EL DÍA DE LA MANGUERA “¿Cuándo bajó la nafta porque bajó el precio mundial?” Los ministros Kicillof y De Vido informaron el mecanismo por el cual se dispondrá una baja del 5 por ciento en el precio de naftas y gasoil a partir del 1º de enero. Es consecuencia de la caída internacional del petróleo, pero no un traslado automático. El gobierno nacional acordó con las provincias petroleras, las empresas productoras, refinerías y los sindicatos una reducción del 5 por ciento en el precio de las naftas y el gasoil en pesos, a partir del primero de enero.
“Cualquiera sea la edad, ¿alguien se acuerda de que, cuando haya bajado el precio internacional, también bajasen las naftas? Nunca”, ironizó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desde su cuenta de Twitter (ver página 4). Ante el nuevo escenario internacional por la baja del valor del petróleo, el Poder Ejecutivo consensuó con estos sectores una batería de medidas con el objetivo de mantener el nivel de la actividad sectorial y las fuentes de trabajo, con la mira puesta en el autoabastecimiento. El precio del barril interno tendrá una reducción de siete dólares. Como parte del paquete anunciado, habrá una modificación en las escalas de las alícuotas de las retenciones para las exportaciones de crudo, una reducción de los impuestos internos a las naftas del 10 por ciento y estímulos para los exportadores. Por la baja del precio internacional, el Estado dejará de importar combustibles por aproximadamente 2000 millones de dólares. El costo fiscal del paquete de medidas estará en torno de los 1200/1400 millones de dólares, por lo tanto el ahorro para el Estado rondará los 600 u 800 millones de dólares.
Las negociaciones entre el Gobierno y los actores involucrados fueron arduas. Las provincias, nucleadas en la Ofephi, pretendían mantener el precio del barril local en los 83 dólares, sin modificaciones, ya que sus presupuestos están confeccionados en base a las regalías petroleras.
El precio local del barril está desacoplado de su valor internacional desde 2007. Esta política aisló al país de las fuertes alzas, cuando llegó a superar los 100 dólares. El precio fijo al productor comenzó en los 42 dólares por barril. Pero en los últimos años, con el objetivo de recuperar la producción, y en sintonía con la recuperación de la empresa YPF, el precio de referencia fue incrementándose hasta llegar a los actuales 83 dólares.
El escenario volvió a cambiar con la constante caída del precio internacional del crudo, situación que obedece a una puja geopolítica entre Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia, Irán y Venezuela. La caída en la cotización internacional cercana al 40 por ciento ya les generaba complicaciones a los presupuestos provinciales. La baja de 7 dólares en el precio local del barril tendrá una incidencia de entre un 8 y 9 por ciento en los ingresos provinciales por vía de las regalías. El valor interno no bajará en la misma proporción que el internacional porque el objetivo del gobierno nacional y las provincias es continuar con el desarrollo de la actividad petrolera.
“La nafta cara hoy puede ser la nafta barata de mañana. Hay que pensar en términos estratégicos y en el autoabastecimiento. Que la ecuación se haya invertido y que el precio del crudo local sea más elevado que el internacional favorecerán las inversiones en el país, que en el futuro representará el autoabastecimiento”, explicó a Página/12 Víctor Bronstein, director del Instituto del Petróleo, de la Facultad de Ingeniería de la UBA. En este contexto, YPF también necesita mantener sus niveles de “rentabilidad extra” para financiar la producción en Vaca Muerta. “Los precios altos también son defender el petróleo nacional”, agregó Bronstein.
“Esto es un esfuerzo compartido porque el gobierno nacional también hará una contribución para que bajen las naftas y el petróleo, vamos a rever el impuesto a las naftas, va a haber un sacrificio de ingresos fiscales en un marco de la situación comprometida para el sector petrolero”, aseveró el ministro de Economía, Axel Kicillof, durante una conferencia de prensa, acompañado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y la secretaria de Energía, Mariana Matranga.
La carga impositiva sobre los combustibles se ubica cerca del 40 por ciento. Como parte del paquete, habrá una reducción del 10 por ciento en los impuestos internos a las naftas y el gasoil. Esta decisión también contribuye a morigerar las pérdidas para las provincias.
En cuanto a las exportaciones de crudo, el Gobierno firmará una resolución para modificar el actual esquema de retenciones móviles. La curva de los derechos de exportación para un barril ubicado en los 60 dólares será menor al uno por ciento. A partir de ahí las alícuotas comenzarán a subir, en caso de que aumente el precio internacional. Por otro lado, habrá incentivos para las empresas exportadoras. Aquellas compañías que incrementen su producción recibirán entre 2 y 5 dólares más por barril de crudo. Entre las firmas alcanzadas están PAE, de la familia Bulgheroni, que exporta cerca del 35 por ciento de su producción, la china Sinopec y Petrobras.
La otra pata de este acuerdo son los trabajadores. El ministro de Planificación destacó el rol de José Lludgar, como titular del sindicato de petroleros jerárquicos de Chubut; Jorge Avila, del sindicato de los trabajadores de base (Chubut); Claudio Vidal (Santa Cruz) y Manuel Arévalo, representante de los trabajadores jerárquicos de Neuquén. También destacó el rol del senador Guillermo Pereyra, que anteayer por la noche daba por concluido el acuerdo –al igual que el gobernador Martín Buzzi– cuando todavía continuaban las deliberaciones.
La baja del precio internacional del petróleo no obedece a una “simple cuestión de oferta y demanda”, sino que es la contrapartida de una fuerte puja geopolítica que involucra a los Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia y China. En 1986, los países petroleros provocaron una fuerte baja del precio del crudo para afectar a Rusia. Ese fue el inicio de la caída de la Unión Soviética. La actual baja también se da en el momento en que Estados Unidos llegó a un pico de producción a partir de los descubrimientos en los “no convencionales”. Desde estas mermas, Rusia tuvo que devaluar su moneda en un 69 por ciento en el acumulado anual, Brasil un 12 por ciento. “También lo hicieron China, India y Sudáfrica”, destacó Kicillof durante la conferencia de prensa. Frente a este contexto, las medidas del gobierno nacional tienen como norte el autoabastecimiento como política de Estado.
Miércoles, 24 de diciembre de 2014
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