AVANCE DEL NARCOTRÁFICO Scioli admitió que la ley de derribos “es un debate que hay que dar” Se alineó con parte de la oposición, que propone legislar el ataque a aviones narco. Desde el Gobierno, rechazo. Daniel Scioli propone debatir el derribo de aviones, en contradicción con el gobierno nacional que rechaza la posibilidad de una ley sobre este sistema de seguridad, destinado a interrumpir los puentes aéreos del narcotráfico.
El pronunciamiento del gobernador instala la controversia en el plano político que pretende el diputado electo Sergio Massa, el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota y algunas expresiones de la oposición parlamentaria.
Precisamente, el lunes, en las cercanías de Scioli se encargaron de mencionar la existencia del decreto N° 1345 con habilitación para disparar misiles contra aviones no identificados. La novedad estuvo a cargo de José Pampuro, ex ministro de Defensa de Néstor Kirchner y actual director del Banco Provincia de Buenos Aires.
En una columna firmada en Clarín, el funcionario bonaerense explicó que Kirchner aprobó, de manera extraordinaria, un protocolo -que incluía el derribo de aviones- durante la Cumbre de las Américas de 2005, en Mar del Plata, donde asistió George Bush.
En aquel momento, los A4-ARM, con asiento natural en Tandil, fueron especialmente acondicionados para ese objetivo.
Hasta ahora, permaneció como un secreto de Estado.
Y adquirió visibilidad pública esta semana. Pampuro contribuyó a la discusión propiciada por Massa, que intentará presentar un proyecto en el Congreso, cuando asuma el 10 de diciembre.
El intendente de Tigre no está sólo en este enfoque. A través de su cuenta de twitter, De la Sota exigió la “radarización de la frontera” y la “ley de derribo”. “Los fronteras son un colador”, según el gobernador cordobés.
Ayer, Scioli declaró que “es un debate que hay que dar”. “No se trata de andar derribando aviones, se trata que desplieguen distintas acciones para que los que tengan miedo sean los narcos”, dijo.
Casi en simultáneo, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, se oponía a la eventual aplicación del sistema porque “significaría pena de muerte sin juicio previo”. En palabras del senador Aníbal Fernández, “la mayor brutalidad que oí en mi vida”. “Es una pena de muerte (contra el piloto)”. Los ministros de Justicia, Julio Alak, y de Seguridad, Arturo Puricelli, también advirtieron que, en Perú, se registró el ataque a un avión que transportaba religiosos, confundiéndolos con narcotraficantes.
El gabinete en pleno salió a confrontar la iniciativa.
Una orden superior de Olivos activó esta exposición.
Scioli percibe la tensión. Aún así, tomó riesgo estudiado: ayer pidió debate, y el lunes se reunirá con los obispos para evaluar la crítica severísima de la Iglesia sobre la responsabilidad del Gobierno en el avance del narcotráfico. El Episcopado habló de “complicidad” del Estado.
Otros, como el diputado electo Juan Schiaretti, atribuyen impericia: “Nos transformamos en salida de la droga hacia EE.UU. y Europa porque Brasil sancionó la ley de derribo y radarizó sus fronteras”.
Además de Brasil, los paises vecinos Chile y Uruguay, tienen legislación que prevé mecanismos de disuasión contra aviones que trafican mercaderías ilícitas.
Todos aplican un protocolo de intimación previa a la nave fuera de curso natural. Se obliga al retorno de la ruta legal. Después de varios procedimientos , comprobada la situación “belicosa”, se adoptan los criterios de derribo.
Fuente: Clarín.
Sábado, 16 de noviembre de 2013
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