El tiempo del silencio POR DANIEL CARAM Se terminó la campaña. Se terminó, por ahora, el tiempo de la especulación, el ataque, el vituperio. La gente no va a extrañar los sonoros carros con inmensos parlantes ni los enormes carteles que ensucian (y ensuciarán por varias semanas más) nuestras paredes. En términos boxísticos, y con la aclaración de que puede pasar cualquier cosa menos un cruce de manos, ya está el ring preparado, y acordándonos del inolvidable Ringo, solo resta sacar el banquito. Y aunque no solo estarán dos arriba, está claro que la pelea (entre comillas) tiene claros contendientes favoritos.
¿Dejó algo la campaña? Puede que, como dijeron los protagonistas, haya sido menos violenta que otras. “Fue menos mafiosa que la del 2009”, dijo sin tapujos el gobernador Ricardo Colombi, tal vez obviando que él fue uno de los integrantes de las fórmulas que dirimieron votos ese año. Y ganó. ¿Con mafia?... dejó la duda. Vuelve a dejar la campaña más cosas en el debe. Hubo si un foro, saludablemente convocado por la sociedad civil, pero que más allá de la voluntad de los organizadores y la pulcritud de los que fueron, terminó más bien siendo una exposición turnada de los candidatos, con la ausencia de –tal vez- el que más debió estar. Están en deuda aún (todos) en dar respuestas concretas sobre temas puntuales, como la ampliación de la red vial, la recuperación y fortalecimiento del sistema eléctrico, qué se hará con la reserva del Iberá, como se resolverá el tema de la inseguridad en las calles. Se esbozaron proyectos, pero todo muy volátil. Porque es obvio que cuando se le pregunte a un candidato sobre cómo se puede encarar el creciente problema del narcotráfico, se responda: “con más control”. Por eso suena hueco y poco felices algunos conceptos de los contendientes. Aún más de quienes, estando en el poder, no lo hicieron por años. El obviar la obligada buena relación que deberán mantener (institucionalmente) uno y otro gobierno –léase municipio, provincia, Nación- es una absoluta incoherencia. Pero los correntinos estamos acostumbrados a los gritos eufóricos que pretenden tapar silencios de ignorancias. Ya está. Fin del bullicio. A pensar y decidir. Y seguir festejando que podemos hacerlo.
Jueves, 12 de septiembre de 2013
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