ELECCIONES EN CHILE Amplio triunfo de Bachelet, aunque deberá ir a un balotaje  La ex presidenta obtuvo el 46,7% de los votos y la oficialista Evelyn Matthei el 25%. Como ningún candidato superó el 50%, ambas aspirantes tendrán que disputar una segunda vuelta en diciembre.
La socialista Michelle Bachelet se impuso cómodamente en las elecciones de ayer en Chile, pero no llegó a tener la mitad más uno de los votos y deberá enfrentarse a Evelyn Matthei en una segunda vuelta el 15 de diciembre.
Escrutado el 98,6% de los votos, la ex presidenta, candidata de la Nueva Mayoría, obtuvo el 46,7% de los votos frente al 25% de la abanderada de la Alianza, quien logró un apoyo históricamente bajo para la centroderecha pero mejor de lo que preveían las encuestas.
“No hay dos lecturas. Hemos ganado esta elección y lo hicimos con una amplia mayoría”, declaró anoche Bachelet ante sus seguidores. “Sabíamos que el desafío de ganar en primera vuelta era difícil”, dijo, reconociendo que ése era el objetivo de su campaña.
En el comando de Matthei, la derrota parecía una victoria ante las pésimas perspectivas que le daban los sondeos a la ex ministra de Trabajo y pese a las rencillas internas del sector y la bajada de dos candidatos en la centroderecha. “Estoy segura de que la mayoría de los chilenos no quiere empezar de cero. Vamos a salir a conseguir el voto de los otros candidatos y también el voto de Michelle Bachelet”, aseguró Matthei ante un público eufórico reunido en el Hotel Intercontinental. “Vamos a llegar con un mensaje de moderación, amplio, de seguir construyendo un país maravilloso”, agregó la candidata, que milita en la Unión Demócrata Independiente, UDI, el partido más conservador de la derecha chilena. Tras coquetear en las primeras semanas de campaña con el centro político, anoche Matthei pareció apelar definitivamente al electorado “duro”de su sector.
Si en el balotaje del 15 de diciembre se repite la misma votación que ayer, a Bachelet le alcanzaría con sus propios votos para imponerse en segunda vuelta, mientras que Matthei tendría que buscar una gran cantidad de nuevos votantes y la cercanía de alguno de los otros candidatos, que fueron nueve en total, un número récord.
En tercer lugar quedaba anoche el progresista Marco Enríquez–Ominami, con el 10,9 % de los votos. “Nos dieron por muertos y acá estamos“, subrayó anoche Ominami, quien adelantó que “no daremos ningún cheque en blanco”. “Mi candidata es la Asamblea Constituyente”, dijo, tendiendo una mano a la Nueva Mayoría de Bachelet. Casi empatado, en cuarto lugar quedó el economista independiente Franco Parisi. El resto de los candidatos no superó el 4 por ciento de los votos.
“Yo no voy a votar a segunda vuelta”, destacó Parisi, dejando en libertad de acción a sus votantes: “Ustedes son más inteligentes de lo que les dijeron y saben lo que van a hacer”, declaró, asegurando al mismo tiempo que “la dama” Bachelet “va a ser probablemente presidenta”, mientras calificaba de “mala” a Matthei.
La jornada electoral fue tranquila, con un clima que acompañó sin calor ni sol fuerte, y en Santiago se formaron largas colas frente a los locales electorales, aunque la participación fue solo del 56% del padrón. Los votantes tenían que marcar varios votos: a presidente, a diputados, a consejeros regionales (concejales) y a senadores en algunos distritos. El único incidente se dio en el barrio de Providencia, cuando un grupo de estudiantes secundarios tomó durante unas horas el Comando de la Nueva Mayoría.
La coalición que apoya a Bachelet también se impuso en las elecciones legislativas, aunque sin arrasar. En la Cámara de Diputados llegaba a los 62 diputados contra 53 de la Alianza, que perdía tres, y también entraban tres independientes, un Pro y un liberal. El Senado quedaba conformado con 21 bancas para la Nueva Mayoría, 16 para la Alianza y uno independiente.
Esta mayoría, que en otros países alcanza para llevar adelante una agenda de gobierno tranquilamente, no alcanza en Chile para hacer reformas en áreas clave, ya que se requieren quórum calificados para modificar por ejemplo la ley orgánica de Educación. Es decir, es probable que la Nueva Mayoría tenga que gobernar negociando con la Alianza. El futuro Parlamento tendría además tres diputados que fueron hasta hace poco dirigentes estudiantiles: Gabriel Boric, uno de los rostros de las protestas de 2011; también entraban, según datos parciales, Giorgio Jackson y Camila Vallejo, que obtenía más del 46,5 % de los sufragios.
Fuente: Clarín.
Lunes, 18 de noviembre de 2013
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