PANORAMA POLITICO Corrientes enfrentada con el país en medio de la peor crisis sanitaria de los últimos 60 años Gustavo Valdés se esforzó sin éxito en ocultar la gravedad de los conflictos desatados, primero, con el Chaco y luego con el Ministerio que conduce Ginés González García. La frase "Corrientes, país a parte" está instalada entre uno de los dichos populares más conocidos en el país. Hace referencia a la particularidad cultural de la provincia y a su historia.
Y es que, históricamente, Corrientes se caracterizó por tener dirigentes que siempre tomaron decisiones contrarias a la lógica política de la coyuntura y, en muchos de los casos, apuntaron a defender intereses de los grupos dirigenciales enquistados en el Poder.
Como ejemplo, solo basta tener en cuenta el enfrentamiento de los correntinos con Andrés Artigas, en pleno crecimiento del movimiento federal. O la guerra a la que se sumó contra Juan Manuel de Rosas, otro prócer que defendió el federalismo.
Unitarios, centralistas y conservadores. La raigambre política de la dirigencia política correntina que se potenció en los últimos 30 años.
Esta característica se hizo más visible desde 2001 cuando el radicalismo se hizo cargo del sillón de Pedro Ferré (gobernador conservador y antirrosista), pero fue una característica inconfundible desde que el partido gobernante se sumó a la alianza Cambiemos.
Vencido el macrismo en tres provincias del Nordeste en las elecciones de 2019, Corrientes quedó como uno de los escasos bastiones de Cambiemos.
La provincia más pobre del país se convirtió así en una trinchera desde donde los funciona(les)rios radicales vernáculos defienden los intereses del macrismo y de las empresas a las que representan. Esta férrea defensa de los intereses privados por sobre los públicos no cesa, aún en medio de las peores crisis sanitarias que tuvo el país en casi un siglo.
La aparición de casos de coronavirus en el Chaco puso al desnudo la falta de reacción del gobierno correntino para evitar contagios, como también el terrible daño económico que causó la falta de austeridad, los altos ingresos otorgados a los funcionarios políticos y los desvíos de los fondos que eran destinados a los hospitales.
Lejos de reconocer las falencias, los funcionarios correntinos aplicaron la estrategia política que es un sello, una marca inconfundible del macrismo: echarle la culpa a otro.
Así, surgió el conflicto interprovincial con el Chaco. Los funcionarios correntinos culparon a la gestión de Jorge Milton Capitanich, gobernador chaqueño de haber permitido el cruce hacia Corrientes de personas contagiadas con Covid-19.
Fue el gobernador correntino quien cargó contra su par de la otra orilla del río Paraná. Y, en marco de esa controversia, Gustavo Valdés decretó que ningún médico correntino cruce el puente hacia Resistencia.
Esto derivó en un entuerto judicial no sólo porque los médicos perciben mejores sueldos en Chaco, sino porque también en aquella provincia es de suma importancia la tarea de los galenos ya que a la fecha ya hay 5 muertos por coronavirus y unos 100 contagiados.
Luego, hubo un ataque indirecto: Se instaló la idea de la responsabilidad chaqueña cuando un diario intervenido por el gobierno (y sostenido con fondos estatales) tituló: "Chaco exportó el coronavirus a Corrientes".
Corrientes, ¿te va a ayudar?
Otra frase conocida en el país es "si Argentina entra en guerra, Corrientes la ayudará". Hace referencia, nuevamente, a la vocación de la dirigencia correntina de "despegarse" de todo aquello que le sea común con otras provincias, y hasta con el Estado nacional. Por ello, mientras transcurre esta pelea (vergonzosa) con los chaqueños, los funcionarios correntinos abrieron fuego también contra el Gobierno nacional.
Es que los administradores estatales de Corrientes habían planificado la compra de respiradores que, supuestamente, serían usados en caso de existir casos de coronavirus.
La negociación se hizo en forma indirecta, sin llamado a licitación y con la excusa de una "situación de emergencia". La compra se habría acordado a través de una farmacia, propiedad de un familiar del ministro de Salud.
