EL CONJUNTO DE NUÑEZ SE CONSAGRO CAMPEON DE LA COPA SUDAMERICANA River y un festejo de la cabeza Con dos cabezazos calcados de Mercado y Pezzella, luego de sendos corners de Pisculichi, el equipo de Gallardo venció 2-0 a Atlético Nacional de Medellín, se consagró de manera invicta y festejó un título internacional después de 17 años.
El éxito se volvió a mudar a la esquina de Figueroa Alcorta y Udaondo. Los 17 años sin títulos internacionales quedaron en el olvido y River rompió esa racha para consagrarse campeón de la Copa Sudamericana. Con un fútbol que busca ser elegante y dominador, el equipo de Núñez respondió a las exigencias y ahora puede celebrar. Todo eso bajo la conducción de un hombre nacido en la casa como Marcelo Gallardo, que se convirtió en el primer entrenador que festeja un certamen continental como jugador y también como técnico.
La idea del técnico de Atlético Nacional, quien había asegurado que debían soportar en los primeros quince minutos del partido los embates de River, se fue cumpliendo lentamente. Hasta ese momento, el equipo local tuvo tres llegadas claras para ponerse en ventaja, pero no pudo aprovechar ninguna. El arquero Armani se iba convirtiendo en figura.
River no tenía el control de la pelota, pero desde la mitad de la cancha salía rápido hacia adelante y aprovechaba el adelantamiento de la última línea visitante. Pisculichi no tenía mucho contacto con el balón y ningún compañero podía convertirse en el conductor del equipo. Sin embargo, River se las ingenió para volver a llegar con riesgo tres veces más y Armani seguía agigantando su presencia.
Nacional hizo algo que le fue dando resultado de a poco: ajustar las marcas en el medio para que el juego de River no sea prolijo. Así el desarrollo se hacía demasiado deslucido. Con ese panorama, el equipo colombiano se fue adelantando y pudo llegar con profundidad recién a los 32 minutos, pero el remate de Ruiz se fue al lado del palo. Más tarde, Barovero tuvo que aparecer dos veces para evitar la caída. El final del primer tiempo llegó con otra corrida de Gutiérrez, sin marca, que Armani pudo detener con acierto.
El correr de los minutos podía elevar la ansiedad de River en el segundo tiempo. Y cuando el público también comenzaba a jugar su papel, trasladando nerviosismo, Mercado apareció en el área rival para empezar a definir todo a su favor: el lateral se elevó en el área rival luego de un tiro de esquina de Pisculichi y cabeceó para ubicar la pelota junto a un palo, de pique al suelo. Después de que el arquero visitante respondió bien ante un tiro libre de Pisculichi y cuando apenas habían pasado cuatro minutos del gol de Mercado, en una jugada idéntica, Pezzella marcó el segundo tanto, y le terminó de dar a River la tranquilidad que necesitaba.
Nacional intentó reaccionar con los ingresos de Guisao y Murillo, pero el control del encuentro siguió siendo de River. La fiesta comenzaba a desatarse, porque el título ya no corría peligro. El grito de “Dale Campeón” comenzó a escucharse inmediatamente, y cuando el árbitro Ubriaco marcó el final, la explosión fue enorme. River se había instalado en la cima de Sudamérica.
Jueves, 11 de diciembre de 2014
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