POLITICA CORRENTINA Sin acuerdo, en el PJ se espera el Congreso. La convocatoria deja más interrogantes que certezas La decisión de avanzar en un temario respecto del cual no hay consenso, genera lógicas tensiones. El punto de las alianzas divide las aguas, así como el lugar de la realización del mismo. Aunque desde el oficialismo partidario se insiste en que se haga en la sede partidaria de calle Salta, lo más probable es que finalmente den el brazo a torcer.
Las mujeres en asamblea permanente para asegurar la inclusión de la paridad de género. La Juventud Universitaria con el Secretariado Nacional desembarcando en Corrientes para tutelar el desarrollo del congreso. La rama sindical a la espera que se incluya a los trabajadores orgánicamente, y los dirigentes del justicialismo debaten sin consensos respecto al tope del sistema D'Hont como a la cantidad de departamentos y municipios que se requerirán.
Un tema que será una pulseada de poder es hasta dónde Fabián Ríos logra que el Congreso se mantenga con la casa del Partido como lugar de realización. Los que conocen el paño aseguran que los sectores no afines terminarán por imponer un criterio contrario y descuentan que será el Sindicato de Luz y Fuerza el ámbito de un debate de fondo sobre la realidad partidaria.
Los que impulsan esta tesitura aseguran que la sede no está en condiciones de asegurar un normal desarrollo del congreso, no permitirá que los congresales tengan espacio para poder ser identificados y votar si se diera el caso en un marco de garantías, a la vez que ponen de relieve que la entusiasta participación de dirigentes y militantes quedará acotada, generando fricciones si se pretende impedir el libre acceso militante. En el tapete las condiciones de seguridad que hoy ofrece el local parcialmente habilitado de la calle Salta, lo cual pone la cuestión en la mira de las responsabilidades de índole administrativo y judicial.
Con todo, uno de los puntos controversiales es la inclusión de un punto sobre las alianzas. El criterio que prima es que es un análisis que debe darse en otro tiempo, cuando quede configurado el escenario electoral, y seguramente con una nueva conducción legitimada a partir de las internas del 31 de marzo. Precipitar el análisis de esta cuestión creará inevitablemente problemas al normal desarrollo del Congreso porque, en el grueso de la dirigencia, hay criterio formado en el sentido de que primero el justicialismo debe tanto a nivel nacional como provincial realizar una alianza puertas adentro para ordenar la casa, en medio de la virtual anarquía que amenaza con ir con una oferta doble electoral que beneficiaría al macrismo.
Y en el orden provincial solo concluido el proceso electoral, aplicación del sistema D'Hont mediante, quedará determinada la conformación de la nueva representación del justicialismo vernáculo, en la medida en que la unidad será consecuencia del voto que dará a cada uno lo suyo. Agregar, ahora, el tema alianzas desvirtúa el concepto del frente que seguramente se conformará, aunque del Congreso se espera que quedará claramente determinado que los primeros siete lugares de diputados y tres de senadores pertenezcan al justicialismo, algo si se quiere lógico para una elección de medio tiempo en la que las alianzas alcanzan un valor relativo al no votarse intendentes ni la fórmula gubernativa.
Con este panorama se avanza en la cuenta regresiva hacia el sábado con la llamada Cooperativa, claramente disminuida frente al accionar coordinado de sectores contrapuestos que apuntan a abrir el partido para la más amplia participación.
En la mira, nuevamente, Fabián Ríos, quien el último 17 de octubre tuvo un llamado de atención que pareció no ser suficiente como para entender que hay cosas que no deben hacerse desde la responsabilidad institucional de conducir la diversidad de un partido que busca determinar la razón de los sucesivos fracasos electorales.
Miércoles, 24 de octubre de 2018
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