Viernes, 1/11/2024   Paso de los libres -  Corrientes - República Argentina
 
HOY SE CONMEMORA EL DÍA NACIONAL
La soberanía territorial como construcción histórica
El espacio geográfico ha sido la causa de disputa entre los Estados desde tiempos inmemoriales. La ocupación de los territorios y la posesión de los recursos generaron el agigantamiento y destrucción de los Imperios.

Desde Persia, Alejandría, Cartago, Roma, hasta los tiempos actuales, los poderes políticos incursionaron en conflictos por el espacio vital para el desarrollo o la explotación de recursos.

Los Estados no pueden existir sin territorio; es condición ineludible. Pero no solamente alcanza la posesión del mismo, sino el reconocimiento del Derecho Internacional Público para que sea considerado como propio.

La teoría del Estado ve en el territorio un marco de ámbito por el cual es el espacio de validez del orden jurídico estatal (Hans Kelsen), mientras otros caracterizan como aquél sobre el cual el Estado ejerce su poder sobre todas las personas que se encuentran en él (León Duguit).

Pero más allá de toda construcción teórica, la soberanía territorial muchas veces está dada en la práctica por quien tiene la fuerza para ejercer el derecho del más poderoso, como es el caso de la usurpación de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido de Gran Bretaña.

La República Argentina también ha pasado por un proceso de formación, tanto político como territorial, que ha mutado con el tiempo, especialmente durante sus principales cambios constructivos en el siglo decimonónico. La conformación definitiva de la configuración geográfica de la Argentina estuvo surcada por numerosos conflictos territoriales, con la totalidad de los países limítrofes y con potencias europeas.

Dentro del marco referencial y de proyección del calendario recordatorio actual, se optó por recordar al combate de la Vuelta de Obligado, el 20 de Noviembre de 1845, como el Día de la Soberanía Nacional, enmarcado en el conflicto surgido con Gran Bretaña y Francia, cuando estas potencias cuestionaban el dominio soberano de los ríos interiores y su navegación para el comercio.

Si bien no fue cuestionable la navegación de los ríos en sí, lo irreconocible por parte de las autoridades locales era que los europeos pretendieran imponer las condiciones de navegabilidad y comercialización de sus productos.

En el año 1845 tomó mayor dimensión aquel conflicto, en el cual buques ingleses y franceses -que normalmente tenían apostadero en el puerto de Montevideo-, intentaron navegar por la fuerza las aguas del río Paraná. La resistencia fue constante desde las costas y de a caballo, utilizándose como obstáculos colocados para interrumpir la navegación.
La Confederación Argentina no contaba con escuadra naval para enfrentar a la última generación de barcos de guerra británico. La defensa de las tropas argentinas se hizo a lo largo de las costas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.

Se produjeron varios episodios de enfrentamientos dispersos, pero el más reconocido fue el de la Vuelta de Obligado (20 de Noviembre). Es por el recuerdo de este acontecimiento de valentía, heroísmo y coraje contra las armas inglesas que se conmemora el Día de la Soberanía Nacional.

La diferencia dispar de fuerzas agigantó el coraje de los criollos, que henchían sus corazones argentinos al ver flamear banderas foráneas que pretendían imponer sus leyes sobre las nuestras. El general Lucio N. Mansilla estuvo a cargo del hostigamiento a los buques extranjeros, que reiteradas veces desembarcaron sus hombres, ocupando temporariamente el territorio.

El objetivo de la flota era el alcanzar puertos aguas arriba, para negociar sus productos, pretendiendo pagar exiguos impuestos e imponer el libre comercio en su propio beneficio.

Sus objetivos principales: Asunción y Corrientes, pero los resultados de las ventas no fueron lo esperado para los comerciantes extranjeros. El principal destino programado de la numerosa flota fue la ciudad de Asunción, pero el presidente Carlos Antonio López se opuso a su recibimiento por las condiciones desventajosas que pretendían imponer.

Sorpresa para los buques de bandera extranjera al llegar a puerto correntino fue el alza generalizada de los derechos arancelarios impuestos por el gobernador Joaquín Madariaga. La reacción fue inmediata, multiplicándose las protestas de comerciantes franceses y montevideanos amparados por cañones ingleses (Archivo General de la Provincia de Corrientes, Fondo Mantilla. Archivo Gregorio Valdez, Legajo Nro. 18).

La duplicación de los derechos de importación impuesta por Corrientes aumentó los costos de comercialización de los productos extranjeros. Los gastos de transporte, tiempo invertido, navegación de alto riesgo por hostigamientos de baterías costeras argentinas y, por último, el elevado arancel, harían de la empresa comercial un evento inútil, por la escasa ganancia y por no tener en su haber ventajas económicas de consideración.

La nave insignia de la flota inglesa fue el vapor “Fulton”, que arribó al puerto de Corrientes el 7 de enero de 1846. Será a partir del mes siguiente que el puerto comenzará a recibir al grueso de la flota. En la bodega de los barcos abundaba una amplia diversidad de productos, desde espejitos de cartón, sombreros armados en París y vino champagne francés.
A pesar del movimiento aduanero en Corrientes, aquellos meses no aportaron grandes diferencias a los Organos recaudadores de entonces. Los impuestos aduaneros recaudados fueron de 141.826,2 ½ pesos (AGPC. Periódico El Pacificador del 18 de Junio de 1846 - Nro. 49). Pero de acuerdo al Libro de Entradas y Salidas que portaba la Colecturía General, en el año 1846 se fijó un Ingreso anual de la Aduana provincial -por todo concepto-, en 431.449,1 pesos (AGPC, Expedientes Administrativos, Enero/Mayo 1846, Legajo 79).

Si en los casi cinco meses de intercambio comercial con los foráneos quedó para el Tesoro correntino la suma de 141.826,2 ½ pesos, en los restantes siete meses -de acuerdo a estos datos-, se mantuvo un nivel de ingresos similar a aquéllos, que incluso se incrementaron en algunas ocasiones, de lo que se infiere que el volumen negociado con la flota extranjera no fue superior a lo ingresado en meses posteriores con el comercio regional.

Ingleses y franceses regresaron río abajo no sin inconvenientes y hostigamientos de tropas nacionales en territorio santafesino y entrerriano, donde se produjeron combates como Quebracho y Tonelero.

Tiempo después, a través de un Acuerdo firmado entre la Confederación Argentina y Gran Bretaña, conocido como convención Arana-Southern, el 24 de Noviembre de 1849, se establecerá la paz y el reconocimiento íntegro de la soberanía argentina sobre sus ríos interiores.

El combate de la Vuelta de Obligado adquirió, en la historia nacional, el simbolismo de la lucha por el suelo patrio contra la omnipotencia extranjera y las imposiciones foráneas. Es el recuerdo de aquellos héroes que de a caballo enfrentaron a los vapores de guerra más importantes de Europa, sin medir la paridad de fuerzas.

Tal vez fueron derrotados, como Leónidas y sus trescientos en las Termópilas, pero trascienden en nosotros por el coraje y valentía demostrados que dignifican el honor nacional.



Por el Dr. Dardo Ramírez Braschi .


Miércoles, 20 de noviembre de 2013

   

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