A SU LLEGADA A BOLIVIA, FRANCISCO ELOGIO LAS POLITICAS DE GOBIERNO DE EVO MORALES “Bolivia da pasos para la inclusión” El Papa destacó la Constitución, dado que reconoce los derechos de los indígenas y de las minorías, así como también la participación de la sociedad civil en asuntos estratégicos. Invitó al diálogo entre hermanos, aludiendo a Chile. Pasadas las cinco de la tarde, quedaron en silencio miles de personas reunidas en el aeropuerto de El Alto. En el cielo apareció un puntito, el avión que traía al cura Jorge Bergoglio, el papa Francisco. En torno de esta visita hubo una espera masiva como nunca se había visto en Bolivia. A un costado, esperaban los rostros cobrizos de trabajadores y trabajadoras del pueblo alteño. La gente ocupaba espacios hasta el horizonte, cortado por casas de ladrillos huecos. “Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social, política del país. Cuenta con una Constitución que reconoce los derechos de indígenas, de minorías, del medio ambiente; con instituciones sensibles a esta realidad. Todo esto requiere de un espíritu de colaboración ciudadana, diálogo y participación de los individuos y de los actores sociales en las cuestiones que nos interesan a todos”, dijo allí la máxima autoridad católica.
Apenas bajado del avión, fue recibido por el presidente Evo Morales, quien se quitó su chuspa y se la puso al Papa. La chuspa es una bolsa tejida que se cuelga del cuello y queda a la altura del pecho. Allí se suele guardar hojas de coca y otras hierbas medicinales. Luego, lo hizo saludar a una veintena de niñas y niños, cada uno vestido de acuerdo con las costumbres de las diferentes regiones de Bolivia. Algunos se animaron a abrazarlo y el chiquitín vestido como los macheteros de Moxos le pidió hacerse una selfie, lo cual el pontífice consintió.
Los presidentes de Bolivia y del Vaticano hablaron en un escenario que imitaba el frontis del templo de Laja, uno de los más antiguos de Bolivia. Estaba adornado con sal, plantas de quinoa, uvas y otros cultivos del país. La veintena de niñas y niños acompañaban a Francisco, además de los osos europeos pelados que constituyen la guardia papal más cercana. “Francisco/ querido/ Bolivia está contigo”, cantaba la multitud.
“Seas bienvenido, hermano papa Francisco. Todos los bolivianos y bolivianas hoy estamos muy felices, porque has venido a visitarnos a nuestra casa. Nos traes tu mensaje de fe, esperanza y liberación. Recibimos con los brazos y el corazón abierto al Papa de los pobres, quien se identifica con Francisco de Asís, que renunció a los bienes materiales, fue consecuente con los postulados principales del Cristianismo, como la lucha por los pobres. Al igual, nuestro proceso de cambio trabaja por los más necesitados. Quien traiciona al pobre traiciona a Cristo. En tiempos de cambio, quien traiciona a un pobre traiciona al papa Francisco”, dijo el presidente Morales.
“Usted viene lleno de energía, luego de respirar la brisa del Pacífico ecuatoriano. Usted vino a esta tierra de paz que busca justicia, vino a una parte de la Patria Grande a la que se ha mutilado su derecho a tener acceso al mar mediante una invasión. En muchos momentos históricos, la Iglesia ha sido utilizada como un instrumento para la dominación, la subyugación. Ahora te damos la bienvenida como máximo representante de una Iglesia que viene a apoyar la liberación de nuestros pueblos. ¡Jallalla hermano Papa Francisco!”, gritó Morales.
El presidente pensaba hablar por 15 minutos. Pero redujo su discurso a cinco, para no importunar a un argentino que luchaba contra los 4000 metros sobre el nivel del mar que tiene El Alto.
“Llevo en el corazón especialmente a los hijos de esta tierra que, por múltiples razones, no están aquí. Han tenido que buscar otra tierra que los cobije, otro lugar donde esta Madre posibilite la vida. Me alegro de estar en este país de singular belleza, bendecido por Dios con su Altiplano, sus valles, su Amazonia, sus ríos y lagos”, dijo el Papa.
Días antes de llegar a América latina, Francisco publicó su encíclica Laudato Si (“Alabado Sea”), en la que alerta sobre la explotación irracional de recursos naturales por parte de empresas transnacionales, amparadas en una visión de desarrollo apoyada por la mayoría de los estados del mundo. “Si el crecimiento es solo material, siempre se corre el riesgo de crear nuevas diferencias. Que la abundancia de unos no se construya sobre la escasez de otros”, dijo el Papa.
Concluidas las presentaciones, a Francisco lo envolvieron en una bufanda y un poncho blanco (híper elegante), lo subieron al papamóvil para tomar la avenida, pasar por la Ceja de El Alto, detenerse unos minutos en la curva de la Urbanización Autopista, donde fue hallado en marzo de 1980 el cuerpo del padre español Luis Espinal, asesinado por la dictadura de Luis García Meza.
Siguió su viaje saludando a miles de personas que esperaban verlo pasar. Llegó a la plaza Murillo, donde se reunió con sacerdotes y con el presidente Morales.
Luego habló en la Catedral, donde de manera implícita se refirió al conflicto entre Bolivia y Chile, invitando al diálogo. “El desarrollo de la diplomacia en los países con los países del entorno, que evite los conflictos entre pueblos hermanos y contribuya al diálogo franco y abierto de los problemas, es hoy indispensable.”
Más tarde volvió a El Alto para tomarse un avión a la ciudad de Santa Cruz, donde estará hasta el viernes. Hoy, a las 11 de Argentina, dará una misa para miles de personas en el monumento a Cristo Redentor.
Jueves, 9 de julio de 2015
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