A 42 AÑOS DEL GOLPE MILITAR LIDERADO POR PINOCHET EN CONTRA DEL GOBIERNO DE SALVADOR ALLENDE Chile recuerda el golpe con la herida abierta Polarizado como pocas veces desde la restauración democrática, Chile recibió el aniversario del golpe de Pinochet en medio del descreimiento sobre la clase política. “Faltan seres queridos cuyo paradero tenemos que saber”, aseguró la presidenta.
Las redes sociales, tan livianas a veces y otras tan potentes, fueron uno de los tantos elementos que demostraron ayer –tras conmemorarse un año más del golpe de Estado perpetrado por los militares en 1973– que la paz y la reconciliación de la ciudadanía chilena –polarizada hoy como hace tiempo no se veía– está más lejos que cerca de llegar.
La aguda crisis por la que atraviesa la clase política, amplificada por los casos de corrupción, pago de boletas truchas para financiar campañas, tráfico de influencias y un sinfín de irregularidades no ha dejado títere con cabeza en este teatro de operaciones en el que se mueven los partidos en medio de un Chile dividido. De derecha a izquierda, pasando por el hijo de la presidenta Michelle Bachelet hasta cercanos y acérrimos adherentes de Pinochet han sido salpicados o bien, están derechamente involucrados en pillerías, engaños y ocultamiento de la verdad. Y la gente les está pasando la cuenta.
En esta realidad, los políticos, inocentes y culpables, han tratado de zafar, algunos lo han logrado, otros han sido descubiertos. Un mail, una conversación, un archivo, ha bastado para desentrañar el chanchullo. Ambos bloques, siguen pataleando para librarse del escarnio público y legal. Y, en ese afán, muchos han extremado la crítica, las acusaciones, incluso invocando la memoria del dictador para seguir torpedeando el gobierno de Bachelet, que si bien se ha destacado más por los errores que aciertos en sus reformas claves (educación, tributaria, laboral y constitucional), en ningún caso ha significado que Chile viva en el caos y la ingobernabilidad como algunos sostienen.
Ayer, dos de los hashtags de twitter más destacados en Chile fueron: #allendevive y #pinochet. Los comentarios dieron para todo. Los insultos fueron de alto calibre, dejando claro que aún deberán pasar un par de generaciones para que el 11 de septiembre sea una fecha solamente histórica que el día que dividió al país.
La Moneda conmemoró este nuevo 11 con un acto ecuménico bastante sobrio. No hubo anuncios relevantes en materia de derechos humanos como se esperaba. De hecho, el posible cierre del penal Punta Peuco (donde están detenidos militares y agentes del Estado implicados en violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura) no se mencionó. Se recordó al ex presidente Allende y sus colaboradores fallecidos en la sede de gobierno. Además de Bachelet, se vio a los ex presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos en una señal de unidad, luego que de una u otra forma, ambos ex mandatarios criticaran el manejo de la doctora socialista.
“Tenemos cuestiones en las que tenemos que avanzar en la calidad de nuestra convivencia y en la plena vigencia de los derechos humanos, faltan seres queridos cuyo paradero tenemos que saber, falta verdad por conocer y justicia por aplicar, debemos derribar los muros del silencio que nos impide avanzar, aún hay privilegios que el Chile de hoy día no tolera, la conciencia de Chile nos exige superarlos. Me encargaré que el cumplimiento de la justicia sea igual para todos, es un compromiso que asumo personalmente”, dijo la presidenta en un discurso cercano, creíble y que siempre ha dado réditos políticos.
Respaldo que necesita hoy más que nunca. Atrás quedaron los tiempos que bastaba con su carisma y simpatía para inclinar la balanza a su favor. El daño político causado por su hijo, la desastrosa instalación de sus reformas en la percepción de la gente y errores comunicacionales inentendibles que han despejado la cancha a un fustigamiento despiadado de la derecha, aún está por verse. Por ahora, los barómetros le siguen dando la espalda.
