PEREGRINACION N°34 DE LOS TRABAJADORES A SAN CAYETANO Plegaria por condiciones dignas y regaño para quienes pisotean a los trabajadores Stanovnik esta vez no pudo peregrinar, pero emitió un mensaje especial para la manifestación de fe que se realizó ayer. La misa central fue oficiada por el vicario de la arquidiócesis, José Billordo.
Desde la capital correntina, ayer partió la 34ª Peregrinación de los Trabajadores a San Cayetano. Al llegar a la localidad homónima, participaron de la misa central en la que escucharon el mensaje que envió el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, y la homilía brindada por el vicario general José Billordo. Luego, continuaron las actividades religiosas y recreativas que se extenderán hasta el miércoles -inclusive- cuando se desarrolle el tributo central al patrono del pan y el trabajo: San Cayetano.
Ataviados con las más diversos abrigos y con el sol comenzando a asomarse, un número considerable de feligreses se concentró a las 7 en la rotonda de la Virgen de Itatí. Allí, Billordo transmitió el saludo de Stanovnik, quien acostumbra a caminar junto con los trabajadores.
Además, brindó un mensaje en el cual, entre otros conceptos, invitó rescatar valores y “en estos tiempos difíciles a dar testimonios de esperanza, de solidaridad en reclamo pacífico e insistente de hambre y sed de justicia”.
Luego, todos juntos expresaron: “San Cayetano, ruega por nosotros, Virgen de Itatí, ruega por nosotros”. Tras lo cual comenzaron a caminar. Acompañados por un grupo numeroso, pequeño o también solos, los trabajadores partieron rumbo a San Cayetano.
En el trayecto, diferentes grupos de voluntarios como, por ejemplo, “Cocido de corazón”, ofrecían desayunos calientes para menguar las bajas temperaturas.
La mayoría de los feligreses llegó a la localidad, aproximadamente, a las 10.
Una hora después, fueron partícipes de la misa central que este año fue oficiada por Billordo. Al hacer uso de la palabra, el vicario general, primero, leyó el mensaje que envió el arzobispo de Corrientes, quien por estos días se recupera de una intervención quirúrgica.
Dignidad
“Me alegra poder saludarlos en la 34ª Peregrinación de los Trabajadores, pero mucho más me alegraría si pudiera caminar con ustedes. Sin embargo, no pierdo la esperanza, siempre que Dios lo quiera así, de peregrinar en la próxima ocasión y ahora ofrecer por todos los trabajadores y trabajadoras mi deseo de acompañarlos en ese fervoroso testimonio de fe que realizarán esta mañana”, dijo en el primer tramo de su alocución.
Luego, señaló que “lo que hace la diferencia esencial de este camino de los trabajadores es su condición de peregrinos”.
Mientras que en otro pasaje destacó que “la peregrinación de los trabajadores nos ayuda a darle el verdadero sentido al trabajo, es decir, la justa dirección: el trabajo nos tiene que conducir al encuentro con Dios y con los hermanos. Si no se cuida esa meta, se malogra no sólo el fruto del trabajo, sino que también se corrompe el corazón del trabajador”.
“Por eso es tan importante y necesario el trabajo para poder vivir una vida digna. Y, por el contrario, es humillante para la persona no trabajar”, consideró Stanovnik, quien luego subrayó: ¡Qué importante es, entonces, el esfuerzo por crear condiciones dignas para el que trabaja! ¡Y qué desalmado e inhumano es abusar de la desprotección del que trabaja!
En ese sentido, recordó que “el bautismo que nos hizo cristianos y peregrinos hacia Dios nos compromete a unir esfuerzos con todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que haya trabajo y para que ese trabajo tenga las condiciones dignas que corresponden”.
Daños
Al concluir la lectura del mensaje de Stanovnik, Billordo inició la homilía en la que reflexionó sobre lo expresado años atrás por el Papa Francisco, cuando manifestó que el trabajo es sagrado. En este contexto, desglosó ese concepto y explicó que se lo considera sagrado porque “expresa la dignidad humana y fortalece fundamentalmente la institución familiar”. Considerando esto, hizo hincapié en seguir rezando “para que nunca falte el trabajo, en ninguna familia” porque esa carencia “daña también el espíritu, el amor, el diálogo, la comunicación, la unidad”. Y luego advirtió: “Cuando el trabajo se separa de la alianza de Dios con el hombre y la mujer, cuando es rehén sólo de la lógica de las ganancias y desprecia los afectos de la vida, degrada el alma, contamina todo, la vida social se corrompe, el hábitat se descompone y las consecuencias golpean a las familias más pobres”.
Concluida la misa, siguieron las actividades en honor a
Lunes, 5 de agosto de 2019
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