PARA LA CATEDRA DE DERECHO PENAL Por Eduardo Galeano. . En México un Diputado visitó la cárcel de Cerro Huenco, en Chiapas. Allí encontró a un Indio Tzotzil, que había degollado a su padre y había sido condenado a treinta años de prisión. Pero el Diputado descubrió que el difunto padre llevaba tortillas y frijoles, cada mediodía, a su hijo encarcelado. Aquel preso Tzotzil había sido interrogado y juzgado en lengua castellana, que él entendía poco y nada, y con ayuda de una buena paliza había confesado ser el autor de una cosa llamada parricidio.
Viernes, 23 de agosto de 2013
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