POR GORRAÍZ LOPEZ La estrategia kentiana de EE.UU. en América Latina En el discurso de Obama ante el pleno de la VI Cumbre de las Américas celebrado en Cartagena (Colombia) en el 2012, recordó que la Carta Democrática Interamericana declara “que los pueblos de América Latina tienen derecho a la democracia y sus gobiernos tienen la obligación de promoverla y defenderla, por lo que intervendremos cuando sean negados los derechos universales o cuando la independencia de la justicia o la prensa esté amenazada”, advertencia extrapolable a Ecuador y Venezuela.
Por otra parte,la revista Foreign Policy, (edición de enero-febrero, 2012), publicó un análisis de Brzezinski titulado “After America” (”Después de América”), donde analiza la tesis de la decadencia de los EE.UU. debido a la irrupción en la escena global de nuevos actores geopolíticos (China y Rusia) y de sus posibles efectos colaterales en las relaciones internacionales.
Respecto a México, Brzezinski afirma que ”el empeoramiento de las relaciones entre una América (EEUU) en declinación y un México con problemas internos podría alcanzar niveles de escenarios amenazantes”. Así, debido al “caos constructivo” exportado por EEUU y plasmado en la guerra contra los cárteles del narco iniciada en el 2.006, México sería un Estado fallido del que sería paradigma la ciudad de Juárez, (la ciudad más insegura del mundo con una cifra de muertes violentas superior al total de Afganistán en el 2009), por lo que para evitar el previsible auge de movimientos revolucionarios antiestadounidenses se procederá a la intensificación de la inestabilidad interna de México hasta completar su total balcanización y sumisión a los dictados de EE.UU.
En Centroamérica, EE.UU. podría estrechar lazos comerciales y militares con el presidente dominicano Danilo Medina ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas al depender el país dominicano de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético.
En Nicaragua, China habría asumido el reto de construir el Gran Canal Interoceánico para sortear el paso del estrecho de Malaca, pues dicho estrecho es vital para China al ser la ruta principal para abastecerse de petróleo pero se habría convertido “de facto” en una vía marítima saturada y afectada por ataques de piratas. Sin embargo, dicha iniciativa contaría con la oposición de múltiples organismos nicaragüenses por su presunto impacto medioambiental , lo que aunado con el litigio que Nicaragua mantiene con Costa Rica por la posesión de la isla Portillos o Harbour Head, (a pesar de la decisión del Tribunal de la Haya de 2011 favorable a las tesis de Costa Rica) y la reciente entrega al Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, por los gobiernos de Colombia, Panamá y Costa Rica de una carta en la que alertaban “de los planes expansionistas de Nicaragua”, será aprovechado por EE.UU. para desestabilizar el gobierno de Daniel Ortega dentro de su estrategia geopolítica global de secar las fuentes energéticas chinas.
Respecto a Panamá, la joya de la corona del Canal tendría un tránsito estimado de 14.000 barcos mercantes y una carga de 300 millones de Tm anuales (5% del comercio mundial), según datos de la Autoridad del Canal de Panamá. Sin embargo, las cifras de tránsito de los últimos años adolecen de un constante deterioro pues el canal de Suez le habría arrebatado parte de su segmento de mercado natural, aunque la prevista inauguración para el 2015 del nuevo Canal de Panamá ampliado debería servir de revulsivo para recuperar el mercado perdido al permitir el tránsito de cargueros de más de 400 metros de longitud y 50 metros de ancho (los llamados post-Panamax) y contar con la seguridad de que “bajo ninguna circunstancia la apertura de la ruta del Ártico afectará el proyecto de ampliación “, según la Autoridad del Canal de Panamá.
En Venezuela, tras las reñidas elecciones presidenciales en Venezuela en las que Maduro se habría impuesto a Capriles por el estrecho margen de 200.000 votos, asistiríamos a una división casi simétrica de la sociedad venezolana que será aprovechado por EE.UU para implantar “el caos constructivo de Brzezinski” mediante una sistemática e intensa campaña desestabilizadora que incluirá el desabastecimiento selectivos de artículos de primera necesidad, la amplificación en los medios de la creciente inseguridad ciudadana y de la legitimidad democrática de Maduro y que contando con la inestimable ayuda logística de Colombia (convertida en el portaaviones continental de EE.UU.) podría llegar a desestabilizar el régimen post-chavista. Así, el acuerdo chino-venzolano por el que la empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, (considerado el yacimiento petrolero más abundante del mundo), sería un misil en la línea de flotación de la geopolítica global de EEUU (cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China), por lo que no sería descartable un intento de golpe de mano de la CIA contra Maduro.
