijimos lo que teníamos que decir”, afirmó el presidente del PRO, Humberto Schiavoni. “Ratificamos la construcción de nuestro propio espacio: estamos expandiendo el partido a todo el país, con candidatos propios en todos los distritos. Y dijimos que estamos abiertos a buscar coincidencias entre distintas fuerzas, pero nada más que eso”, sostuvo Schiavoni. Tras afirmar que está dispuesto a considerar una interna con aquellos dirigentes afines, como Sanz y Elisa Carrió, es posible que Macri enfríe por un tiempo ese discurso. De hecho, ayer el todavía procesado jefe de Gobierno hizo un extenso discurso en el que no mencionó el tema.
“Nosotros no empezamos con este tema. Simplemente respondimos ante los convites y dijimos que podemos analizar ir a una interna”, señalaron desde la mesa chica del PRO. La publicación en Facebook de esa declaración de Macri sirvió en la práctica para zanjar una disputa interna del PRO entre quienes apostaban a una construcción pura de “tercera vía”, como le gusta decir al consultor Jaime Duran Barba, y aquellos que están metidos en plena rosca con los radicales. En busca de acuerdos provinciales, esas negociaciones servirán. “Da la impresión que ganaron tiempo”, coincide otro dirigente del PRO con la mesa chica. En los hechos, mientras no haya un rechazo explícito por parte de la Convención Nacional de la UCR, desde el PRO no descartarán la posibilidad de una fórmula Macri-Sanz, aunque el documento radical sostiene que apoyarán a un candidato a presidente de la UCR.
Quien se mostró más pesimista con la falta de definiciones de los radicales fue el jefe de la bancada del PRO en Diputados, Federico Pinedo. Más en sintonía con el discurso de Carrió, Pinedo afirmó a este diario: “Da la impresión de que el momento político del PRO y de los radicales es distinto. En el PRO pensamos que hay que construir una alternativa para ganarle al kirchnerismo y recuperar el Estado de derecho en el país. A los radicales les preocupa principalmente el partido. No son posiciones incompatibles, pero indudablemente son distintas”.
Miércoles, 19 de noviembre de 2014
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