POR ADRIANZA SALAS Operaciones del Comando Sur sobre Venezuela El proceso de desestabilización de la República Bolivariana de Venezuela se inició muchos años atrás, desde el mismo momento en que Hugo Chávez, nuestro Comandante Eterno, apareciera en la escena política nacional.
Las operaciones Freedom-1 y 2, planeadas por el Comando sur de los Estados Unidos de América en contra de la República Bolivariana de Venezuela en los últimos cuatro años, han tenido como objetivo la siguiente agenda:
1. Sacar del poder al Presidente Nicolás Maduro Moros. 2. Derogar la Constitución Bolivariana de 1999. 3. Colocar en el poder a un “gobierno amigo”. 4. Obtener el control de los importantes recursos naturales de Venezuela.
Sin embargo, el proceso de desestabilización de la República Bolivariana de Venezuela se inició muchos años atrás, desde el mismo momento en que Hugo Chávez, nuestro Comandante Eterno, apareciera en la escena política nacional.
Los objetivos antes descritos, son similares a los que intentaron alcanzar en tiempos del Presidente Comandante Hugo Chávez, produciéndole a nuestro país, grandes pérdidas económicas, una inmensa inestabilidad en diversos órdenes y causando la muerte de muchos venezolanos durante varias de estas operaciones.
Desde inicios de 1999, hemos vivido una guerra mediática incesante como parte de una campaña de desestabilización sostenida, que ha tenido momentos como:
1. El paro patronal de diciembre de 2001. 2. El golpe de abril de 2002. 3. El paro-sabotaje petrolero de diciembre 2002 a enero 2003. 4. Los paramilitares colombianos en 2004, escondidos en la Finca Dactari, que pretendían atacar a Miraflores y asesinar a Hugo Chávez. 5. Las guarimbas – disturbios provocados por agitadores profesionales, durante todo este periodo. 6. Los intentos de asesinato por vía armada hacia el Comandante Supremo, ordenado desde Miami por personajes de oposición que allá viven. 7. Y por último, el asesinato del comandante Hugo Chávez por medios que aun se estudian.
En el intento de cambiar la correlación de fuerzas en el plano político de América Latina, estas acciones no solo alcanzaron a Hugo Chávez, sino también a importantes figuras de las corrientes progresistas suramericanas. Curioso es, tal como lo afirmara el Comandante Presidente Eterno en 2011, que la misma enfermedad, el cáncer, se presentara en varios presidente o candidatos a la presidencia - de tendencia progresista y con opción de poder - en toda la región suramericana.
Nuestro Comandante Eterno, en su inmensa sabiduría, llegó a señalar, en noviembre de 2011, palabras más o palabras menos, la siguiente pregunta:
¿Será que algún día se descubrirá mediante un papel desclasificado, que se ha conseguido la forma de inocular el cáncer a quienes el imperio desee ?, pues resulta muy curioso que a seis (6) presidente suramericanos, les haya dado la misma enfermedad en tan corto tiempo y en pleno ejercicio de la presidencia o previo a esta.
Luego de que ganar las elecciones de 2013, el Presidente Nicolás Maduro Moros, siguiendo el mandato del Comandante Supremo y Eterno “Hugo Chávez” y del pueblo venezolano, ha sido objeto inmisericordemente, de parte del Imperio de los Estados Unidos de América y de sus aliados locales e internacionales, una inmensa campaña para desestabilizar su gobierno, haciendo uso de una combinación de medios, para lograr el objetivo de colocar un “gobierno amigo” en Venezuela, que les permita cumplir la siguiente agenda:
1. Que les entregue el control de nuestros recursos naturales y entre estos, el petróleo y el agua dulce, junto a un conjunto de otros minerales estratégicos (gas natural, el oro, el coltán u oro azul, etc.) y la biodiversidad existente en la área amazónica de nuestro país.
2. Implantar el neoliberalismo en nuestra nación, con la idea de garantizar el control por parte de las clases dominantes, del poder económico y político, genuflexo a los intereses de las transnacionales norteamericanas en primera instancia.
3. Acabar con el Bolivarianismo, siendo Venezuela, albacea de este pensamiento adversado por los EE.UU. durante aproximadamente 200 años, en toda nuestra región, mediante la Doctrina Monroe, lease “América para los norteamericanos influyentes y pudientes”. Esto lo han puesto sobre el tapete en función de destruir cualquier liderazgo, nacional o regional, que haya emergido o pueda emerger en la región, que con base al pensamiento de Bolívar, obstaculice las intenciones e intereses de los Estados Unidos en todos sus órdenes.
De allí la importancia de eliminar a Hugo Chávez. Ellos pensaron que muerto el Comandante Eterno, el chavismo desaparecería, pues, siendo este el mayor exponente del pensamiento de El Libertador “Simón Bolívar” en épocas actuales, su desaparición física conduciría a la extinción de su legado. Craso error.