La influente encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) divulga a la misma hora en que La Moneda recordaba el horror, evidenció que la aprobación de Bachelet en agosto cayó en siete puntos porcentuales alcanzando un 22 por ciento, el peor registro de sus dos mandatos y el más pobre de un presidente desde hace 15 años. Su desaprobación, en tanto, subió cinco puntos porcentuales cifrándose en un 61 por ciento, mismo porcentaje que la votó en las presidenciales de 2013. Esta pobre evaluación ha permitido a la oposición más extrema sacar las garras y aprovechar la oportunidad para invocar las políticas, que incluyeron un exterminio sistemático a sus contrarios, del peor asesino que Chile recuerde.
Al gobierno en sí, tampoco le fue bien. Apenas un 20 por ciento afirma que ha actuado con destreza y habilidad mientras que un 72 por ciento estima lo contrario. Junto a ello, el sondeo reveló que un 65 por ciento no se identifica ni con la Alianza ni con la Nueva Mayoría, un 53 por ciento desaprueba a la Alianza y un 10 por ciento la aprueba. En tanto, el rechazo de la Nueva Mayoría se cifró en 51 por ciento mientras que su aprobación alcanzó un 13 por ciento. Respecto a la confianza en la actividad política, 41 por ciento dice tener poca confianza y 47 por ciento ninguna confianza.
En tanto, la delincuencia antecedió a otros tópicos como Salud (40%), Educación (38%), Sueldos (26%), Corrupción (25%), Pobreza (23%), Empleo (17%), Drogas (15%), Alza de precios o Inflación (11%), Desigualdad (11%) y Sistema Judicial (11%) como los más complejo. Mientras que la situación económica actual del país registró un leve empeoramiento al bajar la percepción buena-muy buena del 14 por ciento de abril a 12 por ciento n la encuesta actual, factor, sin duda, factor que también golpea en la cara a Bachelet.
En relación con los políticos con más futuro, Marco Enríquez-Ominami, escindido hace años de la Nueva Mayoría, lidera este listado con una evaluación positiva de 42 por ciento, le siguen la senadora y presidenta del PS, Isabel Allende (hija de Salvador) y el ex presidente Ricardo Lagos, ambos con un 41 por ciento de evaluación positiva.
La sorpresa la dio ex dirigente estudiantil y hoy diputado, Giorgio Jackson (contemporáneo a Camila Vallejo) que ocupó el cuarto lugar con 40 por ciento.
En tanto, el ex presidente de derecha, Sebastián Piñera, que se excusó de ir a La Moneda a conmemorar el 11, se posicionó en el quinto lugar con un 38 por ciento de evaluación positiva. Tanto Piñera como Lagos han aumentado sus apariciones públicas en las últimas semanas. Ambos han guardado silencio ante una eventual candidatura, pero sus círculos cercanos ya los dan como competidores en una carrera de trenes viejos, pero con nuevos bríos y una maquinaria recauchada a costa del descalabro de la Nueva Mayoría y la clase política.
Conocida la noticia, el ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, lamentó los malos resultados obtenidos aunque advirtió sobre el rechazo generalizado de la ciudadanía hacia las instituciones y la discusión política en el país. “No son resultados que nos agraden, lo he dicho siempre que ha salido una mala encuesta yo no voy a dar explicaciones que no correspondan a la realidad”, dijo.
Por otro lado, Isabel Allende, recibió con satisfacción los resultados de manera personal, pero lamentó el mal resultado obtenido por la presidenta Michelle Bachelet en el estudio. “Hay que tomarlo con mucha tranquilidad (su aprobación), pero nosotros tenemos un compromiso y vamos a seguir apoyando a este gobierno y vamos a seguir siendo leales con la presidenta.”
A su vez, el actual vicepresidente del PS, Camilo Escalona, sostuvo que es inconducente hacer una proyección sobre el resultado de las figuras políticas mejor evaluadas por la última encuesta CEP de agosto, evitando referirse al buen resultado obtenido por el líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami.
Finalmente, el dirigente estudiantil Giorgio Jackson, que estuvo por encima de figuras consolidadas como Piñera, con el cual registra un grado de conocimiento de 62 por ciento versus 9 por ciento, se mostró cauteloso. “Las encuestas son una herramienta valiosa, pero nosotros nos guiamos por convicciones y queda muchísimo trabajo por hacer.” Admitió que “estoy sorprendido por el reconocimiento, pero al parecer la gente agradece que digamos las cosas por su nombre y que seamos honestos con ellos”.
Sábado, 12 de septiembre de 2015
|