VALERIA LARA Correntina es parte de un plan del Brasil para garantizar la atención sanitaria en el interior Valeria Lara cursó sus estudios primarios y secundarios en Bonpland. Realizó gran parte de su carrera universitaria en Santo Tomé pero la concluyó en Buenos Aires. Ahora vive en Paranaguá. Al igual colegas de otras latitudes, se sumó al programa para municipios con mayor vulnerabilidad social. Podría prorrogar su contrato hasta el 2020 o revalidar su título para ejercer definitivamente allí.
Amo mi tierra correntina y mi país pero a veces, para crecer hay que animarse a volar”, respondió Valeria Lara ante la consulta de por qué el año pasado decidió ejercer la medicina en Brasil, a más de mil kilómetros de sus seres queridos.
Ahora es parte de un programa que busca suplir las carencias de profesionales en el interior y en las periferias de las grandes ciudades para así garantizar la atención primaria en los municipios con mayor vulnerabilidad social. Junto a su esposo Cristian viven en Paranaguá, donde además de trabajar, comparten momentos con amigos donde el mate siempre está presente al igual que las variadas recetas de la cocina brasileña.
Su niñez y adolescencia transcurrieron en el paisaje de Bonpland. Allí cursó tanto sus estudios primarios como secundarios en la Escuela Nº 413. Durante esos años en reiteradas oportunidades viajó a la Capital correntina para recibir atención médica por un problema auditivo que la aquejaba desde una edad temprana. A sus 29 años cree que el deseo de estudiar medicina surgió “a los 15 años viendo la vocación de los médicos no sólo cuando me atendían a mi sino también a los demás”.
Años después comenzó la carrera en la Universidad de la Fundación Barceló en Santo Tomé. “Estudié ahí hasta el quinto año y luego me fui a la sede de Buenos Aires donde me recibí de médica general”, precisó Lara a El Litoral.
Durante esta etapa fue crucial el apoyo brindado por su familia, especialmente por sus padres que -al igual que los de su esposo- viven en Virasoro. Ciudad de la cual ahora están a 1.100 kilómetros de distancia pero a la que vuelven cada vez que pueden, tal como sucedió el pasado fin de semana largo.
Con visitas, llamadas telefónicas, mensajes de whatsapp ambos buscan acortar la distancia con sus seres queridos luego de que el año pasado decidieran mudarse al estado de Paraná (Brasil), luego de que Lara lograra sumarse al plan “Más médicos” y que a su vez eso le permitiera a Cristian trabajar como electricista industrial.
“Estamos acá desde mayo del año pasado. A través de colegas me enteré del programa que tiene como objetivo suplir las carencias de médicos en el interior del país y en las periferias de las grandes ciudades”, recordó la profesional correntina, quien destacó que “siempre me gustó la atención primaria y la medicina familiar así que junto a otras dos amigas y colegas comenzamos a hacer todos los papeles para poder ingresar. En mi caso estoy en Paraná, mientras que las misioneras, Camila de Puerto Rico está en Río y Nancy de Eldorado en San Pablo”. Asistencia
“El programa no sólo nos facilitó que pudiéramos venir nosotros sino también, por ejemplo, traer a mi esposo”, acotó Valeria, que de lunes a jueves trabaja en una unidad de salud realizando atenciones clínicas, que incluye visitas domiciliarias a los pacientes que no están en condiciones de trasladarse por sus propios medios. Tareas que realiza junto a una enfermera. Su rol dentro del programa también incluye por ejemplo, brindar charlas de prevención de enfermedades. “Y los viernes hacemos un curso de especialización en atención básica. Es a distancia con encuentros presenciales cada trimestre”, señaló.
Sus servicios profesionales los presta a través de un contrato por tres años pero, según las últimas noticias que escuchó, se prorrogaría hasta el 2020. “Además tenemos la opción de hacer una prueba para revalidar el título acá y quedarnos en forma definitiva”, destacó. Aunque admitió que “mi intención es dentro de unos años volver a mi tierra y llevar allá un poco de lo que aprendí acá”. Considerando en este sentido que “los problemas de salud son similares a los que se atienden en nuestra zona y compartimos experiencias con colegas del programa que son de otros países como ser de República Dominicana, México, Cuba, Italia, Haití, Paraguay, entre otros”, comentó Lara, quien destacó el afecto recibido por parte sus colegas cubanos Marli y Emilio, como así también con quien comparte la tarea diaria en el puesto sanitario, el doctor Ali. Idioma y costumbres
La comunicación con sus pares y los pacientes nunca fue un inconveniente. “Como viví siempre en zonas fronterizas conocía el portugués y además en el marco del programa nos brindaron capacitación durante un mes. La verdad es que a la hora de hablar ellos me entienden a mí y yo a ellos”, aseveró la médica que sostiene que lleva las costumbres de su tierra a todas partes.
“Tomo mate todas las mañanas, los días de lluvia no faltan las tortas fritas y siempre que logro reunir todos los ingredientes también disfrutamos de chipitas”, contó la correntina que al menos hasta mayo del 2017 tiene programado ejercer la medicina en Paranaguá, una población del estado de Paraná (Brasil).
Fuente: Todolibres
Domingo, 22 de febrero de 2015
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