MAÑANA HAY ELECCIONES REGIONALES EN BOLIVIA Un examen para Evo Se espera que el MAS pierda en algunos distritos, pero el resultado no afectará la estabilidad de Morales, reelegido con el 61 por ciento en 2014, ni su control del Parlamento
Bolivia elegirá mañana gobernadores y alcaldes regionales, en un proceso en el que el presidente Evo Morales juega su prestigio político, para salvar a su partido del riesgo de perder bastiones electorales claves a causa de sus divisiones internas. Según los sondeos, el oficialismo podría tener un duro revés en ciudades y regiones claves, como la hasta ahora oficialista La Paz y la opositora Santa Cruz, centro de definición política y pulmón de la economía respectivamente.
El resultado no afectará sin embargo la estabilidad de Morales, reelegido con el 61 por ciento el año pasado para un tercer mandato de cinco años, ni su férreo control del Parlamento, que le asegura gobernabilidad. Es, además, el más popular de sus colegas en la región, en momentos en que la economía del país registra sólidos índices de crecimiento. A pesar de ello, Morales se volcó de lleno a la campaña en favor de sus candidatos.
“No podemos perder en las elecciones, yo tengo mucha confianza, no creo en las encuestas, creo en los movimientos sociales, creo en el pueblo”, afirmó el mandatario el miércoles, en el cierre de campaña del Movimiento al Socialismo (MAS), ante el eventual triunfo opositor.
Ganar la región de La Paz es, en gran medida, un mecanismo clave para garantizar la tranquilidad política del gobierno. El departamento ha sido para todas las gestiones presidenciales la joya de la corona.
Según analistas, Morales no puede darse el lujo de ceder el departamento de La Paz y sus dos municipios también en juego (La Paz y su vecina El Alto), pues sus habitantes tienen la histórica tradición de definir el curso de la política nacional.
En los comicios presidenciales del año pasado, Morales triunfó en ocho de los nueve departamentos de Bolivia, excepto Beni, con un 61 por ciento en el cómputo nacional y una diferencia de 37 puntos sobre su principal rival, el empresario Samuel Doria Medina. Esta vez están en juego nueve gobernaciones y más de 300 alcaldías y puestos en las asambleas regionales y en los consejos municipales, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que habilitó para sufragar a unas seis millones de personas.
La dispersa oposición está conformada por partidos y agrupaciones de derecha, centro y centroizquierda, con influencia nacional o estrictamente local, y no hay una cabeza visible que los aglutine para ensombrecer el liderazgo de Morales. Los más visibles son el empresario Samuel Doria Medina y el candidato a gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, un líder regional sin los quilates del mandatario aymara.
Según sondeos divulgados por medios privados de prensa, el oficialismo perdería en La Paz y en Santa Cruz, que ya es un bastión opositor, y ganaría en Cochabamba, las tres regiones más grandes del país, que concentran el 72 por ciento de los casi seis millones de votantes.
El MAS perdería además en Tarija y ganaría en Chuquisaca, regiones que cobijan los principales reservorios de gas, motor de la economía del país.
En otros tres departamentos, Potosí, Oruro y Pando, de escaso peso político, el gobierno saldría vencedor, mientras que en la amazónica de Beni el panorama es incierto.
Para el sociólogo Lazarte, “un resultado adverso puede tener un efecto devastador” para el gobierno, porque “significará, por ejemplo, que afectará sus bastiones históricos, como El Alto, La Paz y Cochabamba”.
Lazarte anota dos causas para el probable descenso de la votación del MAS: la voluntad de los votantes de buscar contrapesos de poder entre el gobierno central y las regiones, y unas últimas denuncias de corrupción contra candidatos a gobernadores, por el manejo discrecional de recursos económicos en un fondo indígena.
El mismo oficialismo reconoció que hay división en sus filas que podrán dispersar el voto en favor de la oposición. Los primeros resultados de las elecciones regionales se conocerán en un plazo de 15 días, aunque normalmente los medios los anuncian casi de inmediato con poco margen de error.
Sábado, 28 de marzo de 2015
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