LIFSCHITZ SE IMPONIA POR UNA DECIMA FRENTE A DEL SEL Y PEROTTI, QUE PIDIERON ESPERAR AL ESCRUTINIO DEFINITIVO A Macri le falló el chiste Con el 93,5 por ciento escrutado, el Frente Progresista le sacaba dos mil votos de ventaja al PRO. El kirchnerismo hizo una muy buena elección y quedaba a sólo un punto y medio del primero. El socialismo y Macri salieron a adjudicarse la victoria.
En un final cabeza a cabeza, el Frente Progresista se adjudicaba anoche la gobernación de Santa Fe. Con el 93,5 por ciento de las mesas escrutadas, el socialista Miguel Lifschitz se imponía con el 30,72 por ciento de los votos, con 2 mil votos de diferencia respecto del cómico Miguel Del Sel, candidato del PRO, que alcanzaba el 30,6 por ciento. En tanto, Omar Perotti del Frente Justicialista para la Victoria alcanza el tercer puesto, a un punto y medio del primero, con el 29,2 por ciento. En rigor, un final abierto anticipado por candidatos y encuestadoras. Con semejantes números, ni macristas ni justicialistas reconocieron el triunfo de Lifschitz. Mucho más atrás, aparecían el massista Oscar Martínez por el Frente Renovador con el 3,6 por ciento y Octavio Crivaro por el Frente de Izquierda con 2,3. Los santafesinos se fueron a dormir, sabiendo que el ganador se conocerá dentro de algunos días, cuando comience el escrutinio definitivo, donde la pelea será voto a voto.
Más de dos millones y medio de santafesinos estaban habilitados para votar en Santa Fe, el cuarto distrito del país en cantidad de votantes, para las categorías a gobernador, intendentes, legisladores provinciales y concejales. Al cierre del acto eleccionario –en un típico día de invierno– se registró una asistencia superior al 75 por ciento del padrón electoral.
Cada candidato a gobernador mantuvo sus cábalas. Lifschitz votó a las 17, en la escuela donde lo viene haciendo desde hace tiempo; Del Sel fue a misa, primero, y luego de votar preparó un asado para sus amigos; Perotti votó temprano en su ciudad, Rafaela, para luego partir al comité provincial del PJ en la ciudad de Santa Fe, a esperar los resultados finales.
A las 22, con el escrutinio avanzado, dirigentes del socialismo subieron al escenario del Patio de la Madera de Rosario –donde se concentró la dirigencia del Frente Progresista, incluidos Margarita Stolbizer, Hermes Binner y Antonio Bonfatti, para esperar los resultados finales– dieron a conocer “las mesas testigos”, como se les llama aquí a las proyecciones de los resultados según un método estadístico que aplica el oficialismo en cada elección en Santa Fe.
“Sabíamos que sería una elección difícil y peleada voto a voto, pero nuestros números nos permiten asegurar el triunfo en Santa Fe”, dijo Lifschitz y estallaron los aplausos de la militancia. El candidato a gobernador vaticinó que el Frente Progresista se impondría por medio punto para el cargo de gobernador.
Ya en el rol de ganador, Lifschitz admitió: “Hemos escuchado al electorado, sabemos cuáles son las cosas a corregir, pero tenemos una propuesta para seguir avanzando, seremos un gobierno de diálogo”. Y aprovechó para felicitar a los adversarios.
–¡Es una payasada! –gritó desde el centro de cómputos del PRO, el candidato a vicegobernador, Jorge Boasso, luego de ver por televisión la celebración de los socialistas.
El clima se puso más espeso, cuando salió a hablar Perotti: “Nuestras mesas no coinciden con las del oficialismo, les pido prudencia y cautela, las mesas testigos del socialismo fallaron en las PASO, no repitamos los errores”. Y recordó que en una elección cerrada, con un punto y medio de diferencia entre los tres candidatos, un 4,5 por ciento de votos en blanco, 3 por ciento de impugnados, es muy exigua la diferencia para que cualquiera de ellos puedan adjudicarse la victoria. Por eso, Perotti fue claro: no queda otra alternativa que esperar el recuento definitivo, “el que vale”. “Estamos obligados a esperar”, dijo. “Acá se necesita legitimidad para ganar”, agregó.
A las 23.10 fue el turno de aparecer por televisión de Macri. Junto a Del Sel, Carlos Reutemann y Gabriela Michetti, entre otros, dijo en un tono medido pero melancólico: “No está bueno lo que está haciendo el socialismo, lo digo con dolor, hicieron un festejo cuando está lejos de ser una realidad”. Y entonces mostró sus números: “No- sotros también sabemos de matemáticas... tenemos una ventaja del 0,7 por ciento a favor de Miguel”.
A primera hora de la tarde, Lifschitz recordó a la prensa que nunca perdió una elección, en alusión a la intendencia de Rosario, y luego a senador provincial. Anoche, al cierre de esta edición, todo presagiaba que empieza hoy otra elección en Santa Fe. La del recuento voto a voto en el escrutinio final. Y ésa será otra historia.
Lunes, 15 de junio de 2015
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