Hoy día, personalidades de todo el mundo como Eva Golinger y Atilio Borón entre muchos otros, han aportado razonamientos e indicios que permiten concluir que la enfermedad padecida por el Comandante Eterno, no fue casual ni fortuita. En lo personal, creo que esto ha sido parte de un muy buen orquestado plan, el cual, relacionado estrechamente, con los hechos que hemos vivido recientemente.
Diversas estrategias han sido aplicadas en varios países de la región con gobiernos progresistas, en los últimos tres o cuatro años y con un mismo objetivo, lograr colocar bajo control de Estados Unidos, sus gobiernos, sus mercados y sus recursos naturales.
Como consecuencia, podemos apreciar claramente el “golpe de estado” disfrazado de legalidad que ha sufrido recientemente la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que junto a la salida del poder de la tendencia Kirchnerista en Argentina, ha puesto en riesgo la integración regional, permitido el inicio de la implantación del neoliberalismo en Argentina, el inicio del emplazamiento de bases militares estadounidenses en la Patagonia y ha debilitado, el apoyo hacia nuestro país de parte de miembros de la comunidad regional de países.
Para completar la agenda de desestabilización regional, donde Venezuela representa una importante pieza a conquistar, al Comando Sur de los Estados Unidos, ha desarrollado los planes Freedom 1 y 2, para lograr el derrocamiento del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros, como paso fundamental para colocar un “gobierno amigo” en Venezuela y derogar la Constitución Bolivariana de 1999, para luego, poder tomar control de los inmensos recursos naturales de Venezuela.
La agenda tiene múltiples aristas donde se incluyen acciones en lo político interno, lo económico, lo social, lo geopolítico y lo diplomático.
En este último ámbito, en fecha 31 de mayo de 2016, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en su inefable actitud, violando lo descrito en el Artículo 18 de dicha carta, donde se expresa que:
Cuando en un Estado miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el Secretario General o el Consejo Permanente podrá, con el consentimiento previo del gobierno afectado, disponer visitas y otras gestiones con la finalidad de hacer un análisis de la situación.
Ha intentado provocar una intervención de nuestro país, siguiendo las instrucciones recibidas de parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos y valiéndose para ello, de una interpretación amañada y caprichosa, por decirlo de forma elegante, de lo establecido en la Carta Democrática de la OEA.
Es obvio que cuando la carta expresa el consentimiento del “gobierno afectado”, se refiere al Poder Ejecutivo de un Estado miembro, para nada menciona el Poder Legislativo de ese Estado, como tampoco indica, que sea el secretario general quien a modo propio, pueda iniciar un proceso, cualquiera que este sea contra un Estado miembro, sin su formal solicitud.
El primero de junio del corriente, Almagro fue derrotado en la Asamblea Permanente de la OEA. Muchas críticas recibió por su actitud hacia Venezuela y por su lenguaje inadecuado y soez, hacia el Presidente de nuestra República. Tal vez, por cumplir años ayer, no estuvo presente para recibir directamente su inmensa derrota en la reunión de ese organismo.
* Desconociendo principios contenidos en el Capítulo II, Artículo 3, de la Carta de la OEA, tales como: * La respeto a la personalidad de los Estados Miembros, * La soberanía e independencia de los Estados, * La buena fe, * La solidaridad, * La condena a la guerra de agresión,
La no injerencia externa en el sistema político, económico y social, de los Estados miembros, Almagro se ha convertido en parcialidad política en contra de Venezuela, siguiendo las directrices de los enemigos del proceso político revolucionario venezolano y haciéndose instrumento de la potencia hegemónica que siempre ha intentado gobernar esa Organización y sus Estados miembros, siguiendo las Doctrinas Monroe y el Destino Manifiesto.
Este personaje, un fiel lacayo de los Estados Unidos, amigo de la derecha continental y en particular, de la derecha apátrida venezolana, la verdad que merece el calificativo difundido en la misma fecha mediante el Twitter, haciendo uso de la etiqueta #AlmagroArrastrado.
Nuestro pueblo debe mantenerse alerta, movilizado y organizado, para hacer frente a la arremetida existente y que según lo descrito en el documento Freedom 2, arreciará durante los meses de julio y agosto de este año.
El gobierno nacional en particular, debe estar alerta, tomar las medidas y acciones que la emergencia exige, para así, junto a nuestro pueblo, hacer morder el polvo, una vez más, al imperio más poderoso y despiadado que ha existido en el planeta a lo largo de la historia conocida.
Reafirmemos lo dicho por el Comandante Eterno “Hugo Chávez”, el 8 de diciembre de 2012: ¡Unidad, lucha, batalla y victoria!
¡Viviremos y venceremos!
Miércoles, 8 de junio de 2016
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