EL MACRISMO ASEGURA QUE EL CAMBIO DE DISCURSO YA ESTABA PREVISTO El PRO, en estado de negación Todavía bajo el impacto del ajustado triunfo en la Ciudad, los dirigentes macristas afirman que no modificarán la estrategia de campaña y que el discurso que reconoce logros del oficialismo lo habían diseñado antes del resultado del ballottage.
Si bien la mesa chica del PRO todavía no tuvo tiempo de reunirse y analizar el resultado de la segunda vuelta electoral en la Ciudad, la conclusión general de los principales dirigentes del macrismo es que no habrá cambios en la estrategia nacional de Mauricio Macri. En parte –aseguran– porque los cambios ya estaban en marcha antes del resultado del domingo. Después de realizar una serie de focus group y encuestas, el consultor Jaime Durán Barba recomendó virar el discurso del candidato presidencial de un opositor a ultranza –como se vio en el discurso del 5 de julio– a una versión más “segura” del cambio, en la que Macri debió reconocer algunos de los pilares del discurso kirchnerista y asegurar que no planea modificarlos. El debate interno, no obstante, continúa en el PRO.
El núcleo duro del macrismo está en estado de negación con el resultado del ballottage, que les dio la victoria, pero por una diferencia muy ajustada: poco más de tres puntos. Ese desenlace fue la culminación de una estrategia diseñada por Durán Barba y por el secretario general de la Jefatura de Gobierno, Marcos Peña, quienes impulsaron a jugar a todo el PRO –Macri incluido– por la candidatura de Larreta y lograron destronar la candidatura de Gabriela Michetti. Algunos imaginan que el fiasco de este domingo, sumado a otros que los macristas prefieren olvidar (el de Miguel Del Sel en Santa Fe, el de Guillermo Durand Cornejo en las primarias por la intendencia de Salta), todo sumado, debería debilitar la posición de Peña-Durán Barba. Eso imaginan algunos dirigentes, pero las cosas no funcionan así en el PRO.
“¿Cuánta capacidad de reacción te pensás que tiene el PRO?”, decía ante este diario uno de los consiglieri de Macri cuando se le preguntaba por la posibilidad de revisar las estrategias de campaña. Algunos creyeron ver en el discurso del domingo la capacidad de adaptarse de Macri. Pero no: los macristas niegan que ese discurso tenga relación con la exigua diferencia que los salvó de perder su último bastión, la ciudad de Buenos Aires. Señalan que fue preparado sobre la base de las encuestas y los focus groups, que les indicaban que la población tiene “miedo” a un cambio brusco y que, por lo tanto, Macri debe suavizar su discurso opositor y dar seguridad de que habrá políticas del actual gobierno nacional que se mantendrán. Por eso, la mención a YPF, Aerolíneas Argentinas, la Asignación Universal por Hijo y las jubilaciones. “Tenemos que romper el voto-temor, que no sabe si confiar en él. Tenemos que desderechizar a Mauricio”, dicen los estrategas del PRO. También hubo un mensaje para los dirigentes provinciales y hacia las economías regionales.
“Vamos a seguir buscando los votos anti K, pero en esta nueva etapa tenemos que sumar a los que no son anti K, pero quieren un cambio”, explicaban en la mesa chica la estrategia que se viene. Insisten en que es la que habían diseñado y que no habrá mayores cambios luego del resultado estrecho del domingo. “No cambia nada. Son tres puntos menos”, indicaba uno de los armadores nacionales de Macri. Otros intentan negar el resultado por la vía de señalar que ganaron con una figura poco carismática: “Era el anticandidato y aún así conseguimos que el PRO triunfe. Horacio sacó los votos que podía sacar”, argumentaba otro dirigente macrista, que se cuenta entre los amigos de Larreta. Otros ensayaron las más diversas explicaciones: que las vacaciones de invierno les restaron votantes macristas, que Lousteau era un candidato difícil de atacar dado que era un aliado y canalizó votos de todos los sectores.
“Fue un golpe a las expectativas: Horacio creía que iba a ganar con el 55 por ciento y no llegó al 52 por ciento. Ahí tenemos que revisar qué pasa con Durán Barba: ya pifió Santa Fe, Córdoba y ahora también la CABA. El 5 de julio, Durán Barba decía que ganábamos en primera vuelta. El ecuatoriano está desgastado”, indicaba uno de los integrantes del ala política del PRO, que le reclama a Durán Barba que se dedique a la comunicación y a nada más.
La mayoría de los macristas coincide, no obstante, en que no habrá cambios drásticos: Macri seguirá dedicado al conurbano, Michetti, al resto de las provincias. Y observarán en las encuestas las dos alertas: si no se despegan claramente de Sergio Massa y si Daniel Scioli pasa el 45 por ciento en las PASO. Dos escenarios que complicarían gravemente a Macri.
Martes, 21 de julio de 2015
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