El anuncio gubernamental fue la adquisición a una firma cordobesa de 110 respiradores, pero no se dio a conocer la cifra oficial de inversión. Ocultaron además que la firma farmacéutica recibiría los fondos para completar la negociación.
La situación quedó al descubierto cuando el Gobierno nacional bloqueó esa compra y estatizó el stock disponible de respiradores. "Lo que se debe hacer es distribuir los recursos racionalmente; no sirve de nada tener cien respiradores en un lugar y que falten en otro donde hacen falta", sostuvo el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
Esta disposición nacional hizo que, primero, el ministro de Salud de Corrientes, Ricardo Cardozo, haga fuertes críticas al Gobierno nacional, acaso frustrado porque se le cayó un buen negocio.
Está claro que la decisión de la administración nacional de acaparar la compra de respiradores pudo haber desbaratado un negociado que le hubiera dado importantes dividendos.
Es por ello que hizo el reclamo al Poder Ejecutivo nacional para que autoricen la compra acordada, pero "no obtuvimos la respuesta que esperábamos", dijo Cardozo.
El Ministerio de Salud de la Nación envió cinco respiradores a Corrientes, fundamentado en los criterios de necesidad y de urgencia. La situación no fue pasada por alto por Ginés González García y se lo hizo notar a Cardozo en una reunión de ministros realizada por teleconferencia.
"Son independientes y no quieren que nadie haga algo con ellos. Si ellos se aíslan, todos tenemos el derecho a aislarnos. Molesta, en el caso de Corrientes, algunas declaraciones del ministro Cardozo. No tiene sentido lo que dijo y sabe que no es cierto. Yo le expliqué (la decisión) al gobernador y además lo escuchó cuando estuvimos reunidos con el Presidente", sentenció Ginés González García.
"Si queremos jugar a la política, diciendo que la culpa la tiene otro, no es el juego que propicio", indicó el ministro nacional. Y, en este contexto, ya se refirió a la controversia que abrió el gobierno de Corrientes contra la provincia del Chaco.
"Es una vergüenza que esté unida la Nación Argentina y que algunas autoridades provinciales hagan cosas que no tiene ningún sentido y rompan el mensaje de unidad y solidaridad, y de que este problema lo resolvemos todos o no resuelve nadie, es la idea que maneja el gobierno nacional desde el Presidente para abajo", sentenció el ministro nacional.
Remarcó entonces su punto de vista respecto del comportamiento del gobierno correntino. "Me parece terrible lo que están haciendo. Empezamos así, tirando piedras y un día cualquiera puede pasar cualquier cosa. Les pido que recapaciten en esto, porque no tiene ningún sentido, porque es una decisión política, no es sanitaria".
Pero, además, aprovechó la oportunidad para reclamar mayor presencia de los representantes provinciales en las mesas de gestión del Comité de Crisis.
"Ustedes están conversando con todo el gabinete nacional y veo en esas rees a muy pocos ministros. Y, si ustedes creen que no tenemos jerarquía o si creen que esto no sirve, que no es suficiente o que en realidad cualquiera representa al ministro (de cada provincia), no es lo que pensamos nosotros. Estamos todos los días todo el tiempo para tener contacto con los ministros", agregó. Y con estas palabras dio por concluida la reunión ministerial.
Lejos de provocar un efecto de autocrítica en Corrientes, el gobernador instruyó a los letrados a iniciar una acción judicial en relación a los médicos que trabajan en Chaco, y respecto a la relación con el Estado nacional cuestionó que no se envíen reactivos a la provincia para realizar análisis de muestras de posibles infectados con coronavirus.
El centro de referencia para estos estudios es el Instituto Malbrán. Allí se hacen los análisis y se centralizan los datos epidemiológicos. Las provincias no monopolizan las estadísticas. Otra cuestión que genera nerviosismo en el edificio de Salta y 25 de Mayo de la ciudad de Corrientes, sede de la administración provincial.
Fuente: Novacorrientes
Jueves, 2 de abril de 2020
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