Respecto a Brasil, la decisión de la presidenta brasileña Dilma Rousseff de posponer su visita de Estado a Washington programada para el 23 de octubre, ( decisión avalada por los principales asesores de Rousseff, entre ellos su antecesor y mentor Lula da Silva),entraña el riesgo de una peligrosa confrontación entre las dos grandes potencias del continente americano, pues según Lula “los americanos no soportan el hecho de que Brasil se haya convertido en un actor global y en el fondo, lo máximo que ellos aceptan es que Brasilia sea subalterno, como ya lo fue”. Así, Rousseff tras su enérgico discurso en la apertura de la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), se habría granjeado la enemistad de la Administración Obama que procederá a la implementación del “caos constructivo “ en Brasil para desestabilizar su mandato presidencial, no siendo descartable un estrechamiento de relaciones ruso-brasileñas.
Recordar que Brasil, forma parte de los llamados países BRICS ( Brasil, Rusia, India ,China y Sudáfrica) y aunque se descarta que dichos países forman una alianza política como la UE o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), dichos países tienen el potencial de formar un bloque económico con un estatus mayor que del actual G-8 (se estima que en el horizonte del 2050 tendrán más del 40% de la población mundial y un PIB combinado de 34.951 Billones de $) y el objetivo inequívoco de Putin sería neutralizar la expansión de EEUU en el cono sur americano y evitar la posible asunción por Brasil del papel de "gendarme de los neoliberales" en Sudamérica, pues Brasil juega un rol fundamental en el nuevo tablero geopolítico diseñado por EEUU para América Latina ya que le considera como un potencial aliado en la escena global al que podría apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente, con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial.
Finalmente, recordar que el Gobierno norteamericano felicitó efusivamente a CFK por el resultado electoral a través del portavoz para los asuntos de América Latina de EEUU, William Ostick quien transmitió la voluntad de la administración de Obama de "trabajar productivamente" con el gobierno argentino tras los últimos desencuentros entre ambas administraciones. No obstante, en el encuentro privado que mantuvieron en Cannes CFK y Obama en el marco del G-20, la mandataria argentina no habría sido sensible a las tesis de Obama y no habría aceptado la reanudación de ejercicios militares conjuntos con EE.UU en territorio argentino coordinados por EEUU, pues de facto habría significado la ruptura de la nueva doctrina militar diseñada para la región por los gobiernos que suscribieron la UNASUR, cuyo primer Secretario General fue precisamente Néstor Kirchner. Sin embargo, tras la constatación de la entente económica YPF-Chevron, (jugada maestra de Chevron ya que con una exigüe inversión de 1.500 millones $ habría obtenido el megacontrato del siglo que incluiría una extensión de 38.500 km2 de pozos petrolíferos con una expectativa de extracción de 1.600.000 millones $), quedaría perfilada la estrategia de EE.UU. para reconducir los pasos del Gobierno argentino y lograr su ingreso en la Alianza del Pacífico.
La Alianza del Pacífico (2.011), refinado proyecto de ingeniería geoeconómica promovida por Estados Unidos y secundado por México, Colombia, Chile y Perú sería el caballo de Troya de EEUU para dinamitar el proyecto integracionista representado por la UNASUR e intensificar la política de aislamiento de los gobiernos progresista-populista de la región, (Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Uruguay y Bolivia). Dicha estrategia fagocitadora tendría como objetivos a medio plazo aglutinar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá e incorporar por último al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) , siguiendo la teoría kentiana del “palo y la zanahoria “ expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” (1949).
Caso de no ser sensibles a las tesis de EEUU, no sería descartable el retorno a la política del “Big Stick o "Gran Garrote" cuya autoría cabe atribuir al presidente de Estados Unidos Theodoro Roosevelt y que desde principios del siglo XX ha regido la política hegemónica de Estados Unidos sobre América Latina, siguiendo la Doctrina Monroe, "América para los Americanos". Recordar que a comienzos de los años sesenta, el miedo al mimetismo cubano había llevado a los EEUU a apoyar los golpes militares (en Brasil, el 31 de marzo de 1964 las fuerzas armadas derrocaban a Goulart), por lo que podríamos asisitir a la irrupción en el escenario geopolítico de América Latina de una nueva ola involucionista que tendría a Honduras y Paraguay como paradigmas de los llamados “golpes blandos o postmodernos “que protagonizará EEUU en esta década en el nuevo escenario panamericano que surgirá tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría EEUU-Rusia.
Domingo, 14 de junio de 2015
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