CORRIENTES Inhumaron los restos de una militante desaparecida durante la dictadura Familiares, dirigentes políticos y de derechos humanos inhumaron hoy en Corrientes los restos de una militante peronista asesinada durante la última dictadura cívico militar en 1976 y cuyo cuerpo, que desde entonces estaba desaparecido, fue encontrado en un cementerio de la ciudad santafesina de Rosario. Es el caso de la correntina Isabel "Lila" Soto, quien fuera asesinada a balazos por la Policía Federal el 10 de diciembre de 1976, por calle Dorrego al 1500 de Rosario, cuando ella se encontraba embarazada de ocho meses y junto a su hijo de dos años y su marido Héctor Cian, también militante político de las Ligas Agrarias que permanece desaparecido.
Nacida el 9 de agosto de 1947, Isabel tendría hoy 66 años de edad y el bebé que llevaba en su vientre tampoco apareció, mientras que el hijo de dos años, que sobrevivió, fue entregado en ese momento a un sacerdote que dirigía un hogar para niños huérfanos.
Con examen de ADN, sus restos fueron identificados en 2012 por el Equipo Argentino de Antropología Forense que, con un certificado de defunción de 1976, pudo localizarlo en una tumba NN del cementerio rosarino La Piedad.
Lila fue sepultada este viernes en el cementerio San Juan Bautista de la Capital de Corrientes, donde existe un Memorial del Desaparecido Correntino, al lado de la tumba del militante Rómulo Artieda, quien fuera identificado en 2007 por los mismos antropólogos que hallaron sus restos en una tumba NN en la localidad de Empedrado.
De esta manera, en los últimos seis años, las investigaciones de familiares, la Comisión Provincial de Derechos Humanos de Corrientes y de la Justicia federal llevan dos cuerpos encontrados y sepultados sobre un total de 55 correntinos que desaparecieron a manos del plan represivo de la última dictadura cívico militar.
A 36 años del crimen, el hijo de Lila, Daniel Ernesto Cian, de 38 años, participó del sepelio y contó brevemente la historia de aquel momento desgarrador que vivió cuando tenía sólo dos años de edad.
"Ya instalada la dictadura, (mis padres) fueron cercados por la Federal en la calle Dorrego al 1500 y yo estaba allí. Me entregaron a un sacerdote que tenía el hogar llamado Nuestro Hogar. Gracias a un anónimo que llegó a manos de mi abuela, recuperé mi identidad, después de casi un año de permanecer en ese lugar con otro nombre", dijo.
"Mi mamá fue muerta allí, llevaba en su vientre un embarazo de 8 meses y medio. De mi papá nada sabemos con exactitud, continúa, al igual que el bebé que llevaba en su vientre, mi hermano, desaparecido", agregó Daniel.
El sobreviviente relató además que, cuando tenía 20 años, comenzó a reconstruir su historia porque en Rosario consiguió un certificado de defunción que decía que su madre había sido inhumada en el cementerio La Piedad.
"Fui hasta allí, pero en el Cementerio me dijeron que estuvo enterrada en tumbas NN que cada cinco años eran limpiadas y que ya no estaba", expresó, aunque la esperanza de encontrarla iba a mantenerse en él durante muchos años más.
"En marzo de 2012, me llega la primera esperanza de que, por investigaciones de la Fiscalía Federal de Rosario y del Equipo Argentino de Antropología Forense, los restos aún estaban en ese cementerio, porque se habían efectuado otros entierros por encima, para que continúen desaparecidos; comenzaron las investigaciones, presté mi testimonio, se realizaron las exhumaciones y, luego del análisis genético, me confirmaron que habían encontrado los restos de mi madre", manifestó Daniel.
Docente de profesión, Lila y su marido Héctor fueron militantes peronistas y estuvieron vinculados a las luchas de Ligas Agrarias y del movimiento de sacerdotes tercermundistas, en Corrientes y Chaco.
Fuente: Corrienteshoy.
Viernes, 25 de octubre de 2013
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