POR JAVIER PARBST “Si no gano nos vamos a convertir en Argentina o Venezuela” “La derecha mundial contraataca y se envalentona. Luego de un comienzo de siglo de avance de los gobiernos populares en Latinoamérica, el mundo sajón se reorganiza y viene, una vez mas, a defender su supremacía en lo que siempre consideró su patio trasero”
Curioso pensar el del magnate capitalista Donald Trump. Deseamos de corazón que el pueblo norteamericano llegue a los niveles de conciencia necesarios para conquistar, como en la Argentina, educación libre y gratuita para todos, salud universal, asignaciones familiares universales y demás derechos de avanzada que en la Argentina gozamos hace décadas. Sociedad individualista y consumista acérrima de un sistema en decadencia, los norteamericanos se debaten entre una derecha formal y otra aún mas rancia y discriminatoria. El Pueblo norteamericano, quizá de los mas engañados del mundo por una cultura traicionera que los lleva a creer que el éxito solo se basa en el dinero y en poseer siempre más, lucha como ante un gigante invencible por visibilizar una realidad nacional que hoy representan los negros y los latinos en contraposición de los blancos que aún hoy los siguen viendo con una fuerte discriminación. Las elites que gobiernan a la potencia mundial, obviamente que no representan al pueblo llano que sufre y padece tanto como “los pobres” de los países tercermundistas, y también allí son millones en una sociedad durante décadas pujante, cercana a los 320.000.000 de habitantes donde los pobres rondan la gigantesca cifra de 50.000.000. Son estas elites triunfantes en la segunda guerra, responsables de arrojar las dos únicas bombas atómicas de la historia mundial, quienes manejan los hilos de los destinos y las suertes de los pueblos. Es fundamental comprender que esta suerte y destino de las naciones no se define solo ante los bombardeos, las invasiones y los saqueos a que nos tienen acostumbrados hace decenios en nombre de una libertad en la que no creen ni practican, sino también, desde la guerra económica manejada por un sistema financiero internacional al servicio de los EE. UU. La “colonización cultural”, arma fundamental esgrimida para la dominación económica de nuestros países, empieza a ser resquebrajada, al fin, por nuestros pueblos cada día mas esclarecidos. Por supuesto que nuestra Patria Grande se encuentra en un momento crucial, un recodo en esta lucha donde realmente “el imperio contraataca” y viene con el objetivo de desmantelar nuestras conquistas, pero también es cierto que el grado de conciencia de nuestras sociedades es muy superior a las últimas décadas del siglo pasado, donde luego del “terror generado por las dictaduras” la despolitización parecía triunfante al igual que el capitalismo. Caen las caretas hipócritas de los dueños del mundo que siempre quieren poseer más, la potencia imperial, desprestigiada en todos los pueblos del mundo por su accionar egoísta, usurero y de saqueo insaciable, genera ella misma opciones de poder que se contraponen a su hegemonía que ya creían consagrada. Así el contrapeso político de la UNASUR en Latinoamérica, como el BRICS a nivel mundial crecen y son atacadas furiosamente por el imperio (el golpe institucional a Dilma en Brasil no solo es un contexto latinoamericano, sino de geopolítica mundial enmarcado en un fuerte golpe al BRICS quien se perfila como una opción económica al sistema financiero europeo-yankee).
El gobierno de derecha de la Argentina, alineado desde el primer día a la política sajona de las elites norteamericanas, demuestra en los primeros cuatro meses un retroceso a viejas políticas de endeudamiento y desindustrialización muy conocidas ya por estas latitudes. El pueblo argentino prontamente se está organizando y movilizando para defender las conquistas de esta última década “populista”, como la llaman para denigrarla quienes no toleran la ampliación de derechos para las mayorías. El pueblo trabajador ya lo siente en el bolsillo, los engañados de buena fe ante un discurso peronista y de justicia social esgrimido por una derecha mentirosa como pocas, comienzan a comprender la traición que está en marcha, nuestro pueblo esta efervesciendo.
Sepa el imperio del norte, el señor Trump, sepa nuestra oligarquía cipaya, que nos hacemos cargo del rotulo de “populistas” sin ningún complejo, somos nacionales y populares; si dar a los postergados de siempre, si incluir a los excluidos por un sistema injusto es populismo, lo somos señores. No creemos en ese discurso falaz de los privilegiados que se triunfa por el mérito personal y el sacrificio, nunca lo creeremos en un mundo donde la igualdad de oportunidades no existe, no puede hablarse de méritos personales cuando tenemos seres humanos que nacen y mueren en la miseria. Si distribuir la riqueza a favor de los olvidados de siempre y en detrimento de los dueños de todas las cosas es ser populistas seremos populistas acérrimos, y seguiremos luchando incansablemente en nuestra Patria Grande a favor de los oprimidos y en contra de los opresores.
Lunes, 9 de mayo de 2016
|
|
|
|