HISTORICA DECLARACION DE LA OEA SOBRE DERECHOS INDIGENAS EN EL CONTINENTE Nueva base para los reclamos La OEA aprobó la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que busca proteger la cultura y las costumbres de las comunidades originarias en la región. El texto obligará a los Estados miembro a adecuar sus legislaciones.
Tras 17 años de negociaciones, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que busca proteger la cultura y costumbres de las comunidades originarias. El documento reconoce la organización colectiva, el carácter pluricultural y multilingüe de los más de 50 millones de indígenas que se calcula que habitan en el continente americano. Además, obligará a los Estados miembro a revisar su legislación. “Es un momento histórico”, consideró Héctor Huertas, abogado del pueblo Kuna en Panamá.
Con la intención de asegurar la amplia participación de representantes de pueblos indígenas, desde 1999 la OEA comenzó a trabajar en las negociaciones para elaborar un documento que garantice los derechos de todas las comunidades. Ese día llegó ayer, cuando durante las sesiones de la Asamblea General n° 46 del organismo en Santo Domingo, los 34 países miembros aprobaron el documento.
“Es la primera vez que la OEA reconoce un conjunto de derechos de los pueblos indígenas que seguramente están sentando las bases para que exista una nueva relación” con los Estados, señaló Huertas. Para el panameño, “será de suma importancia para salir de la marginación, de la pobreza, de la exclusión, de la colonización en la que hemos estado y que podamos entrar en una etapa de crecimiento y desarrollo sostenible tal como fue establecido a nivel de Naciones Unidas” en 2007.
El documento reafirma el derecho al reconocimiento legal de las distintas modalidades de posesión y dominio de territorios y propiedad de los pueblos indígenas. Con su aprobación también se reconoce la libertad espiritual y religiosa de las comunidades originarias y se exige a los Estados que adopten medidas efectivas para “asegurar que sus sitios sagrados, inclusive sitios de sepultura, sean preservados, respetados y protegidos”. En relación a su educación, garantiza su derecho a “aplicar sus propios programas, instituciones e instalaciones educacionales”, siendo los Estados quienes deban asegurar su acceso.
Para Adelfo Regino, de Servicios del Pueblo Mixe (México), “algunos estados estaban empecinados en limitar los derechos humanos de los pueblos indígenas”, lo que explica la larga espera de la aprobación del instrumento jurídico. Regino hizo un “reconocimiento a todos los Estados que han mostrado su voluntad y disposición política” y destacó el hecho de que la Declaración “fue construida con participación de los pueblos indígenas”.
El representante del pueblo mixe explicó que la Declaración busca que los Estados hagan cambios para que busquen nuevos modelos legislativos que contemplen los derechos de los pueblos indígenas. Los países “tienen que reformar constituciones, legislaciones y darle participación más efectiva para que los pueblos originarios puedan tener un desarrollo acorde a su cultura y a su cosmovisión”, concluyó.
Jueves, 16 de junio de 2016
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