Corrientes celebra los treinta años de democracia pero continúa su deuda social SITUACIÓN SIN RESOLVER Siete gobernadores electos por la voluntad popular, cinco interventores federales, dos legisladores en ejercicio interino del gobierno. El frío ordenamiento de los mandatos refleja el desteñido proceso institucional de la provincia de Corrientes que ha inscripto, desde diciembre de 1983 a la fecha, igual número de gobernantes elegidos en las urnas que mandatarios que llegaron al cargo por vía de un artificio político-legal.
Los 30 años de democracia que se conmemoran hoy en el país encuentra a Corrientes en la fase preliminar de afianzamiento de la normalidad -léase: continuidad- institucional.
Este año, por primera vez en muchas décadas logrará completar el tercer gobierno constitucional sin interrupción, de hecho hace más de medio siglo que no se elegía -en las urnas- en tres períodos seguidos al jefe del Ejecutivo provincial.
Es un logro que no obstante termina opacada por la buena conducta de otros distritos.
A diferencia de la regularidad alcanzada a nivel nacional (incluso computando la crisis de 2001), en el Taragüí la gobernabilidad es un beneficio de reciente adquisición que demandó tiempo de aprendizaje, compromiso y sacrificio.
No faltaron las arbitrariedades para galvanizar proyectos y sumergir competidores.
Las profundas heridas políticas producto de las variadas tropelías cometidas tardarán en cicatrizar. Sin justicia plena, la democracia correntina no termina de despojarse de su condición experimental.
El albur de la inestabilidad institucional que carcome la paciencia por estas latitudes, afortunadamente la Nación pudo superar después de la bancarrota (política, económica y social) durante el gobierno radical de principio de siglo.
Sin embargo, la fortaleza con la que emergió la política después de que el país tocara fondo no se tradujo en un avance en cuestiones sociales pendientes.
La marginalidad, que se refleja en pobreza, desempleo, ausencia de escolaridad, es la deuda de los 30 años de democracia en el país. Más de 3 millones de chicos reciben la Asignación Universal por Hijo, un programa implementado para tapar el bache y que se transformó en permanente.
En este rubro Corrientes es la peor de todas.
Ayer, el Indec divulgó que aquí el Índice de Pobreza duplica a la media nacional que es de 4,7%. Según el informe, el NEA registra las tasas más altas: Corrientes 9,8% Posadas 9,7%; Resistencia 8,4%, Formosa 7,1%.
Es la deuda social que la democracia no ha logrado saldar. No degrada los logros, pero le quita toda pretensión de éxito. Cuando hay gente sumergida en la miseria no hay épica política que valga.
9,8 Por ciento es la tasa de pobreza de Corrientes, según el Indec. A nivel nacional es del 4,7 por ciento.
Los hechos de la democracia
El 30 de octubre de 1983, el radical Raúl Alfonsín se impuso en las elecciones presidenciales con el 51,75 por ciento de los votos sobre el justicialista Ítalo Luder, quien obtuvo el 40,16.
Se cerraba así el ciclo de golpes de Estado que comenzó en 1930 con el derrocamiento de Hipólito Yrigoyen. Fue el triunfo de la institucionalidad democrática que inauguró la continuidad de los gobiernos elegidos por el voto popular. Fue el resultado de un largo proceso de resistencia al terrorismo de Estado que adquirió variadas formas en lo político, en lo social y en la lucha por los derechos humanos que erosionaron a la dictadura hasta el ocaso definitivo que le provocó la derrota en la guerra de las Malvinas.
A lo largo de estos 30 años, la democracia debió hacer frente -con resultados positivos y negativos- a situaciones muy puntuales que una y otra vez la pusieron a prueba. Así la Argentina vivió el juzgamiento a los miembros de la Junta Militar, las sublevaciones de los carapintadas, los sucesivos paros de la CGT, el copamiento del regimiento de La Tablada, la hiperinflación, los saqueos a los supermercados, la profundización del modelo neoliberal con las privatizaciones, los indultos a los militares, la eliminación del servicio militar, el corralito, los cacerolazos y el "que se vayan todos", el default, las cuasimonedas, cinco presidentes en una semana, la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, al igual que los indultos, lo que llevó a juicio a los represores, la estatización de las Afjp, la cancelación de la deuda con el FMI, el matrimonio igualitario y los derechos de género, la nacionalización de YPF y Aerolíneas Argentinas, la Asignación Universal por Hijo, el enfrentamiento con el campo por las retenciones a la soja y la Ley de Medios, entre muchos otros momentos que contribuyeron a reforzar la democracia.
Fuente: Nortedecorrientes.
Miércoles, 30 de octubre de 2